El riesgo país se acerca a los 600 puntos y crece la expectativa de retorno a los mercados

El optimismo financiero volvió a reflejarse en los mercados: el riesgo país argentino retrocedió a 621 puntos básicos, su nivel más bajo desde enero y a solo un paso de perforar la línea de los 600. La mejora se apoya en la recuperación sostenida de los bonos soberanos, que acumulan subas de hasta 3,5% en el GD46D, en un contexto marcado por la victoria del oficialismo en las elecciones legislativas y un repunte de la confianza inversora.

Desde los 1.081 puntos registrados antes de los comicios, el indicador elaborado por JP Morgan se desplomó más de 450 unidades, impulsado por la percepción de mayor estabilidad política y expectativas de reformas estructurales. El dato más relevante: el riesgo país quedó a solo 61 puntos de su mínimo histórico durante la gestión de Javier Milei (560 en enero de 2025).

El riesgo país mide la diferencia entre la tasa que paga la deuda soberana argentina y el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense, considerados libres de riesgo. En otras palabras, refleja la probabilidad de incumplimiento y la desconfianza del mercado frente a la capacidad de pago del país.

De acuerdo con estimaciones del mercado, la Argentina debería mantener el indicador por debajo de 500 puntos básicos de forma sostenida para recuperar el acceso al crédito internacional a tasas razonables, una ventana que permanece cerrada desde 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri.

El giro en el humor de los inversores se consolidó luego de las elecciones legislativas, al interpretarse que el oficialismo logró una base más sólida en el Congreso. A eso se sumó el impacto de la intervención del Tesoro de Estados Unidos, que inyectó unos USD 2.100 millones antes de los comicios, y el anuncio de un swap financiero por USD 20.000 millones, medidas que redujeron la volatilidad cambiaria y moderaron la incertidumbre.

Camino al retorno financiero

Un informe reciente de JP Morgan destacó que la "fuerte caída en las primas de riesgo" podría acercar a la Argentina nuevamente a los mercados internacionales y que un programa de recompra de deuda aceleraría la compresión de spreads, reforzando la estabilidad. Según el banco, si el Gobierno concreta el respaldo de USD 20.000 millones con bancos globales y organismos multilaterales, la combinación de ese financiamiento y la recompra de títulos podría abrir una etapa de mayor previsibilidad macroeconómica.

En el Palacio de Hacienda celebran la tendencia, especialmente de cara a los próximos vencimientos externos: USD 4.000 millones en enero y otros USD 4.400 millones en julio. Tanto Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, reiteraron que los compromisos están cubiertos con el swap estadounidense, pero admiten que una baja del riesgo país hacia la franja de 300/400 puntos permitiría refinanciar la deuda sin necesidad de utilizar reservas.

Desde la consultora Cohen, analistas subrayan que la menor prima de riesgo "abre oportunidades de financiamiento también para provincias y empresas", aunque advierten que será clave un plan de recuperación de reservas y la eliminación gradual de los controles cambiarios para consolidar la apertura.

En paralelo, Milei y Caputo viajaron a Estados Unidos para mantener reuniones con fondos de inversión y bancos internacionales. La agenda busca sostener el apetito extranjero por activos argentinos y fortalecer el respaldo político y financiero a las reformas.

El desempeño de los activos locales, sin embargo, seguirá condicionado a dos factores: el avance de las negociaciones legislativas y la respuesta de los mercados externos. Tanto el Tesoro como el Banco Central deberán mantener señales de consistencia fiscal y monetaria para sostener la tendencia.

Por último, el mercado operará este jueves con particularidades: por el Día del Bancario, la actividad financiera local será reducida. La BYMA confirmó que habrá negociación, pero sin liquidaciones de activos durante la jornada.