Cuando de banderas se trata
Un verdadero consultorio sobre cómo hablamos y cómo deberíamos hacerlo. La Prof. Nené Ramallo despeja dudas.
En pocos días, se ha de conmemorar, en los establecimientos escolares y en el país entero, el día de nuestra enseña patria; podremos ver expresiones como "bandera idolatrada", "la enseña que Belgrano nos legó", "la celeste y blanca" y "jirón del cielo en donde impera el sol"; una mirada por nuestros repertorios léxicos nos va a permitir saber, por definición, qué se entiende por ‘bandera' y de qué otros modos se la puede nombrar.
Al buscar el significado del vocablo, nos encontramos con que su origen, según la Real Academia, se puede vincular al gótico "bandw", que equivalía a 'signo, bandera'. El concepto que encierra el término es "tela de forma comúnmente rectangular, que se asegura por uno de sus lados a un asta o a una driza y que se emplea como enseña o señal de una nación, una ciudad o una institución": "Es necesario colocar la bandera en cada ventana para recordar nuestra argentinidad".
Junto a esta primera definición, vemos que hay otros conceptos vinculados al término: "Causa que se defiende o por la que se toma partido", como en "Ha hecho de la defensa de la niñez su bandera ante la sociedad". También, "persona o cosa considerada como emblema": "Ver a ese jugador es como ver la bandera del equipo".
Cuando se cantaba la letra de la marcha "A mi bandera", con versos de Juan Chassaing y música de Juan Imbroisi, se daba en ella, como sinónimo, el sustantivo ‘enseña': de raíz latina, es nada más que la voz evolucionada proveniente de "insignia". Inmediatamente, hallamos a partir de este sustantivo, dos sinónimos: ‘pabellón' y ‘estandarte'. El término ‘pabellón' nos llega desde el francés antiguo "paveillon" y, más atrás, desde el latín "papilio", que no era otra cosa que una mariposa; parecería existir alguna relación entre el flamear de un pabellón y el aleteo y vuelo de las mariposas. En cambio, ‘estandarte' es un término que, según el prestigioso Joan Corominas, se vinculaba a la expresión germánica "stand hard" ("mantente firme"), en alusión a que los estandartes debían mantenerse de pie. Hoy, se define como la insignia de una corporación civil, militar o religiosa, consistente en un pedazo de tela generalmente cuadrado, pendiente de un asta y en el que figura su escudo o divisa.
Otro sinónimo que aparece es ‘pendón'; del término rastreamos su origen en el occitano "penon", vocablo que designaba a la insignia militar que consistía en una bandera más larga que ancha y que se usaba para distinguir los regimientos y batallones. Encontramos el término en el Himno Nacional de Perú, cuando dice: "En su cima los Andes sostengan la bandera o pendón bicolor, que a los siglos anuncie el esfuerzo que ser libres por siempre nos dio".
Los romanos utilizaban el sustantivo ‘lábaro', como equivalente al estandarte y al pendón mencionados.
En la familia de palabras de ‘bandera', encontramos dos verbos relacionados, similares en su significante y con significados semejantes pero no iguales: ‘abanderar' y ‘embanderar'. De ‘abanderar' averiguamos que se usa para indicar la acción de ponerse al frente de una causa, movimiento u organización para defenderlos o luchar por ellos: "A partir de esa fecha, ese líder se abanderó como caudillo del partido". También puede indicar que se enarbola una bandera o estandarte. De su participio, surge con valor sustantivo ‘abanderado, abanderada', que se define como "portador o portadora de la bandera en los actos públicos": "Los abanderados se ubicarán en el costado del escenario".
En el caso de ‘embanderar', su significado se vincula a adornar con banderas: "En ocasión de la visita de esa autoridad, van a embanderar todos los edificios públicos". Además, tanto en Argentina como en Uruguay, puede acercarse al valor de ‘abanderar' ya que equivale a "adherirse manifiestamente a un partido o idea": "Esos jóvenes se han abanderado como los nuevos conductores del movimiento".
¿Y cómo se indican los movimientos de una bandera? Hay diferentes verbos para denotar sus acciones: ‘izar' es "elevar, subir, levantar": "Izaron la bandera los empleados más antiguos"; ‘enarbolar', por su parte, significa "levantar en alto un estandarte o bandera para que se vea bien": "En ese momento, los abanderados de cada establecimiento enarbolarán las respectivas banderas"; este verbo puede usarse también en sentido figurado: "Esa mujer tiene el mérito de haber enarbolado los ideales de la institución".
La acción contraria, que marca el hecho de bajar la bandera que está en lo alto, se señala con el verbo ‘arriar', que se conjuga "yo arrío", "él arría", "ellos arrían". El sustantivo que le corresponde es ‘arriamiento': "El arriamiento de nuestra bandera se hará alrededor de las 18".
Cuando la enseña patria está en lo alto, el viento la pliega y despliega: se dice, entonces, que ella ‘flamea' pues ondea movida por el viento, sin llegar a desplegarse enteramente: "Inmediatamente, por cadena nacional, se anunció el discurso presidencial, mientras era posible ver, en la imagen proyectada, cómo flameaba la celeste y blanca". Se esconde en este verbo una metáfora ya que la bandera se agita y ondula como una llama que se mueve por el aire circundante.
Se usa también el verbo ‘tremolar', que toma, en relación con los estandartes y pendones, el significado de "enarbolarlos, batiéndolos en el aire"; lo vemos en la canción patriótica uruguaya "Mi bandera", de Usera-Bonomi, que dice "... Si el pampero la acaricia / o la anima el batallar / son canciones de victoria / las que entona al tremolar".
Cabe preguntarse si el sustantivo ‘bandería' se relaciona con ‘bandera': despejamos la duda al comprobar que su significado es "bando", con el mismo étimo gótico de origen que hemos indicado para el vocablo de esta nota y con el significado de "facción, partido, parcialidad": "Se expresaron todos, sin distinciones de banderías políticas".
Saliendo del ámbito léxico-semántico, cabe preguntarse cómo debemos escribir el nombre de la bandera, si con mayúscula inicial o no. Nuestra palabra se basa en las afirmaciones de la Fundéu de Argentina. Esta institución, en convenio con la Fundéu española, tiene sede en Rosario y su objetivo fundamental es impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de Argentina, contribuyendo a cuidar la lengua, como patrimonio cultural e histórico. Su normativa nos dice: "Las expresiones bandera argentina y bandera nacional se escriben con minúscula en las dos palabras que las componen". Y, luego, explica por qué da esta recomendación: Los sustantivos que designan los símbolos patrios (bandera, himno, escudo...) son nombres comunes y, como tales, deben escribirse con inicial minúscula siempre que se usen de modo genérico, es decir, que no formen parte de un nombre propio o una expresión denominativa. Los especificadores (argentina y nacional) también se escriben con minúscula".
Nos plantea también nuestra Fundéu una inquietud, para la que brinda la solución: es verdad que, según la Ortografía de la lengua española, hay textos de carácter político y militar en que se usa la mayúscula de relevancia para destacar conceptos como ‘nación', ‘himno', ‘patria', ‘bandera'; pero la Fundéu aconseja evitar el uso de este tipo de mayúscula por tratarse de un uso no justificado lingüísticamente.