No tiene vuelta de hoja

La columna de la Prof. Nené Ramallo: las palabras y las cosas, como cada sábado.

Profesora Consulta por la Universidad Nacional de Cuyo

La decisión era irrevocable: la persona, enojada, exclamó ante su jefe: "No hay vuelta de hoja". Lógicamente, su hablar era metafórico, como si hubiera dicho "He pasado página", esto es, daba por concluida la relación laboral que existía.

¿Qué frases usamos a diario, muchas veces sin saber que los términos tienen valor connotativo? Veamos algunas de estas expresiones, tanto con ‘volver' como con ‘hoja' y ‘página'.

En estos días en que la inseguridad nos acosa, es necesario extremar los cuidados; decimos, entonces, que ‘a vuelta de cabeza' podemos ser víctimas de la delincuencia pues, con esa expresión, connotamos "al menor descuido": "Busqué aceleradamente la dirección, mirando a todos lados ya que, a vuelta de cabeza, podía llevarme una sorpresa ingrata".

Y, si utilizamos la locución ‘a vuelta de ojos', habremos querido significar que obramos sin perder un instante, con presteza y celeridad: "Lo hizo raudamente, a vuelta de ojos".

Nos da mucho fastidio cuando alguien no procede expeditivamente, sino que ‘anda a las vueltas', estamos definiendo la conducta no directa de alguien que da rodeos y opone dificultades para no cumplir con lo que se le pide: "Nos tiene hartos, anda a las vueltas y no nos da una respuesta". Y, en cambio, si la persona trata de pensar en diferentes formas de solucionar un problema, la expresión que usaremos será ‘buscar la vuelta': "Es siempre muy servicial pues le busca la vuelta a cada obstáculo".

¿Y cuál es el valor de dar vuelta la tortilla'? Se aplica esta locución para señalar que se han invertido las circunstancias o que se ha producido un cambio total en una determinada situación: "Nos quedamos tranquilos porque, en poquito tiempo, se dio vuelta la tortilla".

¡Cómo nos agradadar una vuelta'! Coloquialmente, hemos querido significar que paseamos breve tiempo o que vamos, por un corto lapso, a un lugar: "Desearía poder dar una vuelta con él, como antaño". Pero, además, la locución puede connotar que se devuelve la limpieza o el orden a algo o que se acude a un sitio para ocuparse de algo o de alguien: "Le daré una vuelta a su habitación antes de que regrese" y "Fue al viejo colegio del lugar a dar una vuelta por los nuevos cursos".

Existe una diferencia entre decir dar vueltas' y ‘dar vueltas a algo'; en el primer caso, habremos querido connotar que vamos de un lado para otro, buscando algo: "Daba vueltas por todas las habitaciones para ver si encontraba el libro perdido"; en el segundo caso, connotamos coloquialmente que discurríamos reiteradamente sobre algo: "Le doy vueltas en mi mente a la idea de cambiarme a una casa pequeña".

Otra locución que alude a estados de ánimo es ‘estar de vuelta de algo': con ella, podemos significar desconfianza o desengaño respecto de algo, luego de una larga experiencia, como en "Luego de varios años, estoy de vuelta de su falta de sinceridad". Pero, también, puede significar que de antemano estoy enterado de algo, de lo que se me juzga ignorante: "Vamos, que cuando vos vas, yo ya estoy de vuelta".

Carácter negativo poseen las locuciones no hay que darle más vueltas' y ‘no tener algo vuelta de hoja': con la primera de ellas, se quiere dar a entender que por más que se considere un asunto, siempre se llegará, respecto de él, a las mismas conclusiones, como en "Ya no le des más vueltas al asunto y tomá una decisión". Con la segunda, se pone en evidencia que algo es incontestable: "El tribunal consideró que lo juzgado no tenía vuelta de hoja y que había que emitir un fallo".

¿Cuál es el valor de decir que ‘pusimos a alguien de vuelta y media'? Significa que lo tratamos mal y que lo llenamos de improperios: "Ya harta de sus desplantes, lo puse de vuelta y media y me fui".

La locución ‘tener vuelta algo' dice algo diferente si se transforma en ‘tener vueltas alguien': en el primer caso, se lo decimos a alguien a quien le efectuamos el préstamo de un objeto y le advertimos que debe devolverlo: "Te presto por un tiempo este valioso diccionario, pero recordá que tiene vuelta". Por su parte, la segunda locución se le aplica a aquella persona que es inconstante en sus afectos y favores y que, por ello, muda en contrario: "Esteban tiene vueltas ya que no le duran sus amoríos".

Existen, además, frases hechas que aluden a acciones conocidas: ‘vuelta de carnero' es una caída o batacazo: "Al caerse, se levantó ágilmente después de una vuelta de carnero". En nuestro país y en Uruguay, se habla de vuelta olímpica' para aludir a la que da un equipo deportivo, rodeando la cancha, como celebración por haber obtenido un campeonato. También, se otorga el mismo nombre a la vuelta que, en algunos establecimientos educativos, dan los estudiantes cuando han finalizado sus estudios. Y ‘vuelta al mundo' es la noria o artilugio de feria, consistente en una inmensa rueda con asientos, que gira verticalmente.

Y recordamos la letra de la canción tantas veces escuchada que dice "... entonces, yo daré la media vuelta/ y me iré con el sol cuando muera la tarde"; allí, el significado de ‘dar la media vuelta' es que, luego del despecho por el fracaso del amor, el que canta o recita anuncia que, como en la conducción de un vehículo, dará un giro total e invertirá el sentido de lo que venía haciendo hasta el momento.

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