Laura Catena, la "doctora de la boina roja", clave para el éxito de la bodega
Un informe detallado sobre el rol de la hija de Nicolás Catena, radicada desde hace años en Estados Unidos.
Además de ser directora de la bodega familiar Catena Zapata, Laura Catena es clave para la empresa en su función de Export Manager para los mercados de USA, Europa y Asia. Así lo refleja un informe publicado este viernes por El País de Uruguay, donde reside su prima Silvina Maza, a cargo los mercados de Uruguay, Brasil y Paraguay
Laura Catena se radicó en California cuando su padre Nicolás Catena, ejercía su función académica como economista en la Universidad Davis. Estudió medicina en Stanford donde se graduó "honoris cum laude" y durante sus estudios conoció a su esposo, médico también.
Hoy viven en San Francisco con sus tres hijos. "No pasaba por su mente, vincularse a la empresa familiar en Mendoza", recuerdan sobre los primeros días en Estados Unidos. Sin embargo, en los '90, Don Nicolás le pidió ayuda para atender su stand en una feria de vinos en Nueva York.
Cuentan que en aquel momento veía pasar a los asistentes sin que ninguno le pidiera probar los vinos de Catena. "Con mucho disgusto se dio cuenta que los vinos argentinos no existían para ese mercado tan importante que además, era su país de adopción", agregan.
Entonces, esa experiencia marcaría un antes y después en la vida de Laura Catena, conocida como la "doctora de la boina roja". Fue el momento en que decidió vincularse y trabajar firmemente con su padre para producir un cambio de imagen sustancial.
"Dada su formación académica y su experiencia en lo científico, le hizo un aporte a la empresa, en algo no tenido en cuenta antes. Le propuso a mi tío crear el Catena Institute of Wine, porque quería saber el porqué de ciertas diferencias", relató Maza a El País.
Y agregó que Laura Catena "se preguntaba cómo puede ser que el Malbec de un viñedo sea tan diferente al de otro situado no muy lejos. Quería saber la causa que origina esa variante y entiende que sus técnicos también la tienen que conocer".
Un "Nicolás Catena Zapata" en una vinería de Nueva York se vende a 799 dólares.
Por eso, en 2002, se dio cuenta de que necesitaba contratar investigadores de tiempo completo. Asumió entonces Alejandro Vigil como director de investigación y desarrollo, para transformar el equipo y aportar nuevos conocimientos.
Dos años, ya en 2004, se asoció con la escuela de agronomía en Mendoza para estudiar la viticultura de altura, que fuera un avance importante y pionero de Bodega Catena Zapata. Hoy en el instituto se elaboran unas 2.000 micro vinificaciones cada año.
Recientemente, Jancis Robinson en el Financial Times describió: "Nicolás Catena ha logrado posicionar a Argentina dentro del mapa vitivinícola mundial, al focalizar con fuerza el desarrollo de la mejor calidad de sus vinos. Es fantástico saber que ha comenzado una nueva dinastía, al sumarse su hija Laura a su gestión".
