Paola Puliafito y Pedro Yaya, los artistas de Rampa Visual

Paola Puliafito

¿Cuáles son tus preferencias a la hora de pintar?

El expresionismo abstracto y la figuración están siempre presentes en mi obra. Para mí los materiales por excelencia son los acrílicos y otros solventes que al repeler, transforman el espacio creando algo nuevo. Mi paleta es policromática. Así como una canción está compuesta por múltiples melodías, un cuadro puede vibrar en diferentes notas utilizando todas las combinaciones que requiera para plasmar una gran armonía de color.

"Noveno cielo"

Tenés mucha experiencia realizando exposiciones en Bodegas. ¿Qué creés que generan esos espacios en particular?

Generalmente quien visita una bodega está dispuesto a ser sorprendido, quiere conocer y absorber sensaciones. El espectador entonces se encuentra relajado, tiene tiempo para observar, contemplar y decidir si adquiere una obra.

He expuesto en varias y siempre he sido recibida y acompañada espléndidamente por su gente: Cruzat, Finca Agostino, Argentia, Vistandes, son algunos ejemplos de empresas que abren su interior al arte y la promoción de los artistas. Los hoteles son también otro lugar que me han brindado la oportunidad de exponer.

"Hotel Intercontinental"

¿Qué enseñás en tu atelier? ¿Quiénes son los que más participan?

Enseño en primera medida que el arte no es para algunos elegidos, que todos tenemos una energía que puede expresarse a través de un pincel. Trato de mostrarles todas las técnicas que conozco para que obtengan más herramientas y puedan comunicarse a través del arte. El 95 % de mis alumnos son mujeres adultas y debo admitir que muchas de ellas han llegado a ser grandes amigas mías.

Pedro Yaya

Es un artista versátil y con amplia experiencia en el exterior. Su amor por el arte comenzó a los 16 años de la mano de las letras, aunque la pintura es su gran vocación. En su currículum se registran las múltiples actividades que ha desarrollado como escenógrafo, actor, coautor de obras de teatro, jurado de concursos de pintura y curador de muestras. Ha recibido premios y distinciones y gracias a Dios, es otro docente de alma, que ha llevado a cabo una gran tarea por y con sus alumnos.

¿Cómo definirías tu arte?

Respecto de mi pintura me gustaría resaltar la creación de un movimiento artístico propio: el Mentalismo Hermético... basado en la doctrina de Hermes Trismegisto: todo es mente, el universo es mental... Dios es una inmensa mente abarcadora y todo y todos los que tenemos existencia somos pensamientos de esa mente grandiosa. Esto dio un impulso grande a mi concepción del arte como medio de transmitir un mensaje espiritual... logrando mi propia narrativa visual.

"Proyección cósmica de la realidad"

¿Has residido en el extranjero y has trabajo con el arte, verdad?

Recibí una beca de la OEA en 1988, para realizar un curso intensivo de Restauración de Bienes Culturales, en Cuzco, Perú. En New York en 1996 fui seleccionado para exponer en la Galería de Arte Latinoamericano. Dados mis antecedentes, me propusieron que dirigiera esa Galería, lo que acepté por espacio de cuatro años. Tuve la dicha de realizar más de 60 exhibiciones de Arte colectivas e individuales, ser curador de varias y exponer además en la Suprema Corte de Justicia, algunas Universidades y en otras Galerías de Arte. Creo que dentro de mis posibilidades impulsé exposiciones de Arte Latino en varios lugares.

"Una de las actividades propuestas en Manhattan"

Durante mi estancia en Brasil, comencé con intervenciones digitales, para dar más difusión a las obras con la posibilidad de que fueran accesible económicamente. Decidí trabajar sobre fotos de obras originales mías que desaparecieron, fueron robadas o sufrieron accidentes. Tomando como base esos originales y sirviéndome de diferentes programas creo que logré imágenes muy interesantes.

"Brillando"

¿Qué destacarías de tu tarea como docente?

Incentivé durante muchos años la participación de los docentes de Plástica exhibiendo sus propias creaciones. Organicé encuentros de Escuelas rurales dentro de las estancias Bombal en Tupungato. Realicé exposiciones gigantescas de los trabajos de mis alumnos, convirtiendo la escuela en una gran galería de Arte. Además logré involucrar a las familias en la creación y confección de carteleras y en la preparación de exposiciones. Fue una experiencia muy gratificante para todos. Admito con orgullo que algunos de mis alumnos han participado en concursos provinciales y han ganado premios y distinciones.

La constancia y aportes creativos en las actividades que he realizado han tenido como único objetivo: destacar la importancia del Arte en nuestra vida. Ofrecer un mensaje con una mirada espiritual y no mundana.

¿Tenés una vasta experiencia pintando murales?

En el año 76 con mi primera Maestra de Pintura y mentora, María Malha de Tomellini y otros artistas realizamos unos murales en la Bodega López de Maipú. Dos años después pintamos otros en las calles que rodean la plaza de ese Departamento. En Pensilvania participé en un mural sobre el nuevo Milenio y la importancia de la infancia.

Hace casi tres años estoy trabajando en un mural de 2900 metros cuadrados, a través del cual relato la historia de la humanidad. El ser humano durante su vida en el mundo, lo que construye y lo que destruye, olvidando su verdadera esencia: su espíritu.

¿Tus planes a futuro?

Como proyectos futuros seguirán los murales, las exposiciones y ahora también la participación en la organización de una importante convocatoria de arte a todas las escuelas del departamento, organizado por el Municipio de Maipú.