Argentina y el ¿imposible? consenso de no gastar más que lo que hay en la billetera

¿Podrá Milei ponerle un piso básico de acuerdo a la política sobre cómo debe ordenarse el gasto público nacional?

Hernán Bitar

Simple, directo. Así fue el mensaje durante la cadena nacional del presidente Javier Milei, hablando de los lineamientos básicos que debe seguir en términos económicos la Argentina para volver a evitar el enésimo tiro en el pie. ¿Las miserias electorales, permitirán acordar?

Le pidieron que deje de ser "insensible" y el presidente anunció que "el Presupuesto 2026 le asigna 4.8 billones de pesos a las universidades nacionales, aumenta el gasto en jubilaciones un 5%, un 17% en salud, ambas partidas por encima de la inflación". Dato.

No será título de C5N, pero algo es algo. Al menos, respeta el principio de acción y reacción y quizás, hasta limite la idea de que el modelo libertario, cae en la misma trampa del "Excel de Cambiemos" sin mirar lo que ocurre en la calle. 

La crítica sobre la insensibilidad libertaria, al menos en una primera lectura, podría quedar solapada por el anuncio de una ampliación real (descontando inflación) del gasto social y educativo.

Argentina y el ¿imposible? consenso de no gastar más que lo que hay en la billetera

Obvio que el punto de partida de las jubilaciones, apenas alcanza al 33% de la canasta básica total y que todo lo que sea inversión en Educación siempre parece poco, pero al gobierno le pidieron más fondos y al menos en las pauta de gastos 2026, aparece una mejora.

Pero el punto central del discurso de Javier Milei, es que ratificó el rumbo desde que comenzó su gestión: Transformar el equilibrio o mejor aún, el superávit fiscal en la más potente e inquebrantable herramienta, durante los 4 años que dure su administración.

Aunque no sume votos, ni exista una evidencia total de que el votante medio comprenda la importancia de tamaña decisión, es para resaltar que un Presidente no negocie en su esquema económico y sobre todo, que no ceda ante las presiones de los "planes platita" o de las ficciones monetarias de financiar gasto con emisión, con su consecuente altísima inflación.

Claro que también, Milei asume el riesgo de volverse repetitivo, ya que el equilibrio fiscal es casi el Padre Nuestro, desde el día 1 de su gestión. El peso de sus palabras, quizás no tengan el valor de los primeros días, sobre todo en momentos de turbulencia financiera y cambiaria, pero como dice la frase "lo que no entra por razonamiento entra por repetición".

Se resalta como positivo también, que Milei volvió a apelar al Congreso, que no le es favorable, tal como sucedió con la "Ley Bases" y persisten las dudas de que lo sea una vez finalizado el cronograma electoral post Legislativas. 

Además, insistió en conseguir consenso para que el equilibrio fiscal, sea el piso de los acuerdos sobre el gasto público nacional para los próximos años.

"Es importante que los argentinos entiendan como es un país con equilibrio fiscal y sin inflación. Tendremos un crecimiento del 5% anual. Si al equilibrio le sumamos las reformas, podríamos hablar de un crecimiento del 8% anual", en palabras del propio Milei.

Lo que queda por comprobar, es si efectivamente este Milei de la cadena nacional más moderado, llevará realmente a la práctica el camino del diálogo con los gobernadores y otras fuerzas políticas, o preferirá resguardar a los conjurados del "Triángulo de Hierro" (Karina Milei y Santiago Caputo), los puntales políticos, para suerte y/o fracaso de su gestión.

Lo que sí está claro, es que el Presidente ha decidido anclar definitivamente sus expresiones de deseo, esos que hablan sobre "Argentina potencia en los próximos 30 años", al sólo éxito de su plan económico y al equilibrio presupuestario. 

Esta nota habla de: