Levantamiento del cepo cambiario: un puente demasiado lejos
Esta semana, tanto el presidente Milei como el ministro Caputo hablaron sobre las condiciones para salir del cepo cambiario, pero según nuestras proyecciones esa medida podría tardar más de lo anunciado por los funcionarios
El presidente Javier Milei y su equipo celebraron el IPC de esta semana,en particular la inflación núcleo del 6,3 %. Los nuevos datos aumentan la probabilidad de que se produzcan avances hacia un escenario entre comillas bueno. El gobierno ciertamente piensa esto ya que el Banco Central de República Argentina decidió recortar las tasas de interés por quinta vez en los últimos tres meses llevando al 40% TNA la tasa de pases a un día.
Este movimiento es una apuesta audaz del Banco Central hace una desinflación fuerte y sostenible; el gobierno justifica esta decisión con una ecuación que establece que la creación de dinero proviene de tres fuentes: el pago de intereses de los pasivos remunerados del Banco Central,las compras netas en el mercado de divisas y la necesidad neta de financiamiento del tesoro. Es decir, resultado primario más la tasa de relower neta de la deuda del Tesoro.
A los ojos del ministro de Economía Luis Caputo la reducción de la tasa de interés es vital para contener la creación endógena de dinero a través de los pasivos remunerados junto con el compromiso de austeridad fiscal. Esto resultaría en una creación de dinero primario totalmente determinada por la intervención del Banco Central en el mercado de divisas; este nivel de autonomía de la política monetaria, a la vez que se fija el tipo de cambio, no sería posible sin controles de capital, lo que se conoce como "La Trinidad Imposible".
El miércoles pasado, en una entrevista televisiva, el ministro Caputo negó que él y su equipo se hayan "enamorado" del cepo e insistió en que "sabemos que para crecer tenemos que deshacernos del cepo y todo lo que estamos haciendo es con ese fin".
El presidente Javier Milei fue un paso más allá, pronosticando que esto sucederá una vez que el gobierno resuelva el problema de los pasivos remunerados, el problema de los puts del Banco Central y el tema de los dividendos en sus propias palabras
Desde Mariva seguimos siendo prudentes y nuestras proyecciones actuales asumen que los controles de capital no se levantarán del todo al menos en 2024. Tanto Caputo como Mieli volvieron a hablar de implementar un esquema de competencia de monedas como camino hacia la dolarización.
La idea sería fijar el stock de pesos y luego permitir que la economía se re-monetice sólo a través del ingreso de otras monedas, presumiblemente el dólar estadounidense. Hay aspectos de esta propuesta que nos preocupan como el periodo de transición ya que podría ser tumultuoso, la gente evitaría al principio usar sus tenencias de dólares debido a la desconfianza profundamente arraigada en el peso aplicando aquí la ley de Gresham, dar lugar a una recesión inicial y una transferencia de riqueza regresiva de los tenedores de pesos y los asalariados hacia los tenedores de dólares.
Además creemos que una vez implementado este esquema monetario se enfrentaría a los mismos problemas que el patrón oro: oferta exógena de dinero frente a una demanda volátil, incapacidad para absorber los shocks externos y una subordinación de la política monetaria a la política de la Reserva Federal de los Estados Unidos. A diferencia del patrón oro, aquí el gobierno también perdería el acceso a los ingresos por señoreaje.