Los jóvenes de hoy, más inseguros a causa de la pandemia

La situación de los más jóvenes, a raíz de la pandemia y sus consecuencias, en el análisis del profesor José Chade, de la Fundación Bologna Mendoza.

José Jorge Chade
Presidente Honorario de la Fundación Bologna Mendoza

El 67% de los jóvenes de edad comprendida entre 18 y 29 años pueden ser sujetos de ansia o depresión. El bienestar mental empeora cuando el recorrido escolar se interrumpe y las expectativas para el futuro se transforman en inciertas.

La pandemia y su impacto socio-económico tendrán una recaída sobre la salud mental y afectiva y sobre el bienestar de las personas. El stress familiar, aislamiento social, el riesgo de abusos domésticos, instrucción interrumpida e incertidumbre sobre el futuro son algunos de los canales a través de los cuales el covid-19 ha influido en el desarrollo emotivo de niños y jóvenes. La mitad de los problemas de la salud mental comienzan a la edad de 14 años, lo que significa que los niños y jóvenes se encuentran particularmente a riesgo en la actual crisis.

La instrucción y el bienestar van de la mano. En Italia he encontrado un interesante dato en la relación "salud mental e instrucción": Entre aquellos que pensaban que su recorrido escolar se habría demorado un poco o habría fallado, el 22% tenía ansia o depresión, respecto al 12% de los estudiantes en la que su instrucción había continuado a ser regular. Las tendencias son similares cuando se confrontan los estudiantes que refieren que han aprendido menos. Estos resultados subrayan la relación entre bienestar mental, por un lado, y resultado escolar e integración en el mercado del trabajo, por el otro. La condición de bienestar mental ha empeorado sobre todo para las jóvenes mujeres: teniendo en cuenta los muchachos entrevistados, las chicas tenían un porcentual de 7 puntos más de posibilidades de sufrir estados de ansia y depresión. Esto podría indicar que las chicas están más sujetas a stress y responsabilidad al interno de la casa.

Más jóvenes, más ansiosos

Contrariamente a cuanto se podría pensar, son los más jóvenes a estar expuestos a mayor riesgo de recaídas a nivel de bienestar mental. Teniendo en cuenta la fase de edad de los jóvenes de 18 a 29 años , el 17% de los entrevistados han sido evaluados como propensos al ansia y la depresión, respecto al 11% de los jóvenes entre 30 y 34 años. Particularmente, los más jóvenes han comentado que pocas veces o casi nunca se han sentido relajados (35%), optimistas(25%) o cercanos a otras personas (29%) .

Es probable que esto sea el resultado del cierre de las escuelas y/o lugares de trabajo, como así también de las preocupaciones ligadas a su propia salud y a la de sus familiares.

La incógnita del futuro

La pandemia ha comprometido también las expectativas y las aspiraciones por el futuro: estas, son parte integrante del bienestar mental de los jóvenes. Ellos han visto su futuro influenciado por la pandemia: las escuelas cerradas, los exámenes no realizados, la economía en dificultad. El miedo constante, la preocupación y el stress difundido durante la crisis del covid-19 podrían tener, a largo andar, dañinas consecuencias para los jóvenes, incluido por ejemplo , un deterioro del tejido social. Al respecto, les presento algún dato interesante: el 38% de los jóvenes a nivel global, es inseguro y el 16% tiene miedo por las perspectivas de carrera futura. Los jóvenes que han dejado de trabajar desde el comienzo de la pandemia están más preocupados, siendo un 24% los que declaran tener miedo por las perspectivas de su futuro. Del mismo modo muchos jóvenes estudiantes la cuya instrucción ha sido interrumpida han declarado sentirse inciertos (44%) respecto a los estudiantes en los cuales, y en algún modo la instrucción se ha mantenido constante (32%).


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