Pandemia, falsa sensación de seguridad y necesidad de no relajarse

Matías Aciar ofrece su opinión en torno al relajamiento en medio de la cuarentena, desde su óptica vinculada a la Higiene y la Seguridad.

Matías Aciar

Para los que trabajábamos en el ámbito de salvaguardar las vidas del "laburante de a pie", ese que busca el mango ya sea el artesano que hoy busca que se los escuche o el gran empresario que busca salvarse a como dé lugar, tienen en común tanto al empleador como al empleado, sentirse cómodo cuando se los controla, pero cuando uno se aleja un poco de sus miradas, comenzamos a ver aptitudes y actitudes, que nos llevas a un accidente más pronto de lo esperado, aún sabiendo ellos todos lo que deben hacer, y es ahí, que la falsa sensación de seguridad que le brinda el espacio de confort, es donde ocurre los accidentes...

Haciendo esta analogía hoy es momento de reflexionar a una semana de no reportar casos positivos de covid-19 en la provincia...

Tener los cinco sentidos abiertos es vital, en todas las medidas preventivas que estipula el gobierno nacional en las cual adhiriendo el señor Gobernador, estableció a partir del 13 de abril comenzar a flexibilizar la cuarentena para algunas actividades económicas, estableciendo medidas de control y prevención en general como el uso obligatorio de tapaboca/barbijo/guantes, llamados elementos de protección o prevención personal, en la vía pública, pero es vital abordar cómo se prepararon en los diferentes rubros. ¿Se hicieron mantenimiento preventivos en sus instalaciones?, ¿capacitaron al personal?, ¿buscaron ponerse al día con su habitaciones?, controlaron las puestas a tierras, habilitaron sus calderas o equipos sometidos a presión?, ¿se acondicionaron las escuelas para su regreso? 

El ordenamiento territorial, ambiente, residuos, uso de consumo hídrico, entre otras tantas necesitas para poner el foco en plena pandemia.

Las normativas vigentes atinentes a la Higiene, Seguridad, Salud Ocupacional y Ambiente, deja bien claro el rol de cada unos de los profesionales matriculados que deben cumplir en firmar los protocolos y su implementación, capacitando a los mandos medios como a todo el personal a cargo exceptuado, pero sin un compromiso genuino de parte del estado en sacar no solo inspectores municipales a controlar los bares, o apostar a la policía en el Km 0, sino también dotar de personal calificando para controlar las industrias de gran porte, brindados mayores controles por parte de la SRT, ART y la Subsecretaría ya que a la fecha permanece cerrados, dejando claramente un libre albedrío de parte las industrias en cumplir con lo básico de los protocolos publicados, lo cual merece un mayor estudio en cada institución a los fines de no volver a la fase 0, y eliminar el trabajo multidisciplinario de todo un sector que quiere resurgir con una matriz productivas estancada en pleno otoño.


Aprender a convivir con el virus, implica adoptar nuevos hábitos, como el permanente uso de los tapa boca, la forma de saludarnos, la aplicación de buenas prácticas de higiene, el control de temperatura corporal que deberá hacerse cada día al ingresar a trabajar, opciones del teletrabajo, formas de vestir, control de la salud con enfoque al nivel inmunológico, incremento en uso del dinero electrónico.


Es difícil pasar por alto la suprema ironía del hecho de que lo que nos unió a todos y nos empujó a la solidaridad global se expresa a nivel de la vida cotidiana en órdenes estrictas para evitar contactos cercanos con los demás, incluso para aislarse, llevar un control mínimo de población en situación de calle, como así también verificaciones de asilos, como los barrios más carenciados y alejo del acceso a lo básico.


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