Albania nombró a la primera ministra creada por inteligencia artificial

¿Un adiós a la política de carne y hueso? Albania presentó a Diella, la primera funcionaria generada por IA. Controlará las licitaciones públicas para garantizar transparencia y frenar la corrupción

El primer ministro de Albania, Edi Rama, hizo historia al presentar a la primera ministra generada por inteligencia artificial en el mundo. Se llama Diella, que significa "sol" en albanés, y ocupará un rol clave: estará al frente de la contratación pública, un terreno siempre sensible por las sospechas de favoritismos y corrupción. Según el mandatario, la misión de Diella será la de garantizar procesos "100% limpios y transparentes", un gesto político que también apunta a acelerar el camino de Albania hacia la Unión Europea.

La llegada de Diella no es un salto al vacío. Desde enero ya venía trabajando como asistente digital en la plataforma oficial e-Albania, donde facilitó más de 36.000 trámites y documentos digitales. Ahora, su paso de asistente a ministra marca un precedente inédito: será la encargada de supervisar todas las licitaciones y, si lo considera necesario, podrá contratar talentos de cualquier parte del mundo. Rama aseguró que su presencia virtual servirá para romper con las redes de intereses que históricamente opacaron la gestión estatal.

El anuncio se inscribe en un contexto global en el que la inteligencia artificial empieza a meterse de lleno en la política y la administración pública. Japón, por ejemplo, ya utiliza sistemas basados en IA para responder consultas ciudadanas y ordenar datos de gestión; mientras que Estonia lleva años experimentando con "jueces robots" para resolver disputas legales menores. En el Reino Unido y Estados Unidos, varios parlamentos y ministerios adoptaron asistentes virtuales para filtrar información y acelerar procesos, aunque ninguno se animó hasta ahora a otorgar un rango ministerial.

¿Adiós a la política de carne y hueso?

¿Por qué Albania dio este paso? La respuesta está en Bruselas. El país balcánico busca ingresar a la Unión Europea para 2030 y uno de los principales requisitos es demostrar avances concretos en la lucha contra la corrupción. Rama, que acaba de iniciar su cuarto mandato consecutivo, sabe que la administración pública es el flanco más cuestionado. Con Diella, quiere enviar una señal política contundente: mostrar que la tecnología puede ser un aliado para cortar con los viejos vicios de la burocracia.

El movimiento abre un debate sobre hasta dónde puede llegar la inteligencia artificial en el terreno de la política. Que una ministra no tenga cuerpo ni pasado político rompe con todas las lógicas tradicionales del poder. En un país de 2,8 millones de habitantes que busca modernizarse a toda velocidad, la jugada puede ser vista como una innovación audaz o como un riesgo que debilita la legitimidad de la democracia representativa.

La pregunta que queda flotando en el aire es si los algoritmos empiezan a tomar decisiones sobre los fondos públicos, ¿qué lugar le quedará a la política de carne y hueso? ¿Muere la política o simplemente se reinventa en clave digital?

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