Burgoa bajo presión: resiste su salida pese al pedido del intendente y la oposición

El concejal radical de Guaymallén dio positivo en un test de alcoholemia y generó una fuerte crisis política. Mientras avanza un pedido de destitución, él asegura que no dejará su cargo

Pese a la creciente presión desde su propio espacio político y desde el Ejecutivo municipal, el concejal de Guaymallén Miqueas Burgoa confirmó que no dejará su cargo, luego de haber sido demorado por conducir en estado de ebriedad en General Alvear. El escándalo sacudió al radicalismo mendocino y abrió una interna en el oficialismo departamental.

Burgoa fue interpelado este martes por sus compañeros de bloque, quienes esperaban que presentara su renuncia. Sin embargo, el edil de 34 años se defendió argumentando que fue víctima de una "operación mediática" y de "la mala suerte", según fuentes partidarias del departamento.

El pedido desde la oposición

El justicialista José "Pepe" Pozzoli ya presentó un proyecto para solicitar formalmente la remoción de Burgoa, proceso que requerirá el voto afirmativo de dos tercios del Concejo Deliberante. Sin embargo, la iniciativa no podrá tratarse en la próxima sesión por no haber ingresado en tiempo parlamentario, por lo que se pospondría para la siguiente semana.

En tanto, desde intendencia, el mensaje fue claro. Calvente exigió públicamente la renuncia del concejal y también lo hizo en privado ante la presidenta del Concejo, Verónica Cancela. "Si se tratara de un funcionario del Ejecutivo, ya habría pedido su dimisión. Es alguien que representa al pueblo, y para honrar ese mandato, debería dar un paso al costado", expresó el intendente en conferencia de prensa.

Cerca del jefe comunal consideran que la permanencia de Burgoa en su cargo genera un desgaste innecesario y desvía la atención en un año electoral clave. Cambia Mendoza busca revalidar las cinco bancas obtenidas en 2021, y el escándalo podría complicar ese objetivo. "Necesitamos recuperar la normalidad para avanzar con proyectos fundamentales de la gestión", señalaron desde el entorno del mandatario.

Los hechos que comprometen a Burgoa

El episodio que generó la crisis política ocurrió el pasado fin de semana, cuando Burgoa asistió a la tradicional "paella radical" en General Alvear. Más tarde, se dirigió a un boliche en Bowen junto a un exfuncionario municipal. Según fuentes policiales, el concejal cruzó un semáforo en rojo y fue detenido por la Policía Vial.

Durante el control, Burgoa no pudo presentar su licencia de conducir -ni física ni digital- y el test de alcoholemia arrojó más de 1,25 gramos de alcohol por litro de sangre, superando ampliamente el límite permitido de 0,5. Fue trasladado a la comisaría 46ª de Bowen, donde permaneció demorado hasta el mediodía del sábado.

A pesar de la gravedad del hecho y de las presiones políticas, el concejal insiste en conservar su banca. Su mandato vence con el próximo recambio legislativo.

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