Daniel Lacalle apoyó el discurso de Milei en Davos: "Hay que seguir dando la batalla"

El economista español Daniel Lacalle señaló la importancia que tuvo el discurso del mandamás argentino para seguir dando "la batalla cultural" en el mundo contra la cultura woke.

Conte, Argüello y Bitar
Conductores del programa "Tenés que saberlo", de lunes a viernes a las 7 por Radio Post 92.1.

El discurso de Javier Milei en Davos despertó opiniones de parte de todos los sectores. Dentro de quienes se mostraron a favor se encuentra el economista español Daniel Lacalle, quien en diálogo con "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, expresó su conformidad con las palabras del presidente argentino en Suiza.

"Creo que hay un cambio radical en la política de Estados Unidos con respecto a todo esto que se incluía bajo el paraguas de la diversidad, equidad e inclusión, que en realidad se ha utilizado para avanzar como un caballo de Troya con una agenda totalitaria de censura, de veto y de cancelación. Creo que es muy importante ese cambio en el sentido de que la administración Trump está tomando la batalla cultural como un eje fundamental, además de la economía y las relaciones internacionales, de lo que va a hacer su política en los próximos cuatro años", señaló Lacalle.

El economista español marcó que esto está alineado con la visión de Milei y de otros presidentes del mundo, que ven como los valores de occidente se ponen en peligro: "También los valores de la libertad de expresión, de la igualdad ante la ley y del crecimiento económico, porque tienen efectos económicos también negativos. Creo que es un cambio diría histórico en ese sentido, la batalla cultural como un factor en el que el centro derecha y la derecha abandonan esa visión pragmática y tecnocrática de la gestión orientada fundamentalmente a la economía para defender postulados que tienen más que ver con la moral y con la ideología", señaló.

Lacalle señaló que el discurso de Milei fue importante para no olvidar en lo que se había convertido Davos a partir del año 2018: "Davos era un foro de debate, de intercambio de ideas diferentes en el que se llegaban a acuerdos importantes y positivos para el mundo. Pero yo diría que desde el año 2018, hemos visto un Davos en el que se repetían mantras muy dañinos para la economía, para el progreso y que luego además han llevado a empeorar la vida de los ciudadanos. La incorporación de las tesis inflacionistas, de las tesis intervencionistas, poner a los gobiernos por encima de los ciudadanos y el Estado por encima de los contribuyentes. Todo eso ha sido muy dañino para la economía global. Yo creo que ese discurso fue por un lado de defensa de la batalla cultural y de defensa de las ideas de la libertad y a la vez de una pequeña regañina a un Davos que se había plegado a las tesis más estatistas y que además ha tenido efectos negativos para todos los ciudadanos del mundo en inflación, en crecimiento y en impuestos".

En esa línea, señaló que es importante que la gente tenga el apoyo de sus líderes y que la cultura woke es en realidad la "anticultura": "La cultura es debate, es rebeldía, es disenso, es buscar cosas que son innovadoras. Esto no es cultura, esto es anticultura, esto es neoinquisición, esto es la utilización de la cancelación, el veto y la mordaza a las opiniones de la mayoría de la gente. Creo que el final de la anticultura woke empezó precisamente con el fracaso de las empresas que la abrazaron de manera más significativa: tantas empresas que decidieron que era una buena idea llevar a cabo una estrategia de intentar agradar a un segmento de público que es minoritario y, lo más importante, a la vez buscaba activamente ofender o molestar a la inmensa mayoría de la gente porque esa inmensa mayoría de los ciudadanos no se quejaban. Es muy fácil ser irónico, atacar e insultar a los católicos, a la familia tradicional, a todo lo que tiene que ver con la cultura occidental y luego ser extremadamente blandos con las dictaduras, con los regímenes totalitarios".

Lacalle expresó que el fracaso de esto vino por el lado de lo económico: "El fracaso brutal uno detrás del otro de películas, series, el intento de introducir referentes culturales transgénero de manera completa y absolutamente fortuita. Creo que esto es importante porque una mayoría de la población de repente se ha dado cuenta que son la mayoría y por eso es tan importante que haya líderes que lo defiendan. Decía Churchill ‘en un campo de vacas lo que hace ruido son los grillos' y cuando los grillos dictan la actividad cultural, económica, política, nos encontramos con medallas de oro en las olimpiadas a personas que son hombres nacidos como hombres y todas las locuras que hemos vivido en los últimos años".

A su vez, marcó que esta "batalla cultural" es un largo camino: "Mucho cuidado con este totalitarismo y sectarismo de la nueva inquisición porque está de retirada pero no se ha ido. Probablemente le den el Oscar a la mejor película a una película en la que un narcotraficante, asesino y delincuente se convierte en un referente para el mundo de solidaridad y amabilidad cambiándose de sexo. Creo que lo dijo el presidente Milei muy bien en Davos: hay que luchar para erradicar este cáncer del wokeismo porque debemos recordar que lo que era el wokeismo, la cultura woke, era algo que tenía una lógica: la defensa de la igualdad y los derechos de las minorías raciales en Estados Unidos, era algo absoluta y totalmente defendido por todo el mundo".

En comparación, señaló que a la cultura woke le sucedió lo mismo que al feminismo, la lucha ambiental y otros movimientos: "Se adoptan estas políticas por parte de la ultraizquierda para introducir el totalitarismo. Y efectivamente lo que era un movimiento supuestamente para reconocer los riesgos de racismo se ha convertido en un movimiento para directamente atacar a la población que te molesta ideológicamente. Hay que dar la batalla todos los días, no caer en el error que cayó el liberalismo, el centroderecha y el capitalismo cuando cayó el muro de Berlín de pensar ‘ya está, ya se ha ganado'. No, esta es una batalla que va a darse y que va a ser larga".

El economista señaló que esta "anticultura woke" utiliza "los once principios de la propaganda de Goebbels a la perfección": "Uno de ellos es el de transposición: ellos mienten y acusan de mentir a los demás; ellos usan la desinformación constantemente, pero acusan a los demás de desinformación; el principio de siempre acusar al otro de lo que este grupúsculo lleva a cabo. Lo que dice Milei tiene toda la razón: hay que seguir dando la batalla. Le están acusando de hablar desde un pensamiento único, cuando el pensamiento único son ellos. Son ellos las máquinas de desinformación que acaban de inventarse que Elon Musk había hecho el saludo nazi, o que Donald Trump había dicho que España es un país de los BRICS".

A su vez, Lacalle señaló que existen nuevos líderes de esta "batalla cultural": "Hay muchos más líderes, yo creo que también tenemos que incluir a los que están surgiendo en Francia, Alemania, Irlanda, en Reino Unido, la nueva líder del Partido Conservador es una persona que va en ese mismo sentido. Está surgiendo todo un grupo que se mueve ideológicamente entre el centro-derecha, el libertarismo y una derecha más soberanista. En Canadá también está ocurriendo, en otros países de América Latina, con muchas diferencias entre todos estos líderes, pero con ese pilar fundamental de acabar con esta locura de sectarismo que hemos vivido. Creo que está extendiéndose mucho".

Por otro lado, el economista señaló que es muy probable que se de un acuerdo de libre comercio entre Argentina y Estados Unidos y señaló la importancia del secretario de Estado Marco Rubio: "Es una persona que tiene un conocimiento sobre la economía argentina y sobre América Latina en general muy importante y que entiende perfectamente que es un beneficio para las dos economías en todo el ámbito de inversión energética, materias primas en general, no solamente energética en cuanto a petróleo y gas, sino también las tierras raras y minerales necesarios para las renovables".

En esa línea, aprovechó para señalar que no se debe confundir los datos de Estados Unidos con una economía ordenada: "Estados Unidos recibe en esta administración el mayor déficit de la historia en tiempos de paz: en los últimos tres años, el crecimiento del PIB es verdad que ha sido alto, pero ha venido fundamentalmente de inmigración y de gasto público. El gasto público ha aumentado en más de 2 billones de dólares, los salarios medianos en términos reales de los ciudadanos han caído y tenemos que ser conscientes de que, aunque Estados Unidos tiene un desempleo muy bajo, la tasa de ocupación y la tasa de empleo, participación laboral, están por debajo de los niveles de 2019".

Finalmente, concluyó señalando que si bien los datos de Estados Unidos no son malos, han dejado atrás a muchos ciudadanos: "De hecho a más de la mitad norteamericanos, con el objetivo de la administración Biden que era el de dar unas cifras muy buenas. Se dispara el gasto público y lo que viene detrás es mayor inflación. Yo creo que Estados Unidos es una economía muy potente, no está muy mal como puede ser la de la eurozona, pero ha perdido una gran capacidad de su potencial y esperamos que eso cambie en estos primeros años de la administración Trump".

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