Franklin Chang Díaz: "Así como en este momento hay millones de personas volando en aviones, lo haremos entre planetas"

Viajó siete veces al espacio y se independizó de la NASA para crear un motor que podría revolucionar los viajes entre planetas. Ahora la NASA lo respalda como también lo hacen empresas privadas que confían en su creación, un motor inédito. Franklin Chang Díaz, en latinoamericano en la carrera espacial junto a Elon Musk y Richar Branson.

G. Conte y S. Montiveros

Con siete viajes al espacio exterior en su haber, el exastronauta Franklin Chang Díaz puede decir que ha renacido siete veces tras experimentar situaciones únicas y de privilegio al poder observar la Tierra desde lejos. Para el primer latinoamericano en viajar al espacio exterior eso significó una formación personal a fuego que multiplicó sus conocimientos, expectativas y amplió su mirada sobre al vida y el planeta.

Hoy es un industrial aeroespacial, CEO de Ad Astra Rocket Company, creadora del Motor de Magnetoplasma de Impulso Específico Variable, conocido por su sigla VASIMR. Se propone tener varias ventajas sobre los actuales diseños de cohetes químicos, incluida la posibilidad de recargarse en el espacio, y velocidades ultra-altas para las misiones espaciales lejanas.

Charles Bolden, administrador de la NASA, ha reconocido que la idea de Chang podría cambiar para siempre la exploración espacial.

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"Estamos estudiando cómo frenar a a tiempo, para no pasarnos de planeta", bromeó este sábado en diálogo con el programa "Tormenta de Ideas" por radio Nihuil, en una entrevista que invitó a pensar, a salir de los temas pequeños y a imaginar futuros posibles más allá de lo que hoy está al alcance de la mano.

- Estamos viviendo momento de la humanidad en donde imagino yo, y queremos escuchar su punto de vista, viajar al espacio en un concepto bastante diferente al de su primer viaje. Se está hablando de turismo, de comercio y de otros planetas para visitar. ¿cómo la ve usted? 

- Sí claro es algo muy bonito. Lo que está ocurriendo en el planeta es que yo creo que estamos despertándonos a la verdadera era espacial, donde todos tenemos acceso al espacio. Antes era una contienda tal vez entre dos superpotencias, luchando por demostrar verdad su superioridad en el cielo, pero ahora no es un lugar de trabajo. El espacio se ha convertido en un lugar de trabajo, un lugar de negocios, donde la gente ahora va al espacio a hacer negocios, es un mercado grande. 

- ¿En qué momento usted visualiza estará esa posibilidad de viajar al espacio. No digo de cualquiera, pero si de repente que alguien de Argentina, de Uruguay, de Paraguay pueda ocupar un lugar en esos vuelos?

- Yo creo que ya. Estamos como en una especie de punto de inflexión verdad, donde las cosas están cambiando muy rápidamente, en muy poco tiempo. Con estos vuelos privados, completamente se abre un mercado interesante para todos los países y todas las todas las comunidades que tengan interés en participar. Eso implica que los precios van a caer, lo cual hace que se haga más grande aún el mercado. Yo visualizo que en una década vamos a estar, básicamente, a principio de una era como era la aviación en los años 50, que empezó a masificarse. Hoy estamos hablando de millones de personas que están en el aire en todo momento. Antes era muy difícil viajar de un país a otro avión, era caro, pero ahora no ahora es facilísimo y hay ofertas especiales. Todo esto va a ocurrir con el espacio.

- En cuanto a la seguridad, para usted y sus colegas, ir al espacio era una actividad riesgosa. ¿Son seguros estos vuelos para las personas que decidan viajar al espacio?

- Todo esto es relativo. Incluso cuando era chiquillo volábamos de Costa Rica a Venezuela y tal vez era más peligroso, aún los años 60. Luego se multiplicaron las tragedias aéreas, había bastantes. Ahora relativamente pocas y se ha visto que la seguridad ha aumentado bastante. La gente se monta en un avión y no piensa que van a morir.  Lo mismo va a ocurrir o está ocurriendo ya con los vuelos espaciales y esto se va a incrementar cada vez más. Eso hace que el sistema sea viable. 

- ¿Qué soñaba usted cuando cuando era chico y se le ocurrió seguir esta carrera? Usted es físico, ingeniero y no solamente es astronauta, sino que es un diseñador de estrategias para volar. ¿Qué piensa que va a pasar?

Franklin Chang Díaz: "Así como en este momento hay millones de personas volando en aviones, lo haremos entre planetas"

- Yo le digo a la gente que tal vez nunca, dejé de ser niño. Posiblemente ese fue el problema que tuve. Sigo siendo un chiquillo, pero soy una persona aventurera y un producto de la Era Espacial. De cuando empezó todo este auge en el año '57, con el lanzamiento del primer satélite artificial. Todo el mundo, todos los chiquillos de la época, todos mis compañeros y amigos, todos, queríamos exploradores espaciales o ir al espacio, cuando los astronautas de carne y hueso no existían todavía. Me aventuré a venir aquí a los Estados Unidos, donde concreté mis estudios, seguí adelante con esa idea, pero no pensando que era el único punto final. 

- Es de las pocas personas que ha podido ver el mundo desde tan lejos, en el espacio exterior. Qué mensaje le daría a la gente que no sea animado hacer cumplir sus sueños y qué mensaje deja usted a la humanidad después de haber tenido semejante experiencia.

- Yo le digo a la gente: el mensaje para la humanidad es que todos realmente somos astronautas. Todos en este planeta somos parte de una tripulación, de una nave espacial, que nos estamos dando cuenta que necesita mantenimiento. La hemos descuidado bastante. Hemos dañado el sistema de mantenimiento de vida. Nuestro aire está contaminado, tenemos problemas de energía y tenemos mucha gente, también. Eso es algo que está pasando, porque el mundo es del mismo tamaño, pero la cantidad de gente que tiene que alimentar es cada vez mayor. Estamos cada vez más apretados y esos roces entre diferentes etnias y grupos empiezan a causar fricción. Yo creo que eso lo que nos está diciendo, básicamente: que el futuro está en el espacio. La humanidad tiene que abrirse al espacio, tiene que tener esa capacidad de salir. No quiere decir que vamos a dejar la Tierra y botarla como un zapato viejo. Más bien deberíamos preservarla y tenerla como algo muy bello para que generaciones futuras puedan regresar a ver nuestro planeta. Que la Tierra se convierta en una especie de "parque nacional de la humanidad", "patrimonio de la humanidad", pero la mayoría de los seres humanos vamos a estar viviendo fuera. Eso lo que yo visualizo que va a ocurrir. 

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- ¿En qué tiempo ocurriría?

- Tal vez unas cuantas generaciones. Yo diría que planeta en estas próximas generaciones y logramos frenar este cambio climático y los daños que le estamos haciendo al medio ambiente. Si logramos controlar eso y el ser humano continúa desarrollándose, tenemos la esperanza de que en unas cuántas generaciones, tal vez unas tres o cuatro generaciones, estaremos en esas condiciones de regresar a la Tierra y ver quE es un patrimonio humano, de todos los seres humanos y la mayoría de los seres humanos vamos a estar viviendo afuera.

- ¿Y dónde estaríamos viviendo?¿Qué pronostica?

- No estamos hablando todavía de vuelos interestelares, porque esa tecnología no la tenemos. Pero sí estamos desarrollando tecnologías que nos habilitarían por lo menos todo el Sistema Solar y eso es importante porque hay potenciales lugares donde se podría vivir. El ser humano ha logrado vivir en lugares muy inhóspitos, en unas condiciones bastante favorables. Marte podría ser uno o las lunas de Júpiter que podrían tener agua líquida. Ciertos lugares podrían ser estaciones espaciales gigantescas que tengan la capacidad de operar por una razón de negocios, porque básicamente estaríamos explotando recursos en el espacio.

- En miles de millones de años, cuando nuestro Sol se apague, ¿tiene futuro el ser humano?¿Tenemos que preocuparnos por ver a qué otro sistema solar podemos ir o va a pasar tanto tiempo que lo más lógico es que la especie humana ya haya desaparecido?

- Creo que tenemos la oportunidad, si seguimos adelante en este desarrollo tecnológico, de convertirnos en una en una especie totalmente cósmica. En el sentido que podamos desarrollar capacidad interestelar  y poder viajar a otras a otras estrellas. Eso nos habilitaría una inmensa cantidad de oportunidades en planetas parecidos a la Tierra, tal vez. Es posible que podamos, que encontremos vida en otros en otros lugares. Posiblemente encontremos vida menos desarrollada o, tal vez, más desarrollada que nosotros. Eso va a ser un encuentro interesante que va a ocurrir como ocurrió hace 500 años entre Europa y América. Ojalá que podamos podamos manejarlo como se debe.

- Me recuerda mucho a Isaac Asimov. Sin que nada se hubiera inventado de lo que él escribió, todo sucedió. En este punto usted habla de colonizar otros planetas de muchos estamos pensando que si nos vamos es porque hemos destruido la Tierra. Su planteo es bastante más tranquilo, de preservar este planeta y salir a la búsqueda de otras vidas y otros lugares.

Franklin Chang Díaz: "Así como en este momento hay millones de personas volando en aviones, lo haremos entre planetas"

- Por ejemplo, la gente no no dejó a Europa para venirse para América y Europa no quedó destrozado, quedó bien, próspero. Lo que creo es que el ser humano tiene esa capacidad de poder establecerse en otros lugares y hasta cierto punto domar el medio ambiente en una forma que lo favorezca tal vez o suficiente para poder vivir bien. Usted se imagina por ejemplo una ciudad como Las Vegas, que está en medio del desierto. Ahí no había nada, pero ahora hay una gran ciudad y todo está artificialmente controlado por aire acondicionado y mucha energía. Yo no veo ningún problema, usted se mete ahora en algún en un mall, por ejemplo, y está en un ambiente inmenso totalmente controlado por computadoras  y sistemas de control de medio ambiente, purificación de aire, aguas y todo esto. El ser humano tiene esa capacidad.

- Hoy están de moda los documentales y hay una a gran cantidad plataformas disponibles, como no había antes, sobre las visitas extraterrestres al planeta Tierra. Usted que ha vivido en el mundo de la NASA y está todavía sumergido en las teorías aeroespaciales. ¿Eso ha existido, es mentira, es mito o estamos intentando comprender la convivencia entre distintas razas o formas de vida? 

- Yo no he tenido ningún encuentro con extraterrestres o nada por el estilo. Me hubiera gustado. Pero sÍ creo que debe haber seres más avanzados que nosotros y menos avanzados que nosotros. Pero claro, las distancias todavía nos vedan esos encuentros porque no tenemos la capacidad de transportarnos los lugares todavía, pero llegará el momento en que se logre y vamos a descubrir este universo muy lleno de vida.

- Recientemente hablamos con un discípulo suyo, el astronauta José Hernández, y nos habló de la posibilidad o la necesidad de montar una especie de estación espacial internacional en la Luna, para comenzar a probar la tecnología necesaria para llegar a Marte. ¿Qué tan lejos estamos de eso?

- De eso estamos bastante cerca, de hecho a una década más o menos. Nosotros acabamos de realizar hace dos semanas una prueba muy importante, aquí en el laboratorio de mi empresa, con el motor de plasma. Una prueba de larga duración que hicimos y que duró 88 horas continuas disparando el motor de alta potencia. Estamos operando 80 kilovatios de potencia que nunca se había hecho. Era es algo totalmente nuevo. Queremos disparar estos motores para p vuelos a Marte con seres humanos. Estamos hablando de motores de 1 a 5 megavatios.

- Para que se entienda de que estamos hablando, ¿en millas o en kilómetros, de qué velocidad se trataría para viajar a Marte?

- Son motores que tienen una alta potencia y se pueden desplazar en el orden de 50 o 60 kilómetros por segundo. Son velocidades con respecto el Sol. Hay que buscar un punto que esté más o menos fijo siempre que hacemos los cálculos de las velocidades. Podría seguir aumentando la velocidad, pero lo que pasa es que no queremos ir tan rápido y que no podamos frenar, porque obviamente usted va a ir y no frena, tiene que empezar a frenar antes porque si no se le pasa el planeta y va a dar a otro lado.

- Hoy es una competencia entre empresas privadas, en un momento en el que en el mundo hay empresas que son más grandes qué países. ¿Hay guerra o complementación entre las empresas para llegar cada vez más lejos?

- Por ahora no hay guerra, pero sí hay competencia y es una competencia saludable, yo creo. Es bueno, porque si el espacio fuera solamente para un grupo selecto realmente no tendría sentido. Hay competencia, pero no hay guerra y espero que no haya.

- Vio la Tierra desde afuera, desde la atmósfera. ¿Cuál fue su percepción, sus sentimientos?

- El espacio es algo transformador. Cuando el ser humano puede por primera vez ver el lugar donde está su casa, su país, es casi imposible no sentir un gran impacto. En inglés le dicen overview effect. Uno se siente por un lado muy poderoso y por el otro lado se siente muy indefenso, muy débil y se da cuenta de la pequeñez que es, no solo la Tierra, sino la nave espacial donde usted está montado. En el caso mío era el transbordador espacial que es algo que si algo ocurriera, algún desperfecto, directamente uno muere. Entonces se regresa con esa esa sensación de que ha sido transformado y la otra cosa que se siente es una gran sentimiento de libertad. 

- Me queda una duda que tiene que ver con su impacto después de estos viajes. Probablemente usted sea una de las pocas personas en el universo que tiene la capacidad política de haber observado todo este desde afuera. No tuvo inclinaciones para para dedicarse a la actividad política y poder transferirle a las naciones una mirada tan amplia y universal.

- No así directamente, porque me parece que no es mi charco, como decimos en mi país. Más bien yo lo que quiero es ayudar, obviamente, a mi país natal Costa Rica, a los Estados Unidos, un país adoptivo. Pero como latinoamericano yo me siento muy conectado con el resto de los países. Yo crecí muchos años en Venezuela y mis raíces son mezclas mezclas. Yo tengo parte de mi ascendencia China y entonces yo me siento como un ciudadano del mundo. Eso también me da la oportunidad de hacerlo continuamente entonces, entonces no depende de un partido político que está en el poder. Es algo muy bonito que lo reciban a uno, que lo escuchen y uno poder tal vez inyectar algunas ideas que puedan ser que puedan ser implementadas por los países. Ahora yo estoy muy interesado en el tema del hidrógeno y estamos impulsando la economía del hidrógeno en todo Latinoamérica y hay mucha actividad en Argentina. Usando el hidrógeno como un vector energético para descarbonizar la matriz energética de los países. Eliminar el petróleo completamente y utilizar energías renovables como el sol y el viento para para producir hidrógeno con electrólisis de agua. Eso se convierte entonces en el combustible que reemplaza a los combustibles fósiles.

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