Aviones y Mendoza: una base espía de EEUU en El Plumerillo, el pionero que se estrelló en el Lago del Parque y la floreciente industria

El historiador de la aviación y especialista en el tema Gustavo Marón habló en el programa "Tenés que saberlo" por RAdio Post 92.1 acerca de la historia de esta práctica en Mendoza, los hitos más sobresalientes, perlitas y también sobre la actualidad de la aeronáutica en nuestra provincia.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Desde siempre las personas se han sentido atraídas a lo que sucede en el cielo. Es algo que moviliza a la sociedad y que algunos eligen hacer de esta aventura aérea su modo de vida. Gustavo Marón es especialista en el tema y, además de haber sido por un tiempo titular de la Administración Nacional de la Aviación Civil, es un entusiasta conocedor e investigador del tema. De visita en los estudios de Radio Post 92.1, el especialista dialogó con el equipo de "Tenés que saberlo" y contó acerca de los secretos, la historia y la actualidad del mundo aeronáutico.

"El primer personaje que es muy digno de ser mencionado, que es Mario Casale, que fue un precursor mendocino que ya estaba volando en 1912 aquí. Para ponerlo en perspectiva, fue el año que se hundió el Titanic, coloquémonos en ese contexto. Destacó esto del Titanic, no sólo para colocarnos en la época, sino para decirles que cuando se hundió el barco, los diarios de la época le daban más cobertura a Mario Casale, que estaba haciendo vuelo acá en Mendoza, que al hundimiento del Titanic", comenzó narrando Marón.

El historiador señaló que dicho personaje no es uno de los que uno escucha habitualmente como Jorge Newbery o Benjamín Matienzo: "Este era un muchacho de clase recontrabaja, laburante, trabajador, que se encandiló con uno de los primeros aviones que vino a Mendoza. Se encandiló con Marcel Paillette, que era quien después iba a ser el primer instructor que iba a fundar la Escuela de Aviación Militar. Para 1910, 1911, los primeros años de actividad en la provincia, ver un avión por aquí, en estas latitudes y en el mundo, era como ver una nave espacial. Y además de eso, estaba la barrera psicológica de la inaccesibilidad. Entonces vino este francés Marcel Paillette a volar con su avión sobre los Portones del Parque, volaban desde El Rosedal, el actual enclave en El Plumerillo todavía no existía. En el avión que tenía la posibilidad de llevar a un pasajero, Marcel Paillette vendía vuelos. Entonces la alta sociedad mendocina, aquellos que se animaban, en un avión completamente descubierto, muy precario, salían a vivir su experiencia".

Aviones y Mendoza: una base espía de EEUU en El Plumerillo, el pionero que se estrelló en el Lago del Parque y la floreciente industria

Prosiguiendo con el relato, contó que en ese momento histórico los aviones era como naves espaciales y que el Casale no tenía dinero, pero sí mucha voluntad: "Empezó a darle una mano empujando el avión, ayudándole a arreglar las alas de tela, la madre de Casale iba a coser las alas de tela de ese avión. Cómo habrá sido el entusiasmo de este muchacho mendocino inmigrante, con todas las limitaciones de un inmigrante en una sociedad criolla que los repelía, que Marcel Paillette le vende su avión. Casale no tenía cómo pagárselo, le pagó dos cuotas y no se lo pagó más y el otro se lo perdonó porque es parte del espíritu aeronáutico. Con ese avión iba a hacer rides muy atrevidos de aquel tiempo, como por ejemplo volar a San Juan".

Además, recordó el accidente de Casale en diciembre de 1012 en el Lago del Parque y explicó la precariedad de aquellas naves: "Motores de 25 caballos de fuerza en el mejor de los casos, con combustible que hoy damos por sentado en las estaciones de servicio, en esa época el combustible aeronáutico lo tenías que formular vos mezclando, era una cosa totalmente limitada. Sobreponiéndose a todas esas cosas limitadas, él va avanzando, fundiéndose en el camino, y logra hacer un cobertizo en un campo de Los Tamarindos, acá en Las Heras, luego se iba a llamar El Plumerillo eso, pero se convierte en referente. Plumerillo le ponen al aeródromo que había ahí en 1933 para asociar la gesta de San Martín al regimiento de aviación del Ejército que estaba allí. Pero realmente fue siempre Los Tamarindos, a punto tal que toda la documentación oficial actual, fechada en carta, te dice ‘Los Tamarindos, Mendoza'".

El avion de Casale sobrevolando el Lago del Parque.

El avion de Casale sobrevolando el Lago del Parque.

Marón señaló que la importancia de Casale es haber desmitificado que la aviación es solo para un grupo selecto de iluminados o solo apra gente con dinero: "Casale rompe ese paradigma. Eso va a pavimentar el camino a un montonazo de gente nuestra, típicamente mendocina y emprendedora, que iba a ser la que finalmente iba a fundar los distintos aeroclubes de nuestra provincia. Como dice un gran amigo, el comandante Roberto Neira, que todavía está dando instrucción, el primer subdesarrollo es mental. Cuando vos rompes esa barrera, el primer límite desaparece. Y ese, en materia de aviación, claramente lo rompió Casale".

Además, señaló que los cronistas de la épica denominaban a Casale como "un iluso": "Lo menospreciaban porque él a lo único que aspiraba era primero volar y después difundir gratuitamente esa actividad entre toda la gente. Lo consideraban un iluso porque no había una utilidad mercantil, comercial, de ganancia. No buscaba guita, eso era importante, porque te está hablando esa calificación de iluso, de un altruismo que después se iba a replicar entre la gente aeronáutica. Sigue hasta nuestros días, no solo en Mendoza, sino en el país. Esto me lleva a dos preguntas: ¿dónde estaban los aeronáuticos antes de que existieran los aviones? ¿Cómo te volvés aeronáutico si no habían aviones? Era una mezcla de poeta, delirante, náutico, explorador".

Los orígenes de la aviación, ¿antes de la Primera Junta?

Marón mencionó que la historia es una disciplina que puede tornarse aburrida por la forma en la que se estudia, pero que hay ramas muy interesantes para poder analizarla: "Si agarrás algunos paradigmas, como la historia asociada a la tecnología y los aviones son típicamente tecnología, empieza a volverse muchísimo más divertida. Y no solo que te divierte, sino que te incentiva a seguir metiendo la cuchara de la investigación en otras cosas".

En esa línea, investigando y rastreando, Marón comentó que la historia de la aviación en Mendoza podría haber comenzado previo incluso a la Revolución de mayo: "No había aviones en esa época, pero revisando los archivos de la Primera Junta de Gobierno, un tal Miguel Colombise, relojero holandés radicado en Mendoza, le pide financiamiento a la primera junta, 4.000 pesos fuertes en aquella época, para construir un dirigible que según su cálculo y plano, iba a volar a un cuarto de legua por minuto. Es 1.5 kilómetros por minuto, 70 kilómetros por hora. Esto está en los archivos oficiales argentinos, la Primera Junta que estaba preocupada, entre otras cosas, por construir un país, el financiamiento y plantarse frente a los españoles, recibió la nota y la archivó".

Además, agregó: "El que ordena el archivo es Mariano Moreno. Y ves que en 1809 le había pedido lo mismo a Santiago de Liniers, que era el virrey del Virreinato del Río La Plata. Entonces, la historia argentina que parece inasible, que se remonta a esa época, la aviación te la trae y la pone tangible antes de la independencia. Eso es lo que les quiero significar: pasar del paradigma de la historia aburrida, a mí me resultó muy fácil, a la historia muy divertida, interesante y apasionante por la vida de la aviación, la tecnología, los aviones, el espacio, todo ese tipo de desarrollo".

¿Aviones espías en Mendoza?

El libro de Marón sobre el tema.

El libro de Marón sobre el tema.

Siguiendo con las historias, el especialista contó que en Mendoz ahubo incluso una base secreta de aviones espías: "Entre 1965 y el 1974, operó en Mendoza, en el aeropuerto, una base secreta de aviones de espionaje de los Estados Unidos con dos escuadrones, el escuadrón 58 y el escuadrón 57 del mando aéreo estratégico, que hacían rotaciones con aviones espías para espiar las explosiones nucleares, de los franceses en Fangataufa, mucho más allá de la Isla de Pascua. Eso pasaba todo en silencio, velado, secreto, operando desde acá de Mendoza durante mucho tiempo".


El historiador contó que se encontraban en la brigada aérea de la Fuerza Aérea Argentina, más concretamente en el hangar 7: "Fue construido por los norteamericanos, que muchos años después iba a ser inaugurado por otros norteamericanos de la empresa Weather Modification para instalar allí la lucha antigranizo. Yo trabajé 10 años en la lucha antigranizo y cuando vas viendo las fotos del escuadrón, son las mismas fotos de que la oficina donde uno estaba era la misma oficina donde había operado la unidad en secreto: mismo techo, la misma mampostería. Entonces se te producen conexiones muy fuertes porque decís ‘mirá, historia viva'".

Para otorgar cobertura a sus vuelos de espionaje, a principios de 1957 la NACA, la CIA y la USAF urdieron en conjunto el High Altitude Sampling Project, una pantalla de investigación atmosférica de gran altitud. La experiencia sería llevada a cabo por aviones U-2 modificados para la captación de partículas radiactivas, como este WU-2A (serial 56-6953) cuyos "botellones de muestreo" pueden verse perfectamente debajo de la tomas de aire del motor.

Para otorgar cobertura a sus vuelos de espionaje, a principios de 1957 la NACA, la CIA y la USAF urdieron en conjunto el High Altitude Sampling Project, una pantalla de investigación atmosférica de gran altitud. La experiencia sería llevada a cabo por aviones U-2 modificados para la captación de partículas radiactivas, como este WU-2A (serial 56-6953) cuyos "botellones de muestreo" pueden verse perfectamente debajo de la tomas de aire del motor.

Avión espía norteamericano Lockheed WU-2C 56-6707 afectado a la operación «Skin Diver» mientras operaba desde El Plumerillo en 1968. (Foto vía Emmanuel Tula).

Avión espía norteamericano Lockheed WU-2C 56-6707 afectado a la operación «Skin Diver» mientras operaba desde El Plumerillo en 1968. (Foto vía Emmanuel Tula).

La industria aeronáutica en Mendoza

Entre otras actividades, Aerotec fabrica aviones Tecnam.

Entre otras actividades, Aerotec fabrica aviones Tecnam.

Marón comentó que en Mendoza siempre hubo una actividad muy fuerte vinculada a la industria, aunque pasa desapercibida porque es un fenómeno muy pequeño dentro de la economía: "Cuando uno dice ‘comparemos la aviación con la minería' no tenés punto de comparación. Pero, por ejemplo, todo lo que es agricultura en nuestra provincia depende de la operación de aviones: la lobesia botrana, la polilla de la vid, la lucha antigranizo en cuanto a la prevención de accidentes. Es una realidad vigente en la economía argentina, aunque no suficientemente visibilizada. Mendoza tiene El Plumerillo, San Rafael y Malargüe integrando el sistema nacional, un buen número de aeroclubes. Y dentro de los aeroclubes, una actividad y una vivencia total porque cada uno es una escuela de vuelo".

El especialista comentó que cada aeródromo de la provincia fue construido por entusiastas y que ese espíritu pionero es una matriz de origen: "En este momento tenemos dos plantas interesantes de producción: la fábrica Laviasa, que produce aviones agrícolas, aviones de aplicación para el campo, en una provincia donde no hay un metro cuadrado de soja. Ya debe llevar del orden de los 80 aviones fabricados, lo cual no es poco. La empresa estaba basada en Plumerillo, ahora tiene una planta en Godoy Cruz y termina el ensamble en el aeródromo de San Martín".

En esa línea, añadió: "En el aeródromo privado de Rivadavia, tenemos una terminal de ensamble de la empresa italiana Tecnam, que es como decir Fiat. Están en más de 100 aeródromos del país, porque han vendido de los aviones ensamblados en Mendoza del orden de los 160, 150. Volvemos a la invisibilización: como toda fábrica produce y larga, entonces vos vas ahí y ves una línea de uno, dos o tres aviones. Pero en el registro de aeronaves tenés inscriptos 160 que han revolucionado el formato de instrucción en la Argentina y esa revolución se ha producido con raíz en Mendoza, son cosas del pasado que se vinculan con el presente. Cuando en 1980 la fábrica Metal Film planteaba construir 400 aviones de fibra de vidrio, esa es la raíz conceptual del atreverse, del atrevido mendocino".

El impulso humano por conocer

A su vez, Marón se refirió a la cualidad del ser humano de siempre haberse sentido atraído por los aviones y el cielo: "Hay un impulso humano, imprimado en nuestros genes, en la cadena de ADN, que impulsa al ser humano a explorar, a conocer, a ver más allá. El avión lo ha sido, la aeronáutica lo ha sido, te permite vivir un montonazo de nuevas experiencias, te cambia la cabeza, la geografía, pero además te impulsa más allá todavía. Cuando digo más allá es todo el desarrollo espacial, las misiones al espacio primero, a la Luna después, a Marte, están impulsadas en ese genoma que lo tenían los exploradores como Américo Vespucio, Marco Polo y todos los primeros navegantes, que lo tuvieron todos los aeronáuticos desde la época de nuestros pioneros, incluso los mendocinos, en adelante, y que hoy está latiendo en la sociedad. Es inherente al ser humano la exploración, la curiosidad, el querer ver, querer probar".

Los hermanos Orville y Wilbur Wright fueron conocidos mundialmente por ser pioneros en la historia de la aviación. El 22 de mayo de 1908 patentaron el primer aeroplano capaz de cumplir un vuelo prolongado y repetido.

Los hermanos Orville y Wilbur Wright fueron conocidos mundialmente por ser pioneros en la historia de la aviación. El 22 de mayo de 1908 patentaron el primer aeroplano capaz de cumplir un vuelo prolongado y repetido.

Finalmente, señaló que la última gran revolución en la aviación son los drones: "Todos aquellos que nos formamos en la vieja escuela, que nos gusta ver las cosas grandes y con alas, hay que rendirse a la tecnología. Dejemos de lado la nostalgia y el romanticismo, incluso el orgullo de la actualidad. Lo que se viene son los drones y constituyen una vanguardia que yo, personalmente, todavía me considero un profano que no la entiendo. Me gusta la aviación desde niño, pero es una categoría nueva que no me entra en la cabeza", concluyó.

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