Tergiversación de la memoria del 24 en escuelas bonaerenses

El gobierno de Axel Kicillof incluyó en las tareas escolares por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia de este 24 de marzo, una guía de trabajos que ofrece lineamientos para explicar en las aulas qué es lo que se conmemora. Pero la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires no se quedó con la fecha dramática y emblemática de 1976, ni refiere a los hechos que desencadenaron el golpe, la historia de la Triple A ni de Montoneros o el ERP. Su adoctrinamiento político lo realiza confusas asociaciones para emparentar a la dictadura militar con períodos de origen democrático, de color político diferente al del gobierno kirchnerista.

De tal modo, legisladores nacionales denunciaron que "el documento Soberanía, Memoria y Democracia, distribuido en todas las escuelas del sistema, propone una visión sesgada del pasado, procurando mediante confusas asociaciones emparentar a la dictadura militar con períodos de origen democrático. Dicha visión, la que sostiene el espacio político que hoy gobierna, revela una mirada única, autoritaria y falaz de nuestro pasado reciente, impidiendo a la escuela desarrollar una de sus misiones fundamentales, como es la de incentivar el pensamiento crítico", afirmaron desde la oposición al peronismo.

Ningún luchador contra la última dictadura que no adhiera al actual gobierno es citado: ni políticos, ni artistas, ni escritores. Todos pertenecen al canon del relato kirchnerista de los hechos.

Peronistas y radicales, enfrentados en la Legislatura por el relato del 24 de marzo

Un tramo de la cartilla, que revisó Memo (y que podés leer completa haciendo clic aquí) induce a hablar de Cristina Kirchner como creadora del Día de la Memoria, y no de la dictadura y la democracia en sí mismas, o del terrorismo de Estado y la guerrilla.

Como puede leerse, además de el sesgo partidario e ideológico que se inculca a cientos de miles de niños en las escuelas bonaerenses, de les dice y pregunta, textualmente:

"Desde el año 2006, el 24 de marzo se convirtió en la conmemoración oficial de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Sugerimos que, después de reponer la información básica acerca de lo sucedido el 24 de marzo de 1976, puedan debatir en torno a las siguientes preguntas:

• ¿Cuál es la relación entre la Memoria, la Verdad y la Justicia?
• ¿Cuándo y por qué se incorporó esta fecha en el calendario escolar?
• ¿Por qué creen que fue ese año?".

Partidismo explícito

Otro texto que generó resquemor en la oposición es el que propone estudiar la dictadura y el terrorismo de Estado con una mirada "analítica sobre el lema económico ‘achicar el Estado es agrandar la Nación'".

"Es clave analizar por qué desde 1976 y también en algunos períodos democráticos, se subordinó el Estado al mercado, naturalizando en nuestra subjetividad el endeudamiento y fuga de capitales, la evasión y concentración de la riqueza, la monopolización económica y empresarial, la destrucción del aparato productivo, la dolarización de la economía, la precarización laboral, la pobreza de vastos sectores de nuestra población y la desarticulación del tejido social comunitario, instalando el supuesto, de que el interés individual está por encima del bien común general", se lee en el texto respaldado por la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense.

"Estas decisiones han profundizado otras problemáticas que afectan la trama de la convivencia social y a las y los jóvenes de nuestras barriadas y escuelas, como el narcotráfico, la violencia institucional, de género, social y racial", agrega el texto señalado.

"Hay una tendencia a plantear que hubo gobiernos democráticos que fueron equiparables a la dictadura, lo que es absurdo. La diferencia entre la dictadura y los gobiernos democráticos es el valor de la vida, no la concepción económica. No es necesario que se haga un cuadernillo especial para este tema o cualquier otro, lo ideal sería evitar este tipo de materiales y ayudar a los chicos a investigar por internet o traer libros de historiadores para poder discutir un tema. Obviamente, una investigación así se debe hacer sobre una base determinada de valores, pero bajar un texto especial para conocer un tema tiene como único propósito dar una mirada sesgada sobre el proceso", argumentó en diálogo con el diario porteño La Nación Guillermina Tiramonti, politóloga e investigadora del Área de Educación de Flacso.