Quién controla Norton en medio de su crisis

En la Central de Deudores del Banco Central (BCRA) la empresa registra cheques rechazados sin fondos por 269 millones de pesos, de los cuales apenas fueron abonados dos por 17 millones de pesos.

La crisis de la bodega Norton, con hasta ahora 700 cheques rechazados, da cuenta de un presente incierto en manos de sus nuevos administradores, ya sea por la crisis del sector o por algún factor diferente, tal vez propio.

Tras lo que Memo llamó en su momento como "golpe de Estado familiar", la firma quedó bajo la tutea Diana Langes, media hermana de Michael Halstrick, a quien hasta hace poco todos en Argentina referenciaban con Bodegas Norton, el diamante vitivinícola argentino de la condesa Swarovski. La familia multimillonaria austríaca compró en 1989 la bodega que en 1895 había creado Edmond J. P. Norton y empezó un nuevo camino. Michael se transformó rápidamente en "Miguel" para los argentinos que trataron con él, y hasta contrajo nupcias con una mendocina, Susana Monzó, conocida abogada.

Halstrick, alemán de nacimiento, se mudó a los 4 años a Austria cuando su madre contrajo matrimonio con Gernot Langes-Swarovski. Vivió en Suiza, Italia, Venezuela y los Estados Unidos (donde se graduó en Administración de Empresas), pero, dice, halló su lugar en el mundo en Mendoza.

Langes se exhibe en sus cuentas en redes sociales profusamente en lugares paradisíacos y eventos de alto nivel.

En estos días en que la prensa esta dando cuenta de los problemas de sostenibilidad de la bodega, Langes posteó fotos en Formentera, la isla más pequeña de las Islas Baleares, cerca de Ibiza:

Quién controla Norton en medio de su crisis

 

Quién controla Norton en medio de su crisis

Es dueña de una aerolínea y de un club de fútbol, muy protagonista en las redes, hija de su padrastro Gernot y quien llegó para desplazarlo de la presidencia y su condición de CEO de Norton.

Quién controla Norton en medio de su crisis

Si bien la empresa mantiene la misma composición accionaria, Diana se hizo cargo con un equipo propio y desplazó totalmente a su hermano y su gente, salvo algún gerente y enólogo, que seguirían todavía en funciones.

En marzo de 2022 estuvo en la Vendimia y a pesar de su brillo, pasó desapercibido. La descubrió el periodista Santiago Montiveros (ahora director del diario Mendoza Post) y lo contó Memo: "Diana Langes Swarovski, dueña de una fortuna en Austria que incluye un club de fútbol, el WSG Swarovski Tirol, que disputa la Bundesliga austríaca".

Langes, en medio del desfile de gremios en el Carrusel de 2022.

Langes, en medio del desfile de gremios en el Carrusel de 2022.

La crisis de la bodega

En la Central de Deudores del Banco Central (BCRA) la empresa registra cheques rechazados sin fondos por 269 millones de pesos, de los cuales apenas fueron abonados dos por 17 millones de pesos. Luego pagaron dos cheques más y ahora el total de rechazos había bajado a 67 millones de pesos.

La deuda bancaria, que está siendo honrada como corresponde por la empresa con una serie de bancos acreedores, asciende a la friolera de 42.000 millones de pesos. Por eso en círculos del negocio vitivinícola mendocino ya se rumorea que la posible salida a esta crisis sería el pedido de concurso.

La crisis del vino

Después del pico de consumo que vivió el vino durante la pandemia, el mercado interno se desplomó y las bodegas se quedaron con grandes volúmenes sin salida. En agosto, las ventas locales cayeron 17% interanual, según el Instituto Nacional de Vitivinicultura. En el comercio exterior, las cifras se mueven con altibajos: en septiembre hubo una mejora del 13%, pero venían de retrocesos del 16% en agosto y del 21% en julio. Al mismo tiempo, las importaciones de vino crecieron 415% el año pasado, con Chile como principal proveedor.

Según lo contó el portal Bichos de Campo, el derrumbe del consumo no responde solo a la economía. También cambiaron los hábitos. Los jóvenes beben menos, y el fenómeno del "consumo consciente" gana terreno en todo el mundo. Crecen los vinos sin alcohol, los de bajo grado y las bebidas listas para tomar. En cambio, los vinos de consumo masivo pierden espacio. El mercado se achica en volumen, pero se reorganiza en valor: crecen los vinos premium, orgánicos o con identidad de origen.

Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina, lo resumió así: "El vino es un producto de consumo masivo que sigue todos los vaivenes del mercado. Cuando el consumidor tiene menos dinero en el bolsillo, hay productos que se vuelven prescindibles, y el vino está dentro de esa línea". Según explicó, "Argentina vive una tormenta perfecta: el mercado interno está deprimido y las exportaciones caen".

Kuret señaló además que se trata de un negocio que requiere alto capital de trabajo: "Las bodegas pagan a corto plazo y cobran a largo. Tienen vinos almacenados durante uno, dos o tres años, lo que genera un estrés financiero importante en un entorno de tasas altas y poco crédito".


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