Juan José Retamero, el inversor silencioso
Más allá de su disputa legal con Fecovita, el empresario español se refirió al momento económico de la Argentina, las oportunidades que brinda el RIGI y la posibilidad de volver a invertir en Mendoza.
Perfil bajo, grandes inversiones. A grandes rasgos, el empresario español, Juan José Retamero, es un obsesivo de la perfección y también un estudioso sobre las posibilidades de inversión en Argentina.
De hecho, el grupo inversor tiene presencia en el país desde 2015 y también inversiones comprometidas por $1500 millones de dólares para los próximos 20 años.
En diálogo con Memo, Retamero dio una mirada empresaria sobre el momento de la economía argentina y anticipó inversiones en Vaca Muerta.
-El Grupo AISA viene apostando por la Argentina, apostó por Mendoza, más allá de cómo salió todo con Fecovita, ¿Seguís apostando por la Argentina?
Bueno, yo creo que Argentina, podría decirse así es el "gran desconocido", ¿no? o es el jugador o la apuesta del futuro. Yo apuesto descaradamente por Argentina, llevo haciéndolo desde el 2015 con muchos envites positivos y negativos, pero apuesto descaradamente por Argentina y, por supuesto, por Mendoza, sin lugar a dudas.
Yo creo que el país está en el momento adecuado. Entiendo que se están marcando las reglas claras para los inversores. El inversor tiene un vehículo, que es el RIGI, que te garantiza la seguridad jurídica. Esto es muy importante. Si tú adhieres al RIGI, tienes la posibilidad mañana de discutir cualquier cosa que surja en el negocio durante los próximos 30 años en un tribunal internacional.
Luego del RIGI el tema de la libre disposición de divisas o sea, eso te hace estar en igualdad de condiciones con respecto a otros países, por ejemplo nosotros somos una familia y el resultado de nuestras inversiones los reinvertimos permanentemente en otros negocios pero hay otras corporaciones que tienen la obligación de repatriar dividendos para una casa matriz que a su vez tiene un accionista, o millones de accionistas, a los que quieren ver su dividendo a final de año. Entonces, no tener la posibilidad de hacer eso te limita las inversiones en Argentina, ¿no? O tener una limitación jurídica.
No digo que ni que esté bien ni que esté mal tener la jurisdicción en Argentina, pero tener una limitación jurídica te hace jugar en otras condiciones a las que juegan otros países. Entonces a mí me parece que todo lo que es igualar Argentina a las reglas básicas del negocio en cualquier otro país del mundo, me parece que es súper positivo y creo que estamos en el camino de hacerlo.
-Estás muy metido, obviamente, por tu proyecto minero San Juan, con Gualcamayo, también en Chubut con la actividad pesquera. ¿Tenés algún proyecto en carpeta para los próximos años? ¿Estás pensando en una nueva inversión?
Nosotros hasta octubre del 2022, que fue cuando firmamos el acuerdo final con FECOVITA, el foco lo teníamos puesto en el vino y en hacer un gran trabajo con el vino. No se pudo dar por los motivos que ya todos conocemos y todo eso se dirime en sede judicial.
Instalaciones de la mina Gualcamayo, en San Juan.
Pero desde octubre del 2022 hasta julio del 2025, hemos comprado una mina, hemos comprado una pesquera, hemos comprado un predio inmobiliario para construir 170 viviendas, un hotel, un centro comercial, un hub minero en San Juan y hemos comprado un parque fotovoltaico para desarrollar 50 megas en San Luis. Además estamos en vía de presentar un segundo RIGI, de más de mil millones de dólares para el desarrollo de un proyecto fotovoltaico de mil megas.
Sobre la minería, no hay que perder de vista que en la propiedad de Gualcamayo, en todo este tiempo, le hemos dado la vuelta a la situación. Acuérdate que Gualcamayo era una mina que cuando la compramos tenía patrimonio neto negativo. Una empresa en causa de disolución de $200 millones de dólares negativos, cerró ese mismo año en 170 millones en positivo, auditado por Price.
Gualcamayo: Entre la reactivación y la expectativa por el RIGI
Además, la mina tenía presentado un plan de cierre, levantamos el plan de cierre y certificamos recursos y reservas por 5 millones de onzas, de las cuales 3 son reservas probables y probadas. Son inversiones muy fuertes y de mucho trabajo.
Por otra parte, la pesquera (Cabo Vírgenes) es una pesquera importante, que factura 50 o 60 millones de dólares todos los años. Nosotros queremos hacer un plan de inversión y de desarrollo para llevarla en el menor tiempo posible, que tranquilamente podrá ser 5 o 10 años, a unos $250 o $300 millones de dólares y que siga desarrollándose en una nueva construcción de barcos, adquisición de nuevas plantas, que pueden ser en Argentina y estar destinadas a procesar el pescado.
-¿Cuáles son los proyectos futuros de Grupo AISA o los más relevantes?
Entendemos que los proyectos fotovoltaicos son cruciales. Si Argentina, yo entiendo, no tiene un desarrollo energético importante, no va a poder abastecer todos estos proyectos. Imaginaos el proyecto de Vicuña (San Juan) es un proyecto trascendental para Argentina
Es un orgullo que ese proyecto se desarrolle, pero necesita energía para abastecer un proyecto de cobre de esa magnitud. Entonces la Argentina tiene que estar preparada. Bueno, nosotros vamos a intentar desarrollar un parque fotovoltaico mínimo de mil megas. Vamos a trabajarlo, vamos a poner empeño en que eso suceda.
-¿Tenés algún otro proyecto en carpeta o en estudio para volver a invertir?
Pues la prioridad, evidentemente, ya que estamos aquí que tenemos este desarrollo, la prioridad está en la Argentina. Hoy en día estamos estudiando tres proyectos en Vaca Muerta, en Oil & Gas, y estamos en permanente desarrollo. Nos llegan propuestas de un montón de provincias, de un montón de gobernadores que quieren que pongamos un pie en su provincia.
-Saquemos la experiencia que has tenido en Fecovita. En general, ¿Qué percibís en el diálogo con gobernadores o autoridades y el sector empresario de cada una de las provincias? ¿Que tienen San Juan y Chubut que no tiene Mendoza?
Yo creo que Mendoza es una provincia con un desarrollo extraordinario, quizás es casualidad. La casualidad nos ha llevado a comprar una mina en San Juan porque estaba en San Juan, o hemos comprado una pesquera en Chubut porque estaba en Chubut.
Nosotros estábamos comprando todo el material que producía esta empresa, tanto de la mina como de la pesquera y al final se dieron las circunstancias y terminamos quedándonos con las empresas. Yo insisto, creo que Mendoza, no tengo trato con el gobernador, no se ha dado la ocasión, pero creo que Mendoza tiene un gobernador para sentirse muy orgullosa.
-¿Cuál es tu mirada empresaria sobre la mano de obra argentina? ¿Está realmente calificada?
Yo nunca podría haber hecho todo lo que hemos hecho si no me hubiera encontrado con una mano de obra extremadamente cualificada, extremadamente preparada y con unas ganas enormes de salir adelante, de desarrollarse y de crecer.
Evidentemente no conozco más que lo que tenemos: Tenemos 600 empleados directos en Chubut, 300 empleados actualmente en Gualcamayo y debe de llegar a 1.000 en breve. Quiero decir, es imposible que le hayamos dado la vuelta a Gualcamayo, si no existiera un personal que es 100% argentino, con una cualificación que roce o supere la excelencia.
-Por último, ¿cómo sigue la causa Fecovita?
Primero que nada, yo quiero decir que estoy muy satisfecho con cómo se va desarrollando la causa de Fecovita, en concreto todas las causas. La verdad es que no podemos decir otra cosa, nada más que si tuviera que poner un marcador como en el fútbol, te diría 10-0 a nuestro favor.
No quiero parecer soberbio, pero tenemos sentencia a nuestro favor de fraccionadora San Juan, confirmada por Cámara, que nos da 100% la razón. Tenemos sentencia a nuestro favor de jugos australes, por $14 millones de dólares.
En cambio, este señor (Marcelo Bocardo) tiene todas las cosas que sabemos, ¿no? Prohibición de salida del país, sumario penal cambiario abierto, embargo de todas las cuentas, de todos los bienes. O sea, es razón plena, ¿no? Ahora mismo está a punto de confirmarse por la Cámara la sentencia en primera instancia.
Pues la verdad es que yo me siento muy orgulloso de lo que está pasando si te das cuenta, ellos solo trabajan con falsedades o sea, cuando no tienes un documento que respalde tu posición tienes que inventar teorías, ¿no? que no tienen ningún respaldo.
Cuando les piden ese documento, el documento no está o no dice lo que ellos argumentan. Pero fíjate qué curioso, además hay una imputación por el balance falso de 2021. ¿Y una imputación qué significa? Una imputación significa, en Mendoza, que el fiscal te está acusando porque ve un delito. Ya no es Juan José Retamero quién los acusa, ¿no? Balance 2022, balance 2023, son falsos. Es muy importante, es muy fuerte esto.
Las autoridades de la mayor cooperativa de vino y mosto del mundo, las autoridades, no Fecovita, están acusadas de presentar balances falsos. Piénsalo, si lo llevamos a sede penal es como si estuvieras acusando a alguien de un delito grave. Bueno, en el tema de la estafa por lo que sucedió con los balances, inicialmente se archivó y nosotros tuvimos que presentar nueva prueba para que el fiscal viera nuevos indicios y se desarchivara y procediera a investigarse.
Pasaron muchas cosas y después se volvió a reabrir la causa y se procedió a la imputación de las autoridades. Ellos han rechazado la imputación e intentado también recusar a la jueza de garantía. Pese a ello, nos vuelven a dar la razón y a confirmar la imputación contra los directivos por falsear balances contables.
Es decir, yo no puedo estar más que orgulloso de la justicia mendocina. Se me pone la piel de gallina porque se está cometiendo un delito y se está procediendo como se debe de proceder.