Eliana Molinelli, eterna en su arte

Julieta Gargiulo y Victoria Ramírez Dolan vuelcan en esta nota el recuerdo ardiente de una mujer que murió un 13 de junio de 2004 y que marcó al arte por todos los tiempos: Eliana Molinelli.

Julieta Gargiulo y Victoria Ramírez Dolan

Nació el 4 de septiembre de 1943 en el seno de una familia de destacadas personalidades del mundo de las letras. Tanto su madre, Graciela Calí, como su padre Juan Jorge Molinelli, fueron poetas y escritores mendocinos.

Luego de recibirse como maestra normal ingresó a la carrera de Bellas Artes de donde se graduó como Mejor egresada y con Diploma de Honor en 1969.

Contrajo nupcias con Nelson Driban y entre 1969 y 1971 residieron en Alemania donde fueron a especializarse. Eliana lo hizo en la "Akademie der Bildenden Kunste" en Karlsruhe, Alemania occidental, bajo la dirección del profesor Hans Kindermann con quien comenzó sus trabajos en metal y resinas de poliéster. En ese su período alemán realizó allí cuatro exposiciones individuales que la fueron distinguiendo entre sus pares. Siempre reconoció como los maestros que influyeron en su formación artística a Lorenzo Domínguez, J.C Labourdette, Mariano Pagés, Héctor Nieto, Carlos de la Mota y Hans Kindermann, influencia fundamental en sus posteriores trabajos en metal.

A su regreso, y a partir del 1972, comenzó la labor docente que ejerció a lo largo de su vida ya que la enseñanza fue su pasión. Dirigió el Taller de Dibujo III en Arte, Profesora titular de Dibujo II y Dibujo I en el Departamento de Cerámica de la Universidad Nacional de Cuyo. Ella, más que una profesora, fue una Maestra en el sentido más profundo de la palabra, ya que más allá de las disciplinas afines a la carrera, era su preocupación orientar y dirigir a sus alumnos para que pudieran sacar lo mejor de sí mismos. Ejerció dentro de sus múltiples actividades universitarias el vicedecanato y la Dirección del Museo de la Facultad de Artes y Diseño.

Por su labor artística mereció las más altas distinciones nacionales: el Gran Premio de Honor Presidencia de la Nación (1995), el 1° Premio Salón Municipal Belgrano (1997) y Mención en el Salón Alberto Trabucco. (2004) donde presentó "Manos Anónimas".

Sus obras más destacadas la sobreviven. Entre ellas hay también algunas en gran tamaño. En 1994 fue invitada al 3° Simposio internacional en Cuba donde realizó una obra monumental, de 3 metros de altura, como homenaje a Frida Kahlo. En 1995 ganó el concurso y realizó el Mural de la Plaza Independencia en la ciudad de Mendoza. Participó en 2002 de la Bienal de Florencia con dos obras de la serie "Te doy mi corazón": una era un Gigante de más de dos metros de altura con una abertura en el pecho que contiene la figura de un niño. En 2003 realizó el retablo para el altar de la Capilla de la Gratitud, en plomo vertido que incluye una gran cruz de luz, y realizó los diseños para los grandes murales del pórtico de dicha capilla, "Las Bodas de Canáa," obras que pertenecen al Espacio Salentein en el Valle de Uco. Los murales debieron ser concluidos por sus amigos Raúl Molina y su discípulo Daniel Ciancio a causa de su postrera enfermedad

Su "Homenaje a María Soledad Morales", el "No se olviden de Cabezas" y "Manos anónimas" subsisten en un No estridente, como un grito contra la impunidad. Como en muchas de sus obras, la imagen da una sensación dramática que responde a su compromiso expresionista. Eliana Molinelli era denunciadora a través de sus obras, pero siempre en pos de la paz.

Otras obras tan importantes como aquellas son "Mujer al rojo vivo", "Altar", "Ícaro," "El viajero"

Eliana, hasta el último instante de su vida, no desmayó en su quehacer artístico. Durante su larga hospitalización realizaba bellísimas acuarelas que regaló a médicos, enfermeras y amigos, mientras organizaba los temas de las esculturas del desarme y dirigía los bocetos y primeras realizaciones de la Capilla de la Gratitud. Falleció el 13 de junio del 2004 dejando a su provincia un fuerte legado de formación artística y espiritual.

A lo largo de su no larga vida, realizó más de 30 exposiciones individuales, nacionales e internacionales, en Galerías y Museos argentinos y extranjeros.

Sus hijas, Natasha y Tania, imbuidas del mismo amor por la cultura, se destacan en las artes plásticas y el teatro y hoy también lo hace su nieto Iván, quien ya ha realizado, con sus cortos 17 años, muestras individuales.

Proyecto del desarme 

Eliana Molinelli, junto a Gabriel Conte, Subsecretario de Gobierno de la Provincia en aquel momento, fueron los impulsores del plan de desarme que la O.N.U organizó conjuntamente con el Gobierno de Mendoza, siendo ésta la primera comunidad en el mundo en organizar un plan de este tipo sin haber estado en un conflicto bélico previamente.

Romper con la inercia: el ejemplo resignificador de Eliana Molinelli

Eliana deseaba un proyecto vinculado con la educación por la paz, pero no quería hacerlo sola. Pensaba a Mendoza como un lugar para comenzar la paz. "El hecho del aplastamiento de las armas y su posterior transformación en obras de arte dejará, por primera vez, un testimonio de la destrucción del poder. En los museos se encuentran flechas o armas que no están destruidas, al contrario, están recuperadas. En el caso de Mendoza es al revés. Supongamos que dentro de mil años descubran bajo tierra las obras, estas dirán entonces que alguna vez el hombre buscó la Paz. A mí me interesa que no se desvirtúen, que sean reconocibles, de modo que conserven el horror, la bronca y el delito que conllevan. Detrás de cada una de ellas está el No, el golpe que se les ha dado, que se siente al verlas porque están destruidas con premeditación. Eso les otorga el verdadero sentido que se hace visible como símbolo y por vez primera "

El proyecto consistió en el canje de armas a cambio de beneficios monetarios, las que como se programó debían refuncionalizarse como obras de arte para enviar, a través de ellas, un mensaje hacia el futuro que llamara al desarme civil, a la paz, a la seguridad y a promover una cultura de la no violencia.

Estas 3000 armas recolectadas en la provincia se destinaron a la Facultad de Arte de la UN Cuyo. Allí se realizó el proceso de aplastamiento que buscaba la inutilidad de ellas sin perder, como era el propósito, su configuración original. Escopetas, fusiles, revólveres y rifles fueron la base con la que se manipuló, junto a otros materiales, la creación de esculturas sobre la obra del desarme.

Estos restos descoyuntados fueron enviados a los ochenta artistas que desearon sumarse a tan magnánima convocatoria para que, bajo esa premisa, crearan una obra de arte que formaría parte de una colección que se desplazaría por los museos nacionales. Los artistas respondieron inmediatamente y Eliana, ya acosada por su grave enfermedad, dirigía con su habitual entusiasmo esta que era su misión póstuma, el legado de su creencia más íntima. La Paz.

Para acompañar el proyecto Eliana había realizado su magistral obra "Manos anónimas" en chapa batida y técnica mixta, de imponente presencia, apoyada sobre una base también realizada con armas. La imagen de un torso femenino suplicante, con la cabeza gacha, el mentón sobre el pecho, arrodillada, enmarcada por una veintena de revólveres aplastados y rifles apuntando al espectador, muestra un dolorido testimonio de los padecimientos a los que somete la violencia. Un parabrisas roto da profundidad a la obra dejando ver el interior de la persona, su sentimiento y lo que pretende decir. En ella Eliana transmite su defensa de la vida y de la naturaleza.

La figura femenina es importante en esta escultura pues como asevera su colega y amigo Raúl Molina que la acompañó en la elaboración de la obra "para Eliana la mujer es el futuro ya que de ella nacen los hijos. En esta obra matando a la mujer no solo la matan a ella y sino también a sus hijos, por lo tanto, la ira que sale por las armas, mirando al espectador, son balas. La victima está expulsando su enojo contra la agresión a través de las armas porque están matando en ella a la mujer y al niño.

En esta escultura Molinelli supo transformar la fría y oscura chapa en un llamado a la vida y a la eternidad.

Fue tan importante la repercusión de esta colección del desarme que Juan Carlos Distéfano, artista invitado como representante de Argentina a la Bienal de Venecia de 2015, realizó en ella un homenaje póstumo a Eliana Molinelli, presentando con grupo escultórico al que llamó Kinderspelen, (Juegos de niños) parafraseando una pintura de Brueghel del 1560. A diferencia de la obra original, en la que se observa a los niños jugando en su cotidianidad, los 9 niños en resina de Distéfano forman un siniestro grupo que juegan y se amenazan entre ellos con sus armas.

Molinelli vista por sus pares

Su personalidad

"Era una artista nata en todos los órdenes de su vida. Eliana era Arte, en su casa, en la calle, en todo y no lo tenía escondido. Expresaba aquello que la conmovía, tenía diferentes mensajes En cada escultura decía cosas distintas. A sus obras conseguía darle un carácter expresivo, no realista que trasmitiera su espíritu. Homenajeaba todo lo que la conmovía, y así su obra siempre tuvo un contenido. Hay anécdotas que la muestran de cuerpo entero, como aquella de una mujer muy humilde que iba a su casa a pedir limosna. Motivada por ella realizó su escultura la que posteriormente se la mostró ya terminada". (Raúl Molina)

"Era maestra de alma con una infinita generosidad intelectual y espiritual no exenta de una fuerte personalidad y carácter. Me conminó a que revisara que las costuras del mural de la Capilla de la Gratitud fuera de una hechura perfecta ya que, según me dijo (ya estaba partiendo), no estaba dispuesta a que su nombre quedara en una obra que no fuera de excelencia". (Julieta Gargiulo)

Su obra

"Esta signada por el expresionismo. Eliana denuncia a la insolidaridad, al atropello del individuo, a la desprotección y a la indiferencia como los defectos típicos del mundo actual que llevan a la infelicidad del hombre y a su destrucción. Acusa con toda la indignación de sus fuerzas el atropello, la violencia, la injusticia y en consecuencia defiende los derechos humanos. Los ensambles de hierro soldados están en sus obras puestos por Eliana al servicio de un expresionismo donde la fuerza preserva una delicada sutileza, logro nada sencillo" (Rafael Squirru).

"Eliana posee un natural poder comunicativo, surgido de una línea estilística que conjuga la intensión expresionista de corte exacerbado, con una suavizante y complaciente actitud". (Aldo Galli)

"Su profunda preocupación humanística llevó a Eliana Molinelli a permanecer vinculada al antropomorfismo como lo han hecho en este siglo, Giacometti, Dalí, Henry Moore y entre nosotros Juan Carlos Distéfano (Nelly Perazzo)

"Eliana ha trascendido, para orgullo nuestro, los ámbitos de su tierra natal y también los del país. Afamados críticos de Buenos aires han dicho: Talento, inventiva poco común, gran capacidad para trabajar los metales, valoración del espacio, originalidad extrema y fantasía virtualmente inagotable, son algunas de las virtudes que se advierten en las esculturas de Eliana Molinelli" (Cesar Magrini)

"Eliana hablaba de transmutación de una materia en otra porque no solo cambiaba la forma de la chapa de hierro, sino que la transformaba en otra cosa. Lograba que un metal no solo expresara un sentimiento, sino que llegara a serlo y quizás eso sea el arte: que una idea pueda expresar un sentimiento y que un material lo sea". (Sergio Hocevar)

Pero, aunque sus obras en general eran dramáticas era una mujer enamorada de la vida, clara, vibrante, alegre y con un gran sentido del humor. Prueba de ello fue la muestra en la que confesó que había vuelto a su primer amor, con obras pequeñas a partir de objetos cotidianos, cucharas o tenedores y algunas imágenes donde saltaba a la vista esto que ella denominaba su divertimento: "Con la cabeza llena de pájaros", "Cabeza de novia", ...

Molinelli por Molinelli

"Cuando me sumerjo en el color, puedo llegar a morir de placer. Esto me produce actualmente uno de los interrogantes más densos: ¿por qué trabajo con el metal, el negro, el oro, el cobre, lo ceremonial que tiene una carga dramática enorme si tanto me seduce el color? Ese cromatismo tan oscuro, tan denso es como si se me impusiera". "Pero sentí que era un destino ineludible el día que vi cómo, una chapa o un hierro se pegaba a otra, solamente con un haz de fuego. Cada artista produce dentro de sí una elaboración parecida a la alquimia, cada uno transforma en otra cosa, solo alentado por lo inasible de lo más propio de cada ser. En mi primó el deseo de conseguir copiar todos los seres de Dios con el alma mía. Esto es mío. Es mi privilegio y mi sacrilegio" "En cada muestra era tan fuerte mi intención de conmover, que conmovía, tal vez porque en ellas puse al tope lo que quería, y lo que rebalsó de mi ser fue a parar a los metales en ese pasaje insólito, y se quedó allí para que cuando las reconozcan vean que allí estoy con mi ademan, con mi multiplicidad, barroquismo o a veces pegote de material. Veo, me veo, allí llegue. Esa soy yo de otra manera. Es mi des ocultamiento. No me juzgo, soy como soy, apureta, chorreando ideas, interrumpiendo a veces a la gente. Pero así soy yo"

Así fue Eliana...

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