En un mundo digital, la Biblioteca General San Martín sigue viva
La Biblioteca Pública General San Martín suma entre 3 y 5 nuevos socios por día, ofrece actividades culturales y presta hasta 20 libros por familia. "Los libros en papel siguen teniendo vigor", afirmó su director, Pablo De Bartolo en Radio Post.
En tiempos donde todo parece estar al alcance de un clic, la Biblioteca Pública General San Martín demuestra que los libros en papel no solo resisten, sino que están más vivos que nunca. Pablo De Bartolo, su director, lo explicó con claridad: "La biblioteca se utiliza, se transita, los libros en papel siguen teniendo el vigor y la utilidad a pesar de lo digital".
El espacio, ubicado en la ciudad de Mendoza, se ha convertido en un lugar de encuentro para lectores, estudiantes, docentes y familias. Cada día, entre tres y cinco personas se suman como nuevos socios: "Gente que no ha venido nunca o que hacía muchos años que no venía, y que comienza nuevamente a recurrir a nuestro material y nuestras instalaciones", contó De Bartolo en el programa "Tenés que saberlo", por Radio Post.
La biblioteca no se limita al préstamo de libros: es también un centro cultural y un espacio de estudio. Se pueden retirar hasta cinco libros por persona, y muchas familias completas se asocian para llevarse hasta veinte ejemplares. "Los libros se prestan por 15 días, pero se pueden renovar por WhatsApp", aclara su director.
Además de salas de lectura climatizadas, hay espacios diferenciados para el estudio silencioso o grupal, conexión Wi-Fi libre y rincones pensados para quienes hacen home office o dan clases particulares.
"Tenemos dos salas de estudio, una silenciosa y una parlante. Vienen grupos a estudiar, a trabajar, tenemos profes que vienen a dar clases particulares", detalla De Bartolo. Y lo mejor: todos estos servicios son gratuitos, incluso la asociación, que se puede hacer online en minutos desde el sitio cultura.mendoza.gov.ar.
El mundo infantil también tiene su lugar
Con la reapertura los días sábados -de 9 a 13- la biblioteca busca atraer también a las familias. Uno de los espacios más concurridos es la Biblioteca Merceditas, destinada a la infancia y juventud. "Los libros infantiles tienen esa característica que se pueden tocar, abrir, palpar, que lo digital no tiene", afirmó De Bartolo.
La incorporación de historietas, cómics y mangas ha tenido gran aceptación. "El manga es una lectura previa a los libros, hay un vínculo muy fuerte entre la literatura y las series de anime. Eso también llama a los jóvenes", explicó.
Otro clásico de la BGSM, los talleres para niños y jóvenes
Digitalización y archivo histórico
Otro eje importante del trabajo actual es la conservación del patrimonio. La biblioteca está digitalizando su hemeroteca, que alberga diarios y publicaciones históricas, muy requeridas por estudiantes e investigadores. "Es el material que más se desgasta, y queremos que perdure. Estamos enfocados en eso", señaló el director.
Las joyas bibliográficas son otro de sus atractivos
La biblioteca también guarda verdaderas joyas: ediciones antiguas, libros que ya no se editan y que no se consiguen en formato digital. "Tenemos material que no está en internet. Eso lo saben los chicos cuando están estudiando en la secundaria o la universidad", destacó.
Lectores que vuelven
Más allá de la utilidad académica, hay un fenómeno emocional que se repite: el regreso a los libros por placer. "Claramente hay una vuelta de los jóvenes a los libros. La industria editorial se va renovando, saca nuevas sagas, hay mucho interés. Y eso se nota todos los días", concluyó De Bartolo.
Editó Carina Pérez