El gobierno analiza endeudarse para mejorar el nivel de reservas

Mientras avanza la negociación con el FMI las reservas no resisten más y el ejecutivo analiza endeudarse para conseguir recursos frescos para inyectar de cara a los próximos años de gestión. ¿Quién le prestaría plata a la Argentina y bajo qué condiciones?

Arabia Saudita y Rusia aparecen en el horizonte de la Argentina como posibles prestamistas para poder mejorar el nivel de reservas del país, el cual actualmente está en estado crítico y que, entre otras cosas, obligó a aplicar también un cepo a los viajes al exterior.

Según datos de Infobae, Arabia Saudita le ofreció a la Argentina un crédito por USD 6.500 millones a tres años y Rusia ofrecería una suma similar a través de fondos soberanos.

De esta forma el gobierno de Alberto Fernández está buscando vías de financiamiento alternativas, considerando que de otra forma no puede tomar financiamiento por la deuda con el FMI que se está renegociando.

El ofrecimiento llegó a través del canciller árabe, quien le ofreció a Sergio Massa la posibilidad de realizar un "Repo" al Banco Central contra bonos soberanos, el que consiste en una línea de financiamiento bancario, por el cual una parte les compra a los otros títulos al contado y, en forma simultánea, arreglan la operación inversa con un plazo y un interés determinado. La tasa de interés está dada por el "spread" entre el precio de compra al contado del título y el precio de venta a término.

Pero no sería una cuestión especial para la Argentina, sino que ambos fondos soberanos estarían buscando "clientes" en este lado del mundo, considerando lo mal que dejó a algunos estados la pandemia.

Un tema relevante es la tasa de interés, ya que a los funcionarios que escucharon la propuesta les pareció "muy alta".

El PIF es el fondo de inversión y ahorro del estado de Arabia Saudita, con una importante fortuna que deriva del petróleo, en tanto que el Fondo Nacional de Inversión Ruso es gestionado por el Ministerio de Finanzas y el banco central en Moscú.

No es una operatoria nueva, y ya en enero de 2016, el Central tomó US$5000 millones de un repo con siete bancos internacionales, que canceló a fin de ese año.

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