Chile exportó cobre por US$43.888 millones y Cerro Amarillo duerme en la Legislatura

Durante el 2022, el cobre ocupó el 43% de las exportaciones trasandinas. Allá se discute cómo mantener la producción y, en Mendoza, se demoran en autorizar una exploración.

El tiempo es oro, reza el dicho. Sin embargo, para otros países el tiempo es cobre, cobre que genera exportaciones por miles de millones de dólares y que le permiten tener un nivel de reservas similar al de la Argentina, a pesar de las grandes diferencias de potencial. Claramente estamos hablando de Chile, país que volvió a solventar su economía y las arcas fiscales en la actividad minera, y principalmente en la exportación de cobre.

Mientras la Argentina, con Mendoza incluida, no generó un centavo de ingresos por ese mineral (a pesar de su potencial), Chile exportó durante el 2022 por US$43.888 millones. El vecino país sigue siendo un actor principal del sector a nivel mundial en instantes que, minerales como el cobre, juegan un rol clave en la transición hacia energías limpias.

No vale la pena ni siquiera comparar las cifras de las exportaciones mineras argentinas con las chilenas, porque de cerrar un buen año en el país se habrá exportado por una cifra que ronde los US$4.000 millones. Aunque se trata de un avance en los números, estamos muy lejos de las grandes ligas, aún con el boom del litio que se está generando.

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Chile, sólo con sus exportaciones de cobre, envía al exterior un 90% más que todo lo que envía la Argentina, pero sólo porque en provincias como Mendoza no se aprovecha el  supuesto potencial. Y tenemos que hablar de supuesto potencial, porque a nivel local ni siquiera exploramos como para saber si en realidad tenemos un nivel importante de material y la ecuación técnico-económica permite extraerlo.

Como ya se dijo en muchas oportunidades se está perdiendo el tren de la oportunidad. En Chile se discute como mantener su nivel de producción de cobre y busca cubrir los proyectos más grandes con nuevos yacimientos (para lo cual es el país que más invierte en exploración en el mundo). En Mendoza, en la Legislatura los senadores de las comisiones de Minería y Ambiente dijeron que se tomarán todo el tiempo que sea necesario para autorizar la exploración de Cerro Amarillo. Lo insólito, es que la exploración es un proceso apenas inicial en un camino que puede demorar hasta 10 años para que esos pórfidos de cobre se conviertan en una mina, siempre que todo en el proceso resulta positivo. Lo peor, es que es todo se frena en un paso político, porque los pasos técnicos ya los cumplió. Ahora los técnicos tienen que ir a la Legislatura a justificar su trabajo ante personas que se dedican a la política y de minería entienden cero.

Recordemos que recibieron el expediente de Cerro Amarillo en noviembre en el Senado y no avanzó aún con un dictamen. Retomarán la discusión en febrero y después seguirá el mismo camino, y posiblemente más lento, en Diputados. Por ahora, el proyecto duerme en la Legislatura.

La exploración es la clave

La exploración es el inicio de un proyecto minero, cuyo proceso completo hasta entrar en producción puede tardar muchos años. Por eso, es el momento clave para comenzar a explorar si se quiere ser parte del proceso de lucha contra el cambio climático. Mendoza ya va tarde y debería comenzar hoy a explorar para hacer que el supuesto potencial sea aprovechado y repercuta en la realidad económica y social de la provincia. Debe explorar para saber qué tiene y qué puede hacer con eso.

En la actualidad el país con mayores reservas de cobre en el planeta es Chile, algo que no es casual, ya que el vecino país también ocupa el primer lugar en nivel de inversión en exploración por kilómetro cuadrado de territorio.

Chile casi duplica la inversión en exploración de Perú, el segundo país en el ranking. Más atrás están México, Australia y Canadá. 

Durante demasiados años, hasta que se inició ahora la exploración de Hierro Indio, la inversión por kilómetro cuadrado en Mendoza fue 0. Dependerá de la política si se autoriza Cerro Amarillo y llega una inversión que aún siendo una etapa de exploración, va a ser significativa para una provincia con poco movimiento en su matriz productiva.

Los números del vecino

Chile tuvo en 2022 una balanza comercial con un superávit de US$2.858 millones. En total, se registraron US$97.491 en exportaciones, un crecimiento del 3% respecto a 2021 y apuntando su mayor registro histórico. 

En esos números fue clave la minería y el cobre. Las exportaciones de cobre representaron el 43% del total de envíos desde el vecino país. Sin embargo, no fue un buen año para el cobre, porque marcó un descenso anual de 5,3% en sus exportaciones.

El impacto de la minería en Chile, por ejemplo, explica que un país con una economía mucho más pequeña que la Argentina tenga un nivel de reservas casi similar y una parte muy importante como reservas netas. Mientras el BCRA tiene reservas por US$44.838 millones, recientemente engordadas con el dólar soja, en el vecino país las reservas internacionales se recuperaron por tercer mes consecutivo, llegando a US$39.132 millones.

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