El cierre de Corona expone la crisis del retail frente al venta online

La histórica multitienda bajó definitivamente sus persianas tras más de seis décadas de trayectoria, dejando a miles de personas sin trabajo y encendiendo las alertas sobre la difícil situación que enfrentan las cadenas medianas ante los gigantes digitales y los cambios en el consumo.

La multitienda Corona, un emblema del comercio minorista fundado en 1955 en Concepción, cerró todos sus locales antes de lo previsto, interrumpiendo una historia que abarcó más de 60 años de ventas de ropa y artículos para el hogar. La firma, que en su momento llegó a facturar cerca de US$400 millones anuales, no logró superar la crisis financiera que arrastraba desde el estallido social y la pandemia, y terminó por adelantar su cierre para el 2 de julio, aunque había anunciado que sería el 10.

Con este desenlace, alrededor de 1.800 empleados directos perdieron su fuente de ingreso, pero los impactos reales se calculan en más de 6.000 puestos afectados si se suman los trabajos indirectos, según estimaciones de fuentes empresariales y del propio Gobierno. La cadena tenía 51 sucursales distribuidas por todo Chile, con fuerte presencia en regiones como Valparaíso, Coquimbo, O'Higgins y Biobío.

El Ejecutivo anunció que asistirá a los trabajadores para facilitar su reinserción laboral, aunque advirtió que la empresa debe cumplir con los pagos pendientes y respetar los convenios colectivos. Sin embargo, especialistas advierten que en los procesos de liquidación judicial, los empleados suelen recuperar solo una parte de lo que les corresponde por indemnizaciones, porque dependen de los fondos obtenidos en la venta de activos para cubrir deudas con todos los acreedores.

Pero más allá del golpe inmediato al empleo, la caída de Corona deja en evidencia los problemas que arrastra el comercio minorista de tamaño mediano. Expertos en consumo y retail coinciden en que la competencia feroz de plataformas online y tiendas de bajo costo, muchas de ellas de origen asiático, ha deteriorado los márgenes y cambiado los hábitos de compra.

Bernardita Silva, de la Cámara Nacional de Comercio, destaca que el avance de marketplaces como Mercado Libre, AliExpress y Shein, sumado a la llegada de tiendas chinas físicas, ha fragmentado aún más la clientela de cadenas como Corona. A esto se suman factores como la pérdida de poder adquisitivo y el estancamiento del consumo, especialmente en sectores de ingresos medios y bajos, que eran el público objetivo de estas multitiendas.

Los especialistas apuntan a que, para sobrevivir, el retail tradicional debe redefinir su propuesta, invertir en digitalización, optimizar costos y entender mejor al nuevo consumidor. De lo contrario, el riesgo de repetir la historia de Corona es alto. Como advirtió Gonzalo Escobar, académico de la UNAB, la escala limitada de este tipo de compañías les impide competir de igual a igual con gigantes que dominan la logística y la oferta de precios bajos.

El caso Corona refleja, en definitiva, el desafío que tienen por delante las marcas que crecieron bajo un modelo físico masivo, pero que ahora deben adaptarse a un mercado que cambia más rápido de lo que permite su estructura.

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