Tensiones económicas: pagos al FMI, freno a paritarias y dudas sobre el blanqueo de dólares

El periodista económico Ismael Bermúdez analizó las tensiones por la falta de homologación de acuerdos salariales, tras el pago realizado al FMI. A eso se suma la incertidumbre sobre el plan oficial para incorporar dólares no declarados al circuito económico.

El periodista económico Ismael Bermúdez trazó un panorama de los problemas que enfrenta el gobierno nacional, durante su habitual columna para el programa "Tenés que saberlo", por Radio Post. 

El especialista explicó que en un contexto económico "marcado por la caída del consumo", el gobierno nacional debió afrontar a comienzos de mayo un nuevo pago de intereses al Fondo Monetario Internacional (FMI) por 600 millones de dólares, en línea con los compromisos trimestrales asumidos con el organismo. Se trata del segundo desembolso del año -otro monto similar se abonó en febrero- y aún quedan otros dos previstos para 2025. La cuenta de intereses se engrosó debido al incremento de la deuda total, impulsado por el reciente desembolso de 12.000 millones de dólares del nuevo acuerdo firmado con el FMI.

A esta exigencia financiera se le suman las tensiones en el plano salarial. El ministro de Economía, Luis Caputo, se negó a homologar el último acuerdo paritario del gremio de Comercio, lo que habilitó a las cadenas de supermercados a desconocer el aumento pactado. El argumento oficial "se basó en que el ajuste salarial habría elevado los costos de operación," explicó Bermúdez; en un momento en que el gobierno busca contener la inflación. Sin embargo, esta decisión generó malestar y podría sentar un precedente conflictivo para futuras negociaciones.

Mientras tanto, los salarios reales siguen perdiendo terreno. Con una inflación del 3,7% en marzo y un incremento en alimentos que rondó el 6%, el poder adquisitivo continúa en retroceso. La falta de actualización salarial, sumada al deterioro de los ingresos previsionales, agrava la contracción del consumo.

En este escenario de fragilidad, el gobierno evalúa habilitar un mecanismo de blanqueo de dólares "guardados en el colchón", es decir, no declarados. Aunque aún no se conocen detalles concretos, se anticipa que se permitiría su ingreso al circuito económico sin demasiadas restricciones ni preguntas sobre su origen. Sin embargo, el propio vocero presidencial calificó como "superficial" el anuncio realizado por el ministro Caputo, alimentando aún más las especulaciones.

Desde el punto de vista jurídico y económico, "el eventual blanqueo genera interrogantes. Para algunos, se trata de una medida desesperada para estimular el consumo en un contexto de actividad estancada. Pero también expone una contradicción central: mientras se espera que el gasto repunte, se adoptan decisiones que limitan el ingreso disponible de la población", indicó el periodista.

Advirtió también que "muchos de quienes tienen dólares fuera del sistema lo hacen como reserva ante la incertidumbre económica o como ahorro para la jubilación", ante el deterioro constante del poder de compra de los haberes previsionales. En ese sentido, difícilmente una medida de este tipo tenga impacto significativo si no se acompaña de una mayor estabilidad y previsibilidad.



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