Vocaciones tecnológicas en Mendoza: primero hacé un robot y luego, elegí tu profesión

Las profesiones más requeridas hoy son del campo de la tecnología, pero la educación tradicional se mueve a otros tiempos. Herramientas y alternativas para dotar de conocimiento desde edades tempranas.

Maxi Azcurra

En el mundo laboral actual, las profesiones más difíciles de cubrir son big data, data science, programador, ingeniero informático, operario cualificado, responsable de ciberseguridad e ingeniero eléctrico. Y en un futuro próximo, se sumarán los especialistas de ecommerce.

Esta es una de las conclusiones del Informe EPyCE 2019, realizado por la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos pero que puede extrapolarse al resto de países en donde las empresas de tecnología desarrollan sus productos. Argentina y España son dos de los principales proveedores para Estados Unidos y Canadá.

El estudio demuestra, con números abrumadores, que las profesiones vinculadas a la tecnología dominarán la oferta laboral del futuro inmediato y que prepararnos para ello es un tren al que obligadamente debemos subirnos.

En este sentido, capacitar en edades tempranas a niños y adolescentes es abrirles las puertas al futuro y darles herramientas para forjarlo con éxito: "No nos cabe duda que estos saberes los van a ayudar en su vida profesional, por más que se dediquen a otras actividades que no estén relacionadas con el enfoque tecnológico. La programación es un lenguaje que debería ser incorporado en espacios formativos desde temprana edad. Nosotros enseñamos a niños a partir de los 10 años y consideramos que esto es un gran impulso para definir su vocación desde pequeños", señala Luciana Silvestri, directora general de Probot School, primera escuela de robótica y programación de Argentina.

"En Probot School promovemos un ambiente de aprendizaje que ha sido pensado y diseñado para el desarrollo, formación y expansión de vocaciones tecnológicas. Nos basamos en el desarrollo de macro habilidades como el trabajo colaborativo, la resolución de problemas, la creatividad, innovación, emprendedurismo y destrezas manuales. Partimos de saberes referidos a la robótica, que a su vez tiene varias ramas como la electrónica, la programación, la mecánica y el diseño, pero también desarrollamos esas macro habilidades con el desarrollo de video juegos".

Los alumnos, niños y adolescentes a partir de los 10 años, van desarrollando en Probot School una trayectoria de aprendizaje incrementando las habilidades mencionadas. "Partimos de una teoría cognitiva que es el construccionismo, esa teoría se relaciona con el "aprender haciendo cosas". Cada estudiante trabaja un producto individual, ya sea tangible con el desarrollo del robot o intangible como es el caso de los video juegos. El trabajo en equipo es clave en todo el proceso, algo previsto desde el enfoque pedagógico", sostiene Silvestri.

Indudablemente, estimular en edades tempranas con estos saberes, abre la puerta a un futuro profesional que ya hoy necesita de estas competencias: "Sabemos que los escenarios cambian continuamente y tenemos que formarnos para seguir aprendiendo por el resto de nuestra vida. Más allá de tener garantizada una salida laboral en un periodo breve de tiempo, a los chicos los capacitamos para adaptarse a los nuevos desafíos".

Tal vez lo más importante en este sentido, es entender que la enseñanza tradicional debería empezar a pensar a partir de los nuevos paradigmas y darles a los niños las verdaderas armas del futuro. "Las empresas están necesitando generar espacios más flexibles, colaborativos, en donde se pueda hacer frente a los desafíos del escenario mundial. La tecnología cumple un rol crucial en todo esto. Para las empresas de desarrollo de tecnología nuestros estudiantes están formados para iniciarse, ya que entienden tanto a nivel de software como hardware. Gracias a esto hacemos articulaciones con empresas locales y generamos desarrollos para ellos".

Finalmente, la directora general de Probot School, se refirió a la continuidad educativa de los alumnos: "Sabemos que nuestros estudiantes serán la masa laboral dentro de unos pocos años. A nivel estadístico los chicos que arrancan con nuestra propuesta a los 10 años de edad, optan en un 60% por la educación secundaria con los conocimientos de base que nosotros les damos. Los que han empezado a partir de los 13, 14 o 15 años se inclinan en un 70% por carreras de ingenierías", concluyó.


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