Por qué hoy es el Día de la Soberanía: la Vuelta de Obligado

Esta batalla (pese a ser una derrota táctica) dio como resultado la victoria diplomática y militar de la Confederación Argentina, debido al alto costo que demandó la operación. Implícitamente, la resistencia opuesta por el gobierno argentino, obligó a los invasores a aceptar la soberanía argentina sobre los ríos interiores.

El río se hace angosto. Gira, y dibuja un recodo. Se encapricha en el terreno. Da una vuelta. Es la Vuelta de Obligado. Y en ese rincón del río Paraná, en lo que hoy es precisamente la localidad de Obligado, perteneciente al partido de San Pedro - Buenos Aires, se produjo el 20 de noviembre de 1845 la heroica batalla conocida como Vuelta de Obligado.

Mientras tanto, Lucio Norberto Mansilla, héroe y conductor de aquella jornada, ante el inminente combate arengaba a sus soldados:

"¡Vedlos, camaradas, allí los tenéis! Considerad el tamaño del insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra Patria, al navegar las aguas de un río que corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos. ¡Pero se engañan esos miserables, aquí no lo serán! Tremole el pabellón azul y blanco y muramos todos antes que verlo bajar de donde flamea".

El fallecido, Miguel Brascó (1926 - 2014), poeta, periodista, escritor, abogado y especialista en vinos, escribió junto a Alberto Merlo, refiriéndose a la contienda un "triunfo" (danza de estilo musical folclórico, preponderantemente pampeana): "La Vuelta de Obligado" con un claro perfil anticolonialista: "Que lo tiro a los gringos / ‘Hijuna' y gran siete / navegar tantos mares / venirse al cuete / que digo venirse al cuete".

La batalla contra los más poderosos del mundo

El 20 de noviembre de 1845, siendo el general Juan Manuel de Rosas responsable máximo del territorio nacional, tuvo lugar el enfrentamiento con fuerzas anglo - francesas conocido como la Vuelta de Obligado.

Desde hacía varios años los conflictos diplomáticos con Francia e Inglaterra estaban a la orden del día.

El primer gran conflicto contra Francia había ocurrido en 1838 cuando una escuadra francesa llegó para bloquear el puerto de Buenos Aires y todo el litoral del Río de la Plata y así, en octubre de ese mismo año, ocupó la Isla Martín García. Todos estos enfrentamientos (a los que se sumaba la guerra de Buenos Aires contra Montevideo y Corrientes) estaban teñidos por la guerra civil entre unitarios y rosistas. En octubre de 1840 las negociaciones llegaron a buen puerto con la firma de una convención entre la nación europea y el gobierno de Rosas, pero se mantenía abierta la guerra con el Uruguay de Fructuoso Rivera.

No tardará Rosas en recibir un ultimátum para que pusiera fin a la guerra con Uruguay y permitiera la libre navegación de los ríos a los extranjeros. Ante la negativa, comenzó el bloqueo anglo - francés. Era noviembre de 1845 y las fuerzas enemigas se dispusieron a remontar el río Paraná. Rosas dispuso que se cortara el paso a las naves extranjeras y, dando cumplimiento a la orden, el 20 de aquel mes, Lucio N. Mansilla preparó el escenario haciéndose cargo de la defensa. La batalla tuvo lugar en la Vuelta de Obligado del Río Paraná.

Sintetizando acotamos. Al intentar avanzar varios buques de guerra europeos, las fuerzas argentinas cortaron el río cruzando gruesas cadenas a lo ancho del río, comenzando de inmediato el ataque.

Aunque las bajas de las tropas nacionales fueron diez veces mayores y los agresores lograron avanzar cortando las cadenas, fue vano su intento de vender las mercaderías y recibieron nuevas embestidas "río arriba". El saldo final fue frustrante para los europeos.

Los tratados de paz recién se alcanzarían en 1849 y 1850.

Aquella jornada, que desde entonces se recuerda como un acto de defensa de la integridad territorial. Fue declarada por Ley 20.770 de septiembre de 1974 Día de la Soberanía Nacional.

Cartas del General San Martín

Hay cartas escritas por José de San Martín poco tiempo después de iniciarse el conflicto donde expresa su patriótica posición encontrándose en Nápoles. En una primera, respondiendo a una consulta de Federico Dickson, Cónsul General de la Confederación Argentina en Londres, por la cual intentó desalentar la continuación de hostilidades por parte de Gran Bretaña y Francia. En la segunda, escrita pocos días más tarde, se dirigió a Rosas calificando la intervención de "injustísima agresión y abuso de la fuerza de la Inglaterra y Francia" y manifestó su apoyo al Gobernador de Buenos Aires, lamentando ya no poder ofrecer sus servicios por su deteriorado estado de salud.

También una misiva referencial sobre el asunto en la expresó su admiración por lo actuado, desde su exilio en Francia a su amigo Tomás Guido:

"Ya sabía la acción de Obligado; ¡qué inequidad! De todos modos, los interventores habrán visto por esta muestra que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que abrir la boca. A un tal proceder no nos queda otro partido que el de no mirar el porvenir y cumplir con el deber de hombres libres sea cual fuere la suerte que nos depare el destino, que en íntima convicción no sería un momento dudoso en nuestro favor si todos los argentinos se persuadiesen del deshonor que recaerá en nuestra patria si las naciones europeas triunfan en esta contienda que en mi opinión es de tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de la España".

Consecuencias

La batalla tuvo gran difusión en toda América. Chile y Brasil cambiaron sus sentimientos (que hasta entonces habían sido hostiles a Rosas) y se volcaron, momentáneamente, a la causa de la Confederación. Hasta algunos unitarios (enemigos tradicionales de Rosas) se conmovieron y el Coronel Martiniano Chilavert se ofreció a formar parte del ejército de la Confederación.

Esta batalla (pese a ser una derrota táctica) dio como resultado la victoria diplomática y militar de la Confederación Argentina, debido al alto costo que demandó la operación. Implícitamente, la resistencia opuesta por el gobierno argentino, obligó a los invasores a aceptar la soberanía argentina sobre los ríos interiores. Gran Bretaña, con el Tratado Arana - Southern, de 1847, concluyó definitivamente este conflicto y en marzo de ese año ordenó el retiro de su flota. Francia tardó un año más, hasta la firma del Tratado Arana - Lepredour.

Estos tratados reconocían la navegación del río Paraná como una navegación interna de la Confederación Argentina y sujeta solamente a sus leyes y reglamentos, lo mismo que la del río Uruguay en común con el Estado Oriental.

Soberanía y símbolos

"El Gaucho" Antonio Rivero integró las fuerzas patriotas combatiendo a los invasores y algunos autores sostienen que murió valientemente en acción durante esta batalla. El sitio donde estuvo ubicada la batería argentina, es hoy un sitio histórico, con monumentos e inscripciones que recuerdan el hecho.

En el Combate de la Vuelta de Obligado, el Regimiento de Patricios al mando del Coronel Ramón Rodríguez tuvo una actuación tan valerosa que, muchos años más tarde, en 1883, el que fuera jefe en aquella oportunidad de las fuerzas británicas entregó al Consulado Argentino en Londres una bandera argentina tomada en el combate, con una carta en la que, entre otros conceptos expresaba:

"Quiero restituir al Coronel Rodríguez, si vive, o al Regimiento de Patricios de Buenos Aires, si aún existe, la Bandera bajo la cual y en la noble defensa de su Patria, cayeron tantos de los que en aquella época lo componían". Almirante J. B. Sullivan.

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