En el nombre del Padre y del Hijo
En el Día del Paddre, Marcela Muñoz Pan da cuenta del "caso Morcos", familia vitivinícola.
"No hay mejor homenaje a la memoria del padre que imitar noblemente sus virtudes". Anónimo.
En el nombre del padre, Sharbel Morcos, en primera persona crea puentes para seguir uniendo todo lo que ha encontrado, derriba muros y estereotipos para dar paso a páginas nuevas en sus parrales de Los Barriales- Junín. En el nombre del padre, de esta 2º generación descendientes de inmigrantes libaneses, Sharbel construyó cavas en el Este libertador, continuando con las tradiciones de su crianza, de su vida cotidiana, resolviendo el pasado y el presente en la armonía de esa longeva bebida como es el vino en la Familia Morcos.
Desde hace 10 años en el nombre del hijo, Matías Morcos, encargado de la parte enológica, quien además tiene su proyecto propio de vinos de innovación, con solo 24 años, se puso una meta muy clara: reivindicar la uva Bonarda, criolla y moscatel. Así nació su línea de vinos, que le valió la mención de "enólogo revelación del año" en la Guía Descorchados 2020. Matías orgulloso dice: "en el Este hay vida", mientras sus ojos azules parecieran reír, iluminar, con su contagiosa manera de decir: Es vida por el vino. Matías comprendió desde niño el arte de la bebida de los dioses en la sinfonía de una bodega, que ladrillo a ladrillo iba construyendo su padre para dejar testamento de esa sangre libanesa, argentina, y del Este de Mendoza. Me imagino a Matías decirle a Sharbel: "Gracias por ser padre mío"
Fieles a la calidad de sus vinos y a la importancia del terroir, Familia Morcos cuenta con viñedos en la zona Este de Mendoza, aunque también elaboran uvas en otros valles para sus vinos, siendo Maipú, Luján y Valle de Uco las principales zonas. Combinando tradición y tecnología de vanguardia, elaboran excelentes vinos, en distintas líneas, desde varietales jóvenes hasta añejos en Barricas de Roble Francés. La bodega ofrece una amplia cartera, desde Gran Reserva (con 12 meses de barrica) hasta vinos ancestrales de la zona Este que se comercializan en diferentes mercados, especialmente Uruguay, Brasil y EEUU. Dentro de sus marcas encontramos Familia Morcos, Matías Morcos, Guanaco West, Red Dog, Chateau Zakrit, Don Argentino y Black Magic, Duna Luna.
En el nombre del padre y del hijo, lo universal y lo mundano conviven en el designio de una gran cepa familiar aunque cada uno tenga su tono, su color y su aroma, nos ofrecen los visillos de una Criolla buena, una mesa en la que uno siempre está invitado como bendiciendo los momentos únicos donde se le hace reverencia a la tierra, alegremente. En el nombre del padre habrá llorado al ver nacer a sus hijos, habrá reído al escuchar sus primeras palabritas, se habrá emocionado al ver cómo se van despertando las ilusiones, los arrebatos, las libertades en cada uno de ellos, cómo crecieron de golpe y con prisa querer volver el tiempo atrás, vulnerar las leyes de la naturaleza a sabiendas que sería un imposible. En el nombre del hijo que va tomando el espacio con aciertos y dudas pero de la mano de un padre que es el fiel testigo de esa vida que va viviendo sin pedir permiso, pero con la su mirada en la espalda para no caer, cruzando la calle de la mano, pisando las uvitas que quedaron atrapadas en la última cosecha. Matías cuando habla de su padre, pareciera que escribe poesía, Sharbel cuando habla de su hijo parce el poeta.
Hoy para los mendocinos no es el día del padre, eso ya lo sabemos, pero hoy los que tienen a su padre, valen todos los festejos, los abrazos que sea infinitos, las legiones de besos vistan la ocasión para decirles que los aman. Yo recuerdo el último día del padre con mi padre, que sus palabras fueron: Es el mejor día del padre que he tenido. Por eso vale la pena todo por ellos. Les dejo algunos poemas al padre por si alguien los necesita.
Padre Mío
Padre mío ojalá puedas
Seguir viendo belleza
en la orilla de un parral
o en el dolor
de los huesos plumas
Ojalá sigas siendo fiel
al fuego de retroceder
las ilusiones
nutriendo los dedos
alegrando el futuro
porque estás conmigo
Sonrisas para vos
Una sonrisa que llegue
a tus ojos altos Padre
y se rinda la desesperanza
en la ciudad descalza de agua
en los vinos vírgenes
Te regalo una sonrisa
que vaya desde los mares
hasta las infancias celestiales
conjurando el infinito
Siempre
*Del Libro "Ese vino que vino por mí" MMP