Boletas Limpias: la pulseada que Mendoza ya ganó

La opinión del diputado provincial César Cattaneo ante el rechazo nacional a la ley de Ficha Limpia y el antecedente positivo de Mendoza.

César Cattáneo
Diputado provincial en Mendoza por la UCR

El rechazo del Senado al proyecto de Ficha Limpia dejó en evidencia, una vez más, que parte de la política nacional sigue priorizando los privilegios y las complicidades antes que la decencia. Mientras tanto, Mendoza avanza con transparencia, Boleta Única, acceso a la información pública y una institucionalidad que marca el rumbo en el país.

Ayer, el Senado de la Nación volvió a escribir una página de especulación y mezquindad política. El proyecto de Ficha Limpia, que impedía ser candidato a quienes tienen condenas por delitos contra la administración pública confirmadas en segunda instancia, fue rechazado por un solo voto. Sí, un solo voto impidió blindar la política nacional contra la llegada de corruptos a cargos electivos.

Aunque resulte insólito, quedó en evidencia que todavía hay demasiados dirigentes dispuestos a defender privilegios y complicidades, prolongando la decadencia y crisis de las instituciones. Porque seamos claros, ¿en qué otro trabajo formal una persona condenada por robarle al Estado, seguiría habilitada para ejercer su función? Probablemente, en ninguno. Salvo en este sistema que pudo ser reformulado, pero algunos pretenden eternizar.

Ganó el "poto sucio"; perdió Ficha Limpia

El principal responsable y beneficiario de este resultado es el kirchnerismo y parte del peronismo. Se escudaron en la vieja excusa de la "proscripción" a Cristina Fernández de Kirchner para justificar lo injustificable: seguir permitiendo que quienes traicionaron la confianza pública, y utilizaron recursos públicos con intereses propios, puedan volver a candidatearse. Porque el nerviosismo no está en los proyectos de ley, está en los prontuarios.

Cristina arrastra una condena de seis años de prisión en la causa Vialidad, y aunque el fallo espera revisión en la Corte Suprema, la sanción social ya existe. La senadora Anabel Fernández Sagasti volvió a defender esa lógica corporativa, disfrazando de persecución lo que en realidad es responsabilidad penal y política.

Pero no todo está perdido. Mendoza cuenta con varios mecanismos legales e instituciones para combatir la corrupción y promover mejores prácticas en el uso y la gestión de los recursos públicos.

Desde 2020 tenemos Ficha Limpia para cargos provinciales y municipales, una ley incluso más rigurosa que la nacional, que impide que personas condenadas integren listas o accedan a cargos públicos. Y no fue una consigna con fines electorales, fue una decisión política concreta para cuidar las instituciones.

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A esto se suma que Mendoza también fue pionera en implementar Boleta Única Papel, una herramienta moderna y transparente que reduce costos, evita trampas, facilita el voto informado y pone a todos los candidatos en igualdad de condiciones en un único soporte electoral. Mientras en Buenos Aires discuten con chicanas de comité partidario, nosotros ya tenemos elecciones ordenadas, con ahorro económico y sin picardías de cuarto oscuro.

Por otro lado, la provincia cuenta con una de las leyes de Acceso a la Información Pública más avanzadas del país, que garantiza que cualquier ciudadano pueda consultar y auditar datos de gestión, sueldos, compras, contrataciones y actos de gobierno, sin trabas ni burocracia. A eso se suman los concursos públicos para cargos judiciales y de organismos de control, otra garantía institucional que evita nombramientos a dedo.

Si hablamos de combatir la corrupción en serio, Mendoza también avanzó con una herramienta fundamental: la ley de Extinción de Dominio. Gracias a ella, ya se han recuperado bienes producto de delitos contra la administración pública. El caso emblemático fue el del ex intendente justicialista Luis Lobos, condenado por corrupción, a quien se le quitaron propiedades obtenidas de manera ilícita. Así, lo que antes terminaba escondido en testaferros o cuentas fantasmas, hoy vuelve al patrimonio público y a la ciudadanía.

La diferencia es clara: donde hay coraje institucional, la decencia avanza. Y Mendoza decidió hacerlo. Por eso no sorprende que otras provincias como Salta, Córdoba, Jujuy, Río Negro y Santa Fe sigan el mismo camino.

El rechazo nacional a Ficha Limpia no solo posterga una herramienta de transparencia, sino que también amplía la desconfianza entre la ciudadanía y la política. La demanda por una dirigencia limpia, previsible y austera no es una consigna del viejo Twitter, es una demanda real que se expresa en cada elección. Tarde o temprano, la dignidad institucional se va a imponer. Y ese día, a los atornillados a la vieja política les van a sobrar prontuarios y les van a faltar votos.

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