La caída de Wall Street recién empieza

Escribe el economista Miguel Boggiano. Un informe publicado en su blog "Carta Financiera".

Wall Street tuvo uno de los peores inicios de año de su historia. Las acciones y bonos se están derritiendo. Quedate que te cuento por qué todavía no se ha visto lo peor. Realmente te vas a sorprender.

El contexto cambió hace varios meses, desde que la inflación dejó de ser transitoria. El ciclo de tasas cero y de dinero gratis terminó. La Reserva Federal no tuvo más remedio que ser más agresiva y enfrentar el flagelo inflacionario, mediante la suba de la tasa de interés.

En sintonía con esta nueva postura más dura, la Reserva Federal anunció la semana pasada una suba de 0,50% (la mayor suba de tasas de los últimos 20 años) ubicando la tasa de interés dentro del rango 0,75% - 1%. Es el segundo de los siete aumentos previstos para este año. Además, irá reduciendo sus tenencias en bonos progresivamente.

Les quiero dejar el gráfico mensual del S&P 500, para que vean por qué la caída recién comienza:

El S&P 500 tuvo su peor inicio de año desde 1939. Si se mira el gráfico de largo plazo, por ahora es tan solo una leve corrección.

Las acciones que más sufrieron fueron las tecnológicas. ¿Por qué? Sencillamente porque el aumento en la tasa las perjudica más.

Para que tengan referencia, estos fueron algunos de los derrumbes en lo que va de 2022: Netflix (-70%), Facebook (-40%), Amazon (-33%), Spotify (-57%), Paypal (-58%), MercadoLibre (-30%).

Seguramente muchos tengan la tentación de comprar y muchos asesores estén recomendando eso. Pero es justamente lo que no tienen que hacer, ya que la tendencia es decididamente bajista.

Mirando el futuro, el contexto no es muy favorable. El aumento de la tasa de interés provocará préstamos más caros para las empresas y personas, tendiendo a enfriar la economía. El PBI cayó un 1,4%, situación no vista desde el inicio de la pandemia, y la recesión comienza a sobrevolar las tierras estadounidenses.

Además, la inflación no se ha resuelto y marcó un récord (8,4%) de los últimos 40 años. Como es sabido, este flagelo afecta los márgenes de ganancia de la mayoría de las empresas. Y la principal solución (suba de la tasa de interés) provoca menores valuaciones de las acciones.

Nafta para que continúe la caída

Sin duda, el "Margin Debt" juega un papel principal en los mercados. Es el dinero que se pide prestado para invertir en acciones. Tiene el poder de amplificar los movimientos del mercado. Un nivel alto de Margin Debt implica un riesgo alto en el mercado.

Si las acciones comienzan a caer, el valor de la garantía de esos préstamos también cae, por lo que los inversores deben pagar el préstamo (margin call) vendiendo las acciones. Esta venta de acciones provoca un derrumbe mayor del precio. Es decir, más nafta que va retroalimentando la caída.

Veamos la evolución de la Margin Debt:

Los niveles siguen siendo altísimos, por lo que el riesgo de que se acelere la caída es enorme.

Otro argumento para que el mercado siga bajista son las valuaciones de las acciones. La Reserva Federal, mediante la inyección de dinero desde la pandemia, ha alimentado una burbuja que derivó en valuaciones estratosféricas.

El mercado ha corregido y depurado (si no pregúntenle a Facebook, Netflix, Paypal, MercadoLibre, Amazon, Spotify, y tantas otras, que acumulan caídas espectaculares), pero las valuaciones generales siguen siendo elevadas.

Veamos el ratio Price-to-earnings del S&P 500, que muestran la relación entre el precio de las acciones y las ganancias de las compañías:

A precios actuales y en relación al ratio Price-to-earnings, el mercado está un 60% más caro que el promedio de las últimas décadas.

Además, utilizando el indicador de Warren Buffet (Market Cap sobre el PBI), el mercado se encuentra un 38% más caro que el promedio.

Sea cual fuere la métrica de valuación, la conclusión es la misma: el mercado sigue estando caro. Y las chances de ver una aceleración de la caída debido al nivel de apalancamiento son altas.

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