"La unión hace la fuerza y la discordia la debilita" (Esopo)
Escribe el Dr. Da Víá en su habitual columna: "La mayoría de los funcionarios son mentirosos y embaucadores, mienten a sabiendas porque una mentira bien planificada puede aportar muchos más votos que la cruda verdad".
La frase del fabulista griego expresa el poder de la unión, que se logra cuando dejamos atrás nuestras diferencias y no entramos en discusiones banales que lo único que consiguen es debilitarnos como grupo y restarnos efectividad.
Por desgracia para todos los habitantes de este país, la sociedad siempre estuvo dividida en grupos antagónicos desde el punto de vista político, ejemplo paradigmático la guerra entre Buenos Aires y la Confederación.
La Batalla de Caseros liderados los bandos por Rosas y Urquiza respectivamente, y que tuvo lugar el 3 de febrero de 1852, terminó con el poderío del primero que huyó a Inglaterra y dejó a Urquiza como la máxima autoridad nacional.
Lo triste es que la Confederación sufrió 300 muertos y 300 heridos, en tanto que las fuerza de Buenos Aires sufrieron 1500 bajas y 7000 prisioneros. En total casi 10000 argentinos perdieron la vida, la integridad física o la libertad por la ambición de dos hombres que no lograron ceder cada uno un tanto para evitar la guerra fratricida.
La Unión Nacional, en pos de cuyo logro se llegó a la matanza entre hermanos, nunca se logró plenamente, el predominio de Buenos Aires se mantiene en la actualidad, y la sociedad se fraccionó en diversos partidos políticos, que tanto entonces como ahora procuran sus propios beneficios personales independientemente de las reales necesidades de la población.
Hoy la Argentina está atomizada, ya no es la confrontación de grupos sino de cada persona abierta y agresivamente, las manifestaciones de violencia, a veces muy severas, surgen al menos disenso en el ámbito de que se trate. Los dirigentes políticos luchan por agrupar adeptos para, mediante los votos, acceder al poder y una vez en él, medrar lo más pronto posible de su posición de privilegio, pero solo y exclusivamente para beneficio personal.
Esos dirigentes tienen comportamiento de veleta, cambiando de orientación según sople el viento; excompañeros de fórmula para un determinado partido terminan siendo no rivales sino enemigos acérrimos para ocupar la posición de privilegio en vista a las elecciones venideras. Nadie quiere un segundo puesto, sino el primero y si es posible el único.
Los legisladores trabados en batallas verbales y hasta físicas delante de todo un país que los observa azorado televisión mediante; y para colmo a los gritos y utilizando un vocabulario indigno de la investidura que ostentan.
Legisladores comprometidos a dar su voto para promulgar una ley que beneficiaría a todo el país, y me refiero a la de Ficha Limpia, que a último momento dan un giro de 360 grados y votan en contra; el ejemplo más terrible: Fernández Sagasti que votó a favor cuando era legisladora mendocina y en contra en el ámbito nacional, como si la provincia no fuera sino un trozo de país a los fines administrativos, pero que adolece de los mismos problemas que el país entero: la Corrupción encaramada en el poder.
Los denodados esfuerzos del Kirchnerismo para lograr el fracaso de la gestión Milei, dirigidos por la maldad y el egoísmo más obcecado de su jefa espiritual, quien pareciera ignorar que le espera una condena por graves delitos en la gestión de gobierno.
El fracaso de Milei, implicaría, tal como lo fuera el de De la Rúa o el del gran Illia, o Frondizi, un feroz retroceso para la ciudadanía que debiera ser la beneficiada por sus dirigentes políticos, en vez de ser usada para aportar los votos necesarios
Los gremios, peleados entre ellos, con cabecillas mafiosos como los Moyano, aprovechándose de sus propios supuestamente defendidos.
Opositores como Palazzo, Voytenco, Yasqui, Biró, Gramajo, Godoy, Aguiar y Crespo cada uno contra el gobierno cuyas medidas, útiles para la ciudadanía, les dificulta su accionar delictivo.
Con ese espectro de dirigentes es claro que no van en procura de beneficios para la masa trabajadora, sino solo y exclusivamente para el grupo que capitanean como si fueran personas de otro país, pero en realidad buscan eternizarse en sus cargos directivos desde donde manejan la corrupción para a su gusto y placer.
En la actualidad existen tres fuerzas en pugna: LLA, PRO y Kirchnerismo.
Mi pregunta es que persigue Macri que se ha transformado en opositor no kirchnerista pero en realidad funciona como un aliado gratuito por cuanto le resta posibilidades al gobierno.
Macri tuvo la oportunidad y no logró los cambios que supuestamente perseguía, nunca olvidaré la imagen de él bailando en la tarima cuando se conoció el resultado del escrutinio.
Por cierto que en su discurso triunfal apeló a la ya obsoleta muletilla de "Todos Juntos......." Cuando en realidad hizo lo que todos los políticos han hecho y siguen haciendo: "DIVIDE ET IMPERA", tal cual lo dijera Julio César en su momento: "Divide y triunfarás".
Mi pregunta es: si ahora Macri tiene la solución para el país, aquella que no tenía cuando gobernó, por qué no se la cede generosamente al Presidente en la intimidad del despacho presidencial, sin frases grandilocuentes por los medios pero sólo para criticar, nunca para colaborar.
Insisto una vez más en que así como agnóstico soy apolítico, no defiendo a la persona Milei, defiendo el rol de Presidente y aplaudo a quienes no coincidiendo plenamente, en lo conductual sobre todo, han decidido apoyar la gestión, ¿por qué Sr Macri no le transmite el secreto que al parecer solo Ud. guarda de cómo arreglar a este desquiciado país?
Aun cuando el plan económico es excelente en términos generales, y suponiendo que termine siendo exitoso, habríamos solucionado solo uno de muchos males que aquejan a la Argentina; el peor de los cuales es la corrupción y la ineptitud.
Esas patologías no se solucionan sólo con leyes que las castigan, sino que requieren ejemplos claros por parte de los políticos.
Si la maestra va a la escuela con las uñas sucias, cómo puede exigirle a sus alumnos que las lleven limpias.
Y una vez más aunque sea reiterado pongo de ejemplo a Esteban Bulrrich, todo lo contrario de Rodríguez Larreta con su ridícula marcha de 24 hs por las calles de la ciudad prometiendo el cielo y la tierra inmediatamente antes de las elecciones; es que recién ahora se dignó acercarse a los bajos fondos para ver la realidad, acaso no la conocía cuando fue gobierno. Si la conocía los defraudó y sino no, no debiera haber gobernado por ignorar la realidad que esperaba soluciones a problemas que él desconocía.
Espero que la terrible inundación que afecta a miles de personas, le haya mojado los pies para que advierta cuán necesaria es la acción y no la promesa para solucionar problemas de fondo que sufren inocentes ciudadanos.
Hoy el país tiene la vista puesta en la Corte, se animarán nuevamente a mirar para el costado y demorar la tan ansiada confirmación de la condena solicitada por la Procuraduría General de la Nación, o es que son cómplices de Cristina Kirchner con sus ansias imparables de retornar al poder.
Carlos Beraldi, abogado defensor de la Fernández, se atrevió a pedir la absolución, ni siquiera admitió razones aunque sea para una condena menos severa, sabedor como todo el mundo de la culpabilidad de la defendida. Él la considera inocente de toda culpa.
Estoy de acuerdo con el "In dubio pro reo" tanto como en la presunción de la inocencia, pero aducir estos principios en el caso de Cristina Kirchner, es considerar a la ciudadanía como imbécil e ignorante, yo por lo menos me siento ofendido como ciudadano.
Todo tiene límites Sr. Beraldi y no le asigno lo de Dr. por cuanto ignoro si es simplemente abogado o doctor en leyes, pero con o sin el título diferencial, forma parte de la mala argentina que queremos erradicar.
El argentino debe aprender de una vez por todas que no se debe delinquir porque está penado por la ley, y tanto más cuanto más importante el rol que desempeñe en la sociedad.
No debe cruzar en rojo cuando nadie lo ve, no porque no es peligroso hacerlo, sino simplemente porque la ley se lo impide.
Esta es la oportunidad para demostrar que la impunidad no debe ser una prebenda de los políticos sino que nadie debe gozar de ella.
Las grandes potencias mundiales con regímenes democráticos suelen tener sólo dos partidos políticos, tal el caso Estados Unidos con casi 400. 000.000 de habitantes; ¿cuántos hay en Argentina?
Todos piensan dedicar sus vidas al bienestar general a juzgar por sus palabras; si así fuera hoy la Argentina no tendría ningún tipo de problema de base, sino los meramente circunstanciales de cualquier Nación.
Y parta colmo de males surge el tremendo problema Tierra del Fuego, una provincia divorciada del resto de la Nación, que goza de beneficios muy diferentes, sin entrar yo a juzgarlo porque carezco de la información para hacerlo; pero sí no puedo admitir, que menos de 200.000 argentinos de élite permanezcan al margen de los grandes problemas que enfrentan 47 millones de conciudadanos.
La expresión del gobernador Gustavo Mellela que tildó de atorrante al ministro Sturzenegger, constituye una falta de respeto hacia la persona y hacia la investidura.
Un gobernador debe atender con honestidad y sapiencia las cuestiones de estado que le competen pero debe respetar de palabra y hecho a los funcionarios que no le son afines, en una palabra debe ser educado en sus expresiones. El idioma español le brinda infinidad de vocablos para expresar disenso o indignación sin necesidad de apelar a la grosería; claro a lo mejor desconoce la sinonimia correspondiente.
La mayoría de los funcionarios son mentirosos y embaucadores, mienten a sabiendas porque una mentira bien planificada puede aportar muchos más votos que la cruda verdad.
Con mis ya casi 85 años a cuestas, no creo que pueda volver a ver mi país encaramado en el podio de los mejores, como supo estarlo; porque la atomización de intereses personales hace imposible la unión nacional que sí sería la que le conferiría al país la condición de ser una nación fuerte y legítimamente soberana.
Y la culpa es vuestra, señores políticos.