Cómo queda la imagen del Gobierno tras el veto a la Ley de Financiamiento Universitario

El politólogo y director de Synopsis Consultores Lucas Romero habló sobre los últimos movimientos de la coyuntura política y cómo pueden impactar en el gobierno. Además, señaló que es el momento de "mayor debilidad política" de Cristina Fernández.

Conte, Argüello y Bitar
Conductores del programa "Tenés que saberlo", de lunes a viernes a las 7 por Radio Post 92.1.

Los últimos días han sido agitados en el arco político y algunos movimientos han dejado algunas conclusiones para rescatar. En diálogo con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9, 100.1 de San Martín y FM del Condado 96.9 de Luján, el politólogo y director de Synopsis Consultores Lucas Romero habló sobre los impactos del veto a la Ley de Financiamiento Universitario y sobre los movimientos internos que se dan en el PJ.

"Uno podría decir que evitar una derrota no sé hasta qué punto se puede interpretar como un triunfo. Habitualmente, los gobiernos de minoría suelen mostrar gobiernos que intentan negociar, construir, persuadir apoyos para lograr sacar leyes del Congreso y este es un gobierno que está negociando apoyos para evitar leyes del Congreso, lo cual marca el grado de debilidad legislativa que tiene este ejecutivo. Es una complicación en sí mismo para la probabilidad de éxito que pueda tener este presidente en resolver el desafío económico", explicó Romero.

El politólogo explicó que el proceso electoral y la conformación de las cámaras ya nose hacía prever una relación conflictiva entre el ejecutivo y el legislativo: "Más aún si este ejecutivo no muestra predisposición de diálogo y acuerdo con el resto de los actores en el poder legislativo, esto es lo que hemos venido viendo: un legislativo que ha venido sancionado leyes y un ejecutivo que las veta por completo, ahí hay una interpretación para hacer".

Romero explicó que el veto surgió como una forma de darle injerencia al ejecutivo en la discusión legislativa, pero que esto no está ocurriendo: "El presidente no quiere ceder frente a los planteos que el legislativo le está haciendo, sobre todo en el punto central, medular de este proceso político que es el ajuste. Este es un gobierno que tiene que hacer un ajuste fiscal, que tiene que hacer una corrección del desequilibrio fiscal y da la sensación de que el ejecutivo no quiere discutir la forma en que quiere hacer el ajuste con el resto de los actores y lo pretende hacer en una condición de minoría. Ahí está el germen del conflicto entre el ejecutivo y el legislativo que hemos visto estas últimas semanas".

Romero analizó que el gobierno, como estrategia política, no negocia ceder: "El presidente está intentando no ceder porque donde ceda en una, interpreta que va a tener que ceder en otra, entonces se ha mostrado inflexible en permitir algún tipo de concesión frente a los planteos que vienen del legislativo estando en condición de minoría. No interpreto que el veto es un acto de fortalecimiento del ejecutivo, ni siquiera es un acto conveniente. En todo caso es una necesidad que responde a una estrategia. No es conveniente porque uno puede interpretar que el discurso del presidente de la irresponsabilidad de la ley puede ser un discurso verosímil, pero convive también con la percepción del público de la insensibilidad del veto".

En esa línea, explicó que la puja de la percepción pública se da entre la irresponsabilidad de la ley y la insensibilidad del veto: "Mi impresión es que, en el más menos, el gobierno tiene más las de perder que las de ganar, aún sosteniendo este discurso de que es un dirigente que está confrontando contra una casta de la política tradicional, que ha empobrecido a la población argentina. Me parece que a la larga el gobierno va a pagar costos por estos vetos, pero debo interpretar que entiende que esos costos son inferiores a los costos que pagaría si cede en estos reclamos y eso afectaría el marco general del ejercicio económico que está teniendo el gobierno para resolver el desafío".

A su vez, el director de Synopsis Consultores vio como "inteligente" que el gobierno haya llevado la discusión al tema del presupuesto: "Devolver un presupuesto con equilibrio fiscal significa que alguien tiene que acomodar las partidas presupuestarias para que den 0 y el gobierno lo que quiere evitar es que sea el gobierno el que determine dónde ajustar. Al plantearles el final, lo que les está diciendo es "ajusten ustedes, yo necesito el ajuste porque si no mi programa económico se cae o no puede producir lo que pretendo que produzca".

Sobre eso, explicó que es inteligente el gobierno al traer temas que en la percepción pública pueden ser temas a corregir: "Hay detrás de todo esto una operatoria simbólica que el gobierno necesita lograr con éxito para aumentar la probabilidad de éxito de su programa económico que es esta idea de que el equilibrio fiscal es deseable. Y creo que esto está bastante extendido como consenso en la sociedad argentina después de año de regímenes de alta inflación y de padecer las consecuencias de la alta inflación, compró la idea que el déficit público produce inflación porque se lo financia por la emisión y creo que eso caló en la opinión pública y en algún punto explica los resultados del año pasado".

Sin embargo, Romero alertó sobre la necesidad de resultados para sostener esta operatoria: "Esa operatoria de construir en el equilibrio fiscal un objeto deseable necesita tener como correlato, para convalidarla, los resultados. Hoy la sociedad argentina está acompañando este gobierno y el concepto de que el equilibrio fiscal es deseable. Si los resultados no aparecen, empezaremos a cuestionar esta idea de que con el equilibrio fiscal se come, se educa y se cura, que es un poco la idea que está queriendo transmitir el gobierno".

El futuro de Cristina Kirchner

Además, el director de Synopsis Consultores expresó que la pretensión de Cristina de conducir el PJ "es un síntoma de su debilidad política": "Cristina no solía entusiasmarse mucho con ocupar este tipo de lugares más burocráticos partidarios, de asociar su figura política a esos roles. Es un síntoma de su debilidad porque lo hace en un contexto de necesidad. Cristina sale muy golpeada después de la fallida gestión del frente de Todos, siendo ella la artífice principal de lo que fue la construcción de esa fuerza política, siendo ella la que nominó al presidente que produjo esa fallida gestión. Sale muy cuestionada y golpeada internamente en todo el peronismo respecto de cuál había sido su rol dentro de ese gobierno de Alberto Fernández".

Frente a esto, Romero señala que Cristina busca capturar el liderazgo del peronismo para después intentar construir una candidatura en Buenos Aires para el 2025: "Es la provincia donde ella entiende que tiene sus mayores fortalezas y pretenden encaminarse en una candidatura que termine en un triunfo electoral en la provincia de Buenos Aires y que eso sea la plataforma para su pretensión de liderar la oferta electoral presidencial en 2027 y volver al poder como lo hizo Lula en Brasil después de atravesar los problemas judiciales que atravesó. Este interpreto yo que es el camino que quiere recorrer Cristina. Va a depender mucho de cómo le vaya al gobierno, de cuánto enojo produzca el gobierno sobre todo con su gestión económica".

Romero señaló que el período 2015-2019, tras una malograda gestión económica, Cristina tuvo una recuperación de reputación y pasó a ser visualizada como la figura que podía tener la llave para resolver los problemas económicos del país: "La composición de imagen de Cristina hoy es mala, con más de 60% de imagen negativa y menos del 30% de imagen positiva, estos son datos nuestros de septiembre. La posición de Cristina hoy es de extrema debilidad, el momento de mayor debilidad política de Cristina desde que ganó protagonismo el kirchnerismo allá por los tempranos 2000. Está intentando agarrarse de los pocos recursos que tiene para ver si puede construir un proceso de recuperación. Veremos cómo le va, pero que ella haya señalado la intención de liderar el PJ y que su principal rival decida no bajarse, es una señal de que no le va a ser fácil volver a tener el control que supo tener del proceso político dentro del peronismo".

Finalmente, el politólogo señaló que pensaba que la posibilidad de que el peronismo dé una vuelta de página del kirchnerismo iba a ocurrir en un proceso electoral: "Habrá que ver si alguien se le anima y le gana a Cristina en las urnas, creo que sería definitivamente la jubilación política de Cristina, pero mientras eso no ocurra, creo que Cristina tiene un lugar de donde reclamar algo de protagonismo. Va a ser interesante ver cómo se desenvuelve y cómo termina esta coyuntura de la discusión sobre las autoridades partidarias en el Partido Justicialista".

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