Reestructuración en marcha: el Gobierno redefine el INTA y el INV para concentrar el control
Un decreto que saldrá este lunes transformará la estructura del INTA y del Instituto Nacional de Vitivinicultura, que perderán su autonomía para quedar bajo la órbita directa de la Secretaría de Agricultura. El plan oficial busca recortar cargos, optimizar recursos y cambiar el enfoque de fiscalización.
El Gobierno avanza con una fuerte reconfiguración de organismos clave del agro y la industria vitivinícola. Según la última versión del decreto que se publicará el lunes, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) dejará de ser un ente autárquico para convertirse en un organismo "desconcentrado" dependiente de la Secretaría de Agricultura. Esta modificación implica cambios profundos en su esquema de conducción: habrá un presidente designado por el Poder Ejecutivo, con rango de secretario de Estado, asistido por un consejo técnico sin sueldo, integrado por referentes del sector.
La reforma se justifica en la supuesta sobredimensión del INTA, que, según el Ejecutivo, suma más de 900 cargos jerárquicos y arrastra deficiencias administrativas detectadas en auditorías oficiales. Pese a la nueva estructura, la investigación y la asistencia técnica seguirán siendo funciones centrales, aunque con mayor flexibilidad para redefinir la red de centros y estaciones según la demanda.
Preocupación en el INTA por recortes y pérdida de autonomía
Por otra parte, el Gobierno busca disolver el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Inafci), creado en 2022 bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete. Según informes oficiales, existe un uso discrecional de fondos públicos, sin controles ni rendición de cuentas. Además, se deroga la Ley 27.118, que había creado el Régimen de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar.
El Inase, que funcionaba desde 1991 como autoridad de aplicación de la Ley de Semillas, también será eliminado. Sus competencias pasarán directamente a la Secretaría de Agricultura, que asumirá el rol de fiscalización y control del sistema nacional de semillas. La Comisión Nacional de Semillas (Conase), donde participaban miembros del sector, también será disuelta como parte de la reestructuración.
Qué pasará con el INV
El mismo decreto impactará en el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). En su caso, el Gobierno lo convertirá en una unidad dependiente de la Secretaría de Agricultura, manteniendo su nombre para preservar la referencia internacional. La reorganización apunta a concentrar las tareas del INV en la parte final de la cadena productiva y reforzar el control documental y la fiscalización posterior, reduciendo la carga de trámites para el sector.
El Gobierno presenta un plan de modernización del INTA y ya hay polémica
Estas medidas se inscriben en la estrategia más amplia de ajuste del Estado impulsada por el Ministerio de Desregulación. Además de recortar estructuras y cargos, el plan establece un relevamiento de bienes para su eventual venta o reasignación, mientras que las funciones y los fondos pasarán a estar bajo supervisión directa de la cartera económica.