Tras el caso Vicentin, el Gobierno analiza la situación de IMPSA

Ya se habla de una ayuda estatal, aunque no está definido si será en forma de subsidio o un plan de salvataje. El Estado es uno de los dueños a través del Banco Nación y el BICE.

Tras la fallida expropiación del Grupo Vicentin, el Gobierno analiza la compleja situación financiara de la mendocina IMPSA, cuyo rojo financiero oscila los U$S 550 millones. A diferencia de la cerealera, el Estado nacional forma parte de la metalúrgica a través del Banco Nación y el BICE.

Según reconstruyó El Cronista, hace algunas semanas hubo un primer acercamiento entre el directorio de IMPSA con el Gobierno para encontrar una solución a la grave crisis. Y a partir de allí, se trabaja para ver de qué modo se puede lograr un salvataje estatal.

Con un rojo de U$S 550 millones, la situación de IMPSA se complejizó a partir de la pandemia de covid-19, más allá de los problemas que comenzaron en 2014 y que terminaron con la salida de la familia Pescarmona del directorio.

"Lo que la firma precisa es básicamente el apoyo oficial para acceder a capital de trabajo, algo que actualmente complica la normal actividad de la empresa. No se sabe aún si será a través de un préstamo, un subsidio o qué figura se encontrará", publicó el diario económico.

En principio, más allá de la deuda de U$S 550 millones, la ayuda estatal para IMPSA sería inferior. La idea es ahora resolver la incorporación de capital de trabajo, para luego reestructurar la deuda

Por su parte, en el Gobierno diferencian de lo que ocurrió con Vicentin, que pese a su delicado estado, en ese entonces el Banco Nación le continuaba habilitando dinero.

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