Un cardenal pone en la picota al entorno de Benedicto XVI

Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano del prestigioso portal ReligionDigital.org, analiza la polémica por el libro del cardenal Sarah junto a Benedicto XVI.

El cardenal guineano Robert Sarah se defendió hoy de las acusaciones de manipulación que le hizo de forma anónima el entorno de Benedicto XVI y afirmó en un comunicado que Joseph Ratzinger no sólo autorizó la publicación de un libro conjunto con una fuerte defensa del celibato, sino que fue el propio purpurado quien, en persona, obtuvo el aval del papa emérito.

"Profundamente abyecta" consideró Sarah a la polémica creada a última hora del lunes cuando desde el entorno de Ratzinger intentaron minimizar la participación del papa emérito en el libro que saldrá mañana a la venta en Francia y que desde el domingo a última hora ha provocado una fuerte polémica por lo que se considera un nuevo ataque de los sectores conservadores a Jorge Bergoglio.

Según Sarah, le envió el 19 de noviembre las tapas del libro, la introducción común, y todos los textos que formarían parte del libro. Siempre de acuerdo al relato del purpurado, Ratzinger le expresó su "gran satisfacción por los textos redactados en común", a través de una carta fechada el 25 de noviembre en la que Benedicto XVI escribió sin ambigüedades: "De mi parte, el texto puede ser publicado en la forma prevista por Usted".

Es decir: en seis días, Ratzinger, o alguien que se hizo pasar por él, aprobó la obra, desde la cubierta hasta la contratapa. Resulta importante recordar que el propio Ratzinger, en su última entrevista dada a conocer el 5 de enero a medios alemanes, planteó: "Soy un hombre anciano al final de su vida. Solía tener una gran elocuencia, ahora ya no funciona".

Encuentro privado en el Mater Ecclesiae

La revelación de parte de Sarah de tres cartas intercambiadas con Ratzinger en septiembre, octubre y noviembre de 2019, más la revelación de un encuentro privado en el monasterio en el que el papa emérito reside dentro del Vaticano, llevan la discusión a un nuevo terreno, más cercano a la lingüística y hasta del derecho editorial, con el que el entorno de Benedicto XVI busca reducir la implicancia del papa emérito: ¿Qué significa ser co-autor? ¿Se puede decir que participó del libro cuando no vio las tapas pero sí le dio una especie de carta blanca para su publicación?.

Desde que el entourage de Benedicto XVI salió a plantear las primeras dudas sobre la originialidad de su contribución a la obra, Sarah se mantuvo firme en su postura. "Afirmo solemnemente que Benedicto XVI sabía que nuestro proyecto tomaría la forma de un libro. Puedo decir que intercambiamos varias pruebas para establecer las correcciones", fue su primera reacción a última hora del lunes.

El entorno de Ratzinger

La toma de posición pública del cardenal guineano se dieron luego de que el vaticanista de Il Corriere della Sera Gian Guido Vecchi, a última hora de la tarde en la edición online del periódico del lunes, escribió que "fuentes muy cercanas" al Papa emérito han hecho saber que se trata de una "evidente operación editorial y mediática, de la que Benedicto es totalmente ajeno".

La gravedad y el alcance de la polémica no pueden ser reducidas, como pretende el denominado "entorno" del cardenal de 92 años al que solo acceden las monjas que lo cuidan y el alemán Georg Gainswein, a una discusión sobre las implicancias de ser co-autor de una obra.

Con los facsímiles presentados por Sarah, la implicancia de Ratzinger (o de quien respondiera las cartas por él) en el proceso de producción y autorización de la obra parecen claros.

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