Mario Riorda y los "influencers de parcialidades"

Impecable artículo del analista político Mario Riorda sobre la militancia de temas desde las redes y la autodescalificación de la política, que los habilita.

"(...) quienes antes pensaban desde la xenofobia, hoy profesan públicamente la xenofobia. Y no se cuidan. No tienen recato. Ser racista suele dar espacio a muchas voces. Votos incluso. Ser homofóbico también. Y potencia agrupaciones de intereses que se sedimentan con firmeza. Defender causas es más sancionar con palabras al que piensa distinto que apoyar mi punto de vista. Insultar es cool. Descalificar es valentía. Sin importar la razón. Eso agrupa. Te convierte en influencer de parcialidades".

El citado, es un breve párrafo de una enjundiosa nota del analista político Mario Riorda, que ayuda a abrir los ojos ante tanta somnolencia política.

Riorda, analiza en su nota "Ya no hay más filtros", publicada en agosto, pero vigente hoy, rescatada en las redes por el periodista Andrés Gabrielli esta mañana y, de allí, nuestro eco, cómo cualquiera se ve apurado por decir cualquier cosa en las redes sociales. "Se dice mucho porque Twitter te exige hablar a cada rato. Porque Facebook te avisa que hace mucho no has publicado. Porque Instagram te castiga en su algoritmo si no publicás seguido. Porque WhatsApp es la nueva conversación que agobia. La máquina mundial del hablar íntimo -y no tan íntimo- que no tiene descanso ni horario. No cesa", escribió Riorda.

Pero esa militancia descalificadora que suma y agrupa, que se multiplica y se muestra como más grande de lo que es (y que en muchos casos obliga a tomar decisiones, por incorrectas o inoportunas que fueran, solo por presión) tiene razón en tanto la política parece haber perdido la suya, por demérito propio.

Dice en otro párrafo Riorda: "Pero no culpemos solo a las redes. Las redes no son el mensaje, las personas son el mensaje. Solo en Argentina, como ejemplo, de 1119 discursos de los principales políticos de oficialismo y oposición cuyas afirmaciones se constituyeron en noticias desde 2010 a 2018, el 49,86 por ciento de los discursos fueron totalmente falsos, insostenibles, engañosos; el 25,7 por ciento tienen una dimensión de verdad pero no son incuestionables; y solo el 25,73 por ciento de ellos, corresponden a discursos chequeados como verdaderos con datos verificables.

Conviene, más que quedarse con este salpicón, leer el artículo completo. Para hacerlo, clic aquí.

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