Alertan sobre actividades sexuales sin protección por el contagio de hepatitis A: los porqué y edades afectadas hoy

La médica especialista Mercedes Toplikar habló acerca de esta enfermedad que ha vuelto a brotar en la Argentina. Precauciones, riesgos y la situación de Mendoza.

G. Conte, A. Martínez, R. Galdeano y A. Fernández
De lunes a viernes de 7 a 10 por Radio Post 92.1.

En los últimos días se conoció que los casos de hepatitis A en Argentina han aumentado considerablemente en los últimos meses. La médica especialista Mercedes Toplikar habló con "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y se refirió a las formas de contagio de dicha enfermedad y cómo estar prevenidos.

"La enfermedad de hepatitis es un evento de salud que siempre lo tenemos bajo vigilancia y siempre estamos con la red de salud atentos a los casos que puedan aparecer. Si bien hay una noticia de aumento de casos a nivel nacional, en la provincia de Mendoza no tenemos un aumento de casos más allá de lo que habitualmente hay. La estrategia y el resultado de que Mendoza esté con los casos habituales, que es una enfermedad que existe en la población, es gracias a la excelente cobertura que tenemos de vacunación contra la hepatitis A", contó Toplikar.

Sobre la prevención, la doctora explicó que existe una vacuna que se aplica al año edad según el calendario de vacunación nacional, la cual se incorporó en el año 2005: "Eso ha llevado a que, a partir de la incorporación, cayeran drásticamente los casos relacionados con niños, que eran los que mandaban a aislarse y que tenían que tener cuidado. Esto ha llevado a que sea una enfermedad que ha virado el patrón epidemiológico y ya no es frecuente en niños, sino que el aumento de la frecuencia se da en adultos jóvenes, personas entre 20 y 39 años y principalmente se da en aquellas personas que tienen altas conductas de riesgo relacionadas con la forma de transmisión".

Sobre la transmisión, la médica explicó que la enfermedad se transmite de manera fecal oral: "El tema de saneamiento, de eliminación de excretas, de lavado de manos y de elementos contaminados, como alimentos o ropa contaminada, lleva a que a esas personas que tienen más riesgo. El contacto cercano no es con la persona, sino con la materia fecal. La enfermedad es una enfermedad que transcurre generalmente, en su mayoría de los casos, de manera banal, dura entre dos y seis semanas y el tema es que no hay buenos hábitos de lavado de manos, por ejemplo después de ir al baño o antes y después de preparar alimentos, entonces ahí es donde viene la transmisión de esta enfermedad, no por el contacto con la persona, sino por el contacto donde hay contaminación con esto".

A su vez, Toplikar señaló que puede haber un grupo grande de la población (adultos) que no está vacunada y es allí donde hay que extremar las medidas de higiene: "Todas las enfermedades son multicausales, pero una de las razones que pudiera aumentar el riesgo en estas personas es el patrón epidemiológico, porque si bien la transmisión es fecal oral, hay personas que tienen conducta de riesgo, por ejemplo, lo que tiene que ver con el contacto oral anal en relaciones homosexuales de hombres, relaciones de mujeres trans, relaciones con múltiples parejas y alta promiscuidad. Las medidas que nos tienen que quedar como preventivas para evitar la transmisión de esta enfermedad son el lavado de manos después de ir al baño, antes y después de preparar alimentos y también en estas prácticas sexuales, que son de más riesgo, el uso de preservativo, el uso de campo de látex".

A su vez, explicó que la persona que se contagió de hepatitis A no puede volver a contagiarse: "La inmunidad una vez que uno padeció la enfermedad es de por vida, no hay reinfecciones. Lo que se puede dar es una recaída, por ejemplo, alguien que está cursando la enfermedad y tiene una leve mejoría de síntomas, después puede tener una recaída y aparecer de nuevo algunos síntomas. Pero eso forma parte del mismo cuadro inicial, de la misma enfermedad. No hay reinfección por hepatitis A. Y otra cosa que es importante también es que esta hepatitis, como uno la padece y se recupera, no da lo que se llama estado de portador crónico, como si lo da la hepatitis B".

Finalmente, señaló que la vacuna se coloca a los bebés a los 12 meses de nacidos y que es una única dosis: "Uno puede ir de manera privada, comprarla y colocársela, por supuesto que puede ir, no hay ningún inconveniente. Pero como estrategia sanitaria y considerando que la población pediátrica en su momento, antes del 2005, era la más vulnerable, la que más lo padecía, entonces esta estrategia sanitaria se incluyó en el calendario para los niños de 12 meses".

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