Historia de la higiene corporal

El Dr. Eduardo Da Vic realiza en esta nota un completo repaso por las formas de la higiene humana a lo largo de la historia.

Eduardo Da Viá

Se entiende por Higiene la limpieza y pulcritud tanto del cuerpo humano como del ambiente en que reside, sea privado o público.

La palabra "higiene" tiene origen griego, derivando de "hygiein", que significa "sano" o "saludable". Este término, a su vez, está relacionado con Hygieia, la diosa griega de la salud, la curación y la limpieza y que según la mitología era hija de Asclepios, Dios de la Medicina.

El término "higiene" se documentó por primera vez en inglés en 1676.

Proviene del francés "hygiène", que es una latinización del griego "hygiein".

Toda vez que nos aventuramos en la historia, debemos tener en cuenta que sólo abarca el periodo de la humanidad desde que existen registros escritos de los sucesos narrados, lo que coincide lógicamente con la invención de la escritura hace unos 5000 años.

De ahí para atrás no hay otra opción que guiarse por conjeturas, muchas de ellas bastante bien fundamentadas por los hallazgos arqueológico y la capacidad de los investigadores de deducir, a partir de trozos y vestigios, como debió ser la realidad de que se trate.

De todas maneras son suposiciones basadas en probables analogías con la conducta de higiene animal.

A los fines de este artículo no resultan imprescindibles las fechas de los hitos sino la evolución del concepto y práctica de la higiene corporal

El inicio, muy remoto, parece haber sido copiando los métodos utilizados por los animales para liberarse tanto del barro o la tierra como de los distintos parásitos aferrados a su piel con la consiguiente molestia

Es por ello que apelaban a rasparse la piel con una varilla de madera y a colocarse aceites extraídos de las plantas para suavizar y hasta curar las heridas dejadas por los intrusos animalitos microscópicos.

Mucho animales se higienizan espontáneamente y sin ayuda de elementos artificiales siendo el gato el animal más representativo, en menor grado el perro, los elefantes, las aves, como los pájaros domésticos, que se bañan en los charcos que deja el riego de los jardines y posiblemente fueron los primeros en sumergirse en el agua para limpiarse.

También apelaban a restregar el cuerpo contra la corteza de un árbol, como suelen hacer los caballos y otros cuadrúpedos

Nos sumergiremos en el fascinante mundo de la higiene en las antiguas civilizaciones, desde los egipcios y mayas hasta los vikingos, explorando cómo estas culturas abordaron el cuidado del cuerpo y qué métodos y productos utilizaban para mantenerse limpios.

La elegancia de la limpieza en el Antiguo Egipto

Los egipcios antiguos eran conocidos por su énfasis en la limpieza y la higiene. Se bañaban regularmente en el Nilo y usaban una pasta hecha de ceniza, arcilla y vinagre de palma para limpiar su cuerpo. Los aceites aromáticos y ungüentos no solo eran parte de sus prácticas de higiene, sino que también tenían un papel esencial en sus rituales religiosos y en la de embalsamamiento.

La higiene en la civilización maya

Los mayas, conocidos por su avanzada comprensión del agua y sus sistemas de baño, construyeron complejas redes de acueductos y baños públicos. Se daban baños de vapor en sus temazcales, del náhuatl temazcalli casa de baños, que eran estructuras similares a saunas donde combinaban el agua caliente con hierbas para limpiar el cuerpo y el espíritu.

El cuidado corporal en el Imperio Inca

Los incas también valoraban la limpieza y el cuidado corporal. Aunque no contaban con jabones en el sentido moderno, utilizaban preparaciones a base de plantas y hierbas que tenían propiedades limpiadoras. El maíz, en particular, era un ingrediente común en sus rituales de limpieza. Seguramente utilizaban la coronta como raspador.

Los vikingos y su sorprendente aseo

Contrario a la creencia popular de que los vikingos eran sucios, en realidad daban gran importancia a la higiene personal. Se bañaban una vez a la semana (que era más frecuente que en otras partes de Europa en esa época) y utilizaban un jabón hecho de ceniza y grasa animal, que además de limpiar, les ayudaba a mantener el cabello brillante.

La higiene en la Antigua Grecia y Roma

Los griegos y romanos elevaron el baño a un arte. Los baños públicos eran centros sociales y de relajación. Utilizaban aceites y estrigiles (instrumentos de metal para raspar el aceite y la suciedad del cuerpo) para limpiar su piel. Los jabones, aunque conocidos, no eran comúnmente usados para el aseo personal.

Tenían baños para sumergirse en agua a los fines de la limpieza del cuerpo y baños para evacuación de orina y heces.

En Éfeso, hoy parte de Turquía, se instalaron letrinas públicas con un sistema de alcantarillado para el arrastre de loe deshechos

Letrina pública Éfeso.

Letrina pública Éfeso.

En nuestro país es dable observar un sistema similar en los baños de la Estancia Jesuítica de Alta Gracia, con el inteligente sistema de que siempre corría agua en una canaleta situada por debajo y que transportaba los deshechos al Tajamar, dique construido por los monjes en 1659.

El jabón a través de los siglos

La evolución del jabón como lo conocemos hoy tuvo sus inicios en la antigua Babilonia, alrededor del 2800 a.C., donde se han encontrado fórmulas básicas de jabón. Sin embargo, fue en el Imperio Romano y posteriormente en el mundo islámico medieval donde el arte de la fabricación de jabón se refinó y expandió.

Fue durante la edad media, donde se perdieron buena parte de estas sanas costumbres, atemorizados los pobladores por la iglesia castigadora que consideraba pecado hasta mirarse el propio cuerpo, y más cuando quedaba expuesto a miradas ajenas.

Así pues, Europa, el centro cultural por excelencia de aquel mundo, era un verdadero esterquilinio y Londres una de las ciudades doctas, padecía de una suciedad que desprendía nauseabundos olores, en buena parte debido a que las heces y orines se arrojaban a la calle, más las deposiciones de los animales que se paseaban orondos por las calles y la contribución de la boñiga de centenares de caballos, sea de tiro o de montar, único método de transporte urbano y suburbano. Tal la costumbre de arrojar residuos corporales que existía la expresión "agua va", proferida a gritos para advertir a los viandantes de lo que habría de suceder a continuación.

Dibujo antiguo que representa lo explicado.

Dibujo antiguo que representa lo explicado.

Sin embargo, los griegos como los romanos tuvieron el buen tino de establecer baños públicos, que servían tanto para la higiene como para la socialización.

Roma llegó a la exquisitez de tener baños con tres temperaturas diferentes una en cada sala y llamados respectivamente caldarium, tepidarium y frigidarium, significando sala de calor intenso la primera, tibio la segunda y frío la tercera.

También los musulmanes practicaban habitualmente la higiene corporal sistemática, así pues es dable observar todavía en Andalucía, los famosos Hamman, también conocidos como baños árabes o baños turcos, es un tipo de baño de vapor con fines de relajación y limpieza. Es un lugar donde se puede disfrutar de un baño de vapor para purificar el cuerpo y el espíritu, y también para relajarse.

Precisamente en El Andaluz, nombre que, en la tradición árabe clásica, ha servido para designar al territorio de la península ibérica, era obligatorio tomar al menos dos baños semanales para toda la población.

Los hamman han sido importantes en muchas culturas orientales, sirviendo como un espacio de reunión social, un ritual de higiene y un espacio arquitectónico distintivo.

Volviendo a la imperio de la suciedad, es decir al medioevo europeo, se sostiene que Luis XI (1423-1483) se bañó una sola vez en su vida y por imperio de la indicación de su médico personal.

Cuenta la tradición que el pequeño buqué de aromáticas flores lucido por las novias y sostenido con ambas manos a nivel pubiano, tenía como objetivo contrarrestar los pestilentes efluvios de sus genitales que traspasaban la tela del níveo vestido.

El tema es que no existía el baño como sala de higiene y de deposición de heces y orinas. El grandioso Palacio de Versalles contaba con 400 habitaciones y ningún baño.

Los reyes evacuaban en cubos manejados por sirvientes y cuya vestimenta tanto de dormir como doméstica, dados su largo y ancho, cubrían el acto; por cierto los mismos sirvientes les higienizaban las partes pudendas.

Mucho menos tenían las humildes casas de los ciudadanos que además vivían hacinados en calles de tierra.

Paradojalmente eran más limpios los campesinos que cumplían con sus necesidades fisiológicas retirados de las casa, en pleno campo y además tenía fácil acceso a hojas de plantas vecinas para limpiar el orificio anal.

Este tema precisamente constituyó un verdadero problema antes de la aparición del papel; para higienizar la zona se utilizaron diversos elementos tales como las famosas chugi japonesas:

Historia de la higiene corporal

En la ilustración se las muestra en comparación con el rollo actual del papel higiénico; eran tablillas de madera, que luego de usarlas las depositaban en un recipiente con agua perfumada para el próximo cliente.

La eliminación de los detritos fueron también un problema que se solucionó con el desarrollo del alcantarillado; en Egipto, por ejemplo, el control de la frecuencia del río Nilo permitió un sistema de riego y la construcción de diques y agua entubada que abastecía el palacio. En la Antigua Babilonia existen registros de redes de agua y alcantarillado desde aproximadamente el 3.000 a.C. Posteriormente, la Civilización Romana desarrolló sistemas de alcantarillado y abastecimiento que hicieron posible el crecimiento de su imperio. Los había en Pompeya también.

La Cloaca Máxima y los Acueductos, junto con un conjunto de letrinas y baños públicos, fueron fundamentales en la cultura romana.

El rey de Roma Tarquinio Prisco mandó construir la Cloaca Máxima en el siglo VI antes de Cristo para canalizar y verter en el Tíber las infectas marismas junto con todos los desechos de la ciudad.

Las excavaciones de las primeras ciudades-estado de la cuenca del Indo que datan del 3000 a. C. encontraron estructuras de drenaje y sanitarios.

El baño habitación tal y como lo concebimos actualmente surge recién a finales del siglo XIX y por cierto privativo de familias adineradas.

A continuación imágenes ilustrativas del mobiliario en un baño de personas pudientes:

Bañera portátil para posicionales de sentado.

Bañera portátil para posicionales de sentado.

Bidé para damas con reservorio de cerámica y sostén de madera. Emitía un solo chorro de agua horizontal de manera de impactar en los genitales de la dama, quien sabía sentarse a la salida del agua, tal. como su montara un caballo pequeño. De ahí el nombre en francés: bidet = caballito.

Historia de la higiene corporal

Ducha circular de mediados del siglo XIX:

Historia de la higiene corporal

Primitivo método evacuatorio a través de ventanas ad hoc y directamente a la calle. Londres, Edad Media: 

Historia de la higiene corporal

En nuestro país, lamentablemente existen humildes letrinas externas, que consisten meramente en un pozo con una tabla montada sobre pilas de adobes y en el mejor de los casos dentro de una precaria choza.

Existen en muchos de los barrios marginales, carentes de todo servicio.

En fin lo triste de todo esto es que en el mundo hay alrededor de 2500 millones de personas carentes de baños o sistemas similares; 10 millones defecan a la intemperie y sin posibilidades de higienizarse. Por otra parte, en los niveles medios y altos de nuestra sociedad, el baño lujoso es motivo de orgullo y mostración a los invitados por primera vez.

Todo esto asociado a la parafernalia de productos de limpieza, algunos con destino específico como el anti sarro con pico adecuado para inodoros, desodorante para pisos; para el ambiente en aerosol, en pastillas colgantes, o adheridos a las paredes para una acción permanente etc. etc.

Las casas actuales de los ricos tienen baños divididos en 3, 4 o 5 ambientes separados: El del Vanitory, un mueble de baño que combina la funcionalidad de guardar cosas con la estética. Generalmente incluye una mesada con un lavabo, y puede tener cajones, puertas o estantes para almacenar productos de aseo, toallas y otros objetos; el ambiente de la bañera y la ducha; el del inodoro y bidé, poco utilizado éste últimos en Estados Unidos y Europa pero imprescindible en nuestro país; y finalmente el cuarto del jacuzzi, y hasta un quinto con el baño sauna.

Ni qué hablar de los sanitarios de oro sea puro o como cobertura, que usan ciertos multimillonarios árabes, intertanto las fastuosas ciudades como Dubai poseen el infaltable cordón de pobreza donde habitan miles de obreros o mejor dicho sirvientes, ante la indiferencia más absoluta de los ricos.

En occidente actual la industria del aseo mueve fortunas incalculables en base a jabonería sólida o líquida, más con la absurda variedad de champús con propiedades casi milagrosa para suavizar, reforzar, engrosar, resaltar el brillo o combatir la caspa.

Una de las empresas más destacadas es la fabricante de la línea de champús Sedal:

Sedal Liso Perfecto Shampoo.

Sedal Ceramidas Shampoo.

Shampoo Keratina con Antioxidante.

Sedal Rizos Definidos Shampoo.

Duo 2 en 1.

Sedal Células Madre Vegetales Shampoo.

Sedal Ácido Hialurónico + Vitamina A Shampoo.

Sedal Colágeno + Vitamina C Shampoo.

Ninguno de estos productos tiene fundamentos científicos para ejercer los milagros que supuestamente producen a nivel capilar, pero dado que no parecen ser tóxicos, la ANMAT no interviene para verificar las propiedades.

En fin, la higiene corporal es una necesidad ineludible para con uno mismo, y para la sociedad en que vivimos, cada vez más densa poblacionalmente lo que obliga a estrechos contactos en los medios de transporte públicos, sean de aire, mar o tierra, y los hedores que algunas personas emiten constituyen una falta de respeto intolerable, salvo los emitidos por seres que, como dije más arriba carecen de toda posibilidad de higienizarse.





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