Guía del buen uso del agua para viñateros

El viñedo, tradicionamente de secano, se está transformando cada vez más hacia el regadío, con un elevado consumo de agua como resultado. Un trabajo de cuatro años preparado por la organización WWF.

WWF

España es tierra de vinos y el primer país del mundo en superficie de viñedo, con más de un millón de hectáreas.

Pero lo que no todos saben es que tan sólo 96.591 hectáreas son de producción ecológica. Algo que conviertiría al vino en doblemente bueno: bueno para el que lo saborea, bueno para el medio ambiente.

Hay amenazas para esta actividad tradicional: como en otros cultivos emblemáticos, el viñedo, tradicionamente de secano, se está transformando cada vez más hacia el regadío, con un elevado consumo de agua como resultado.

La organización ambientalista WWF se dedica en ese país a preservar los recursos naturales (suelo, agua, biodiversidad) considerando que "es clave para asegurar el futuro de la viticultura".

Con esta premisa, salieron hace cuatro años al campo para demostrar que el viñedo podía gestionarse de otra forma

Su campo de pruebas se ha extendido ya por varias Comunidades Autónomas: Canarias, Castilla la Mancha, Castilla León, Andalucía y la Comunidad Valenciana.

El trabajo consiste en dos niveles:

  1. por un lado, en promover buenas prácticas agrícolas, en especial el ahorro de agua, para recuperar el buen estado de los acuíferos y humedales;
  2. así como demostrar que cantidad y calidad, produciendo de una manera responsable medioambientalmente, son una realidad.

El resultado es una "Guía de buenas prácticas en viñedos", con información detallada para una gestión sostenible de viñedos.

La aplicación de estas prácticas no son sólo buenas para el suelo, sino también para el viticultor, al mejorar la calidad de las cosechas y disminuir los gastos de explotación. 

RESUMEN EJECUTIVO

El viñedo es uno de los cultivos característicos del Mediterráneo. España alberga cientos de miles de hectáreas y zonas de interés, cada una con características especiales: desde los viñedos volcánicos de La Geria en Lanzarote hasta la húmeda Galicia y su Ribeira Sacra, pasando por el frío Somontano o el caluroso Condado de Huelva en las inmediaciones del Espacio Natural Doñana. 

Todos estos viñedos tienen en común su dependencia de un medio ambiente sano: sin un suelo fértil, sin un clima estable o sin la fauna que controla de manera natural las plagas en los cultivos, no tendrá futuro su actividad. Para conjugar la vertiente productiva, enfocada a la calidad más que a la cantidad y con el debido respeto al medio ambiente, son necesarias prácticas agrícolas al alcance de cualquier viticultor. En este manual se recogen una serie de buenas prácticas, muchas de las cuales se llevan a cabo en la actualidad en varias fincas, especialmente en producción ecológica. A continuación se resumen las principales: 

TIERRA 

Aporte de materia orgánica mediante abonos, cubiertas vegetales y otros restos vegetales y de bodega previamente compostados, priorizando su uso frente al de fertilizantes químicos. Además, el manejo adecuado de la cubierta del terreno permite el control de la erosión y proporciona alimento y cobijo a la fauna auxiliar. 

AGUA 

Fomento del viñedo de secano y, en el caso de regadíos existentes, realizar solo riegos de apoyo y en zonas donde no haya escasez de agua. Hay que contar, además, con la correspondiente concesión de agua y con la información sobre el estado del suelo, clima y planta que permita tomar la decisión de riego más adecuada. 

BIODIVERSIDAD 

Respeto de cada ser vivo que puebla este agroecosistema, en sus relaciones y servicios originados, además del entorno en el que se desarrollan. Fomento a través de: > Setos vivos. Recuperar o mantener especies autóctonas en las lindes de la finca, arroyos o en otras zonas del interior de la misma, obteniendo beneficios agronómicos y ambientales. > Fauna auxiliar. Proporcionar alimento y cobijo a aves, insectos, etc., para combatir de manera natural plagas y enfermedades. Por ejemplo, mediante cubiertas vegetales, recuperación de vegetación autóctona, instalación de cajas nido o mantenimiento de construcciones tradicionales. 

CLIMA Y ENERGÍA 

Reducción del consumo de energía tanto en campo como en bodega, empleo de energías renovables y puesta en marcha de medidas para la adaptación al cambio climático (apoyo al viñedo de secano, cultivo de variedades autóctonas de viñedo, etc.). BODEGA Apuesta por el uso sostenible de los recursos (energías renovables, dispositivos de ahorro y depuración de agua, etc.). Sin olvidar el uso de corcho FSC para el embotellado del vino, certificación que asegura la gestión ambiental y socialmente responsable de los alcornocales. 

Revisá el trabajo completo de WWF sobre los viñedos en España, haciendo clic en la imagen de abajo:

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