La hipocresía de siempre y la Mendoza de los "pero..."

Sostiene Cecilia Páez, concejal de Luján por el PRO, en esta opinión: "Sería bueno que como dirigencia política, en la cual orgullosamente me incluyo, asumamos la responsabilidad de dar los debates de los temas trascendentes, sin falsas correcciones y sostenido en reales convicciones. De esa manera ganamos todos".

Cecilia Páez

"Se necesita redefinir la matriz productiva, hace falta desarrollar minería pero...", "Apoyamos Portezuelo pero...", "Queremos que Malargüe pueda aprovechar el proyecto Azufre pero...", "Estamos de acuerdo con la Boleta única pero...".

Hipócrita es la persona que finge una cualidad, sentimiento, virtud u opinión que no tiene. Esta definición sin dudas incluye a muchos de los personajes de la política que tienen, usan, abusan y mal usan micrófonos para dar a conocer sus "convicciones". Dicen que Marx (Groucho) afirmaba que "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros". Estás definiciones sin dudas incluyen a muchos de los que hoy levantan su voz en temas como Boleta Única, Portezuelo del Viento, elección de la Reina, el reciente proyecto de Azufre y también podríamos incluir el tema del debate minero.

En cada uno de estos temas, los hipócritas de la política, en privado y en público sostienen opiniones distintas y contradictorias. Algo así como que en público uso el "casette" políticamente correcto y en privado realmente expreso lo que siento. Siempre con la especulación de quedar bien para afuera y para adentro, tratar que nada cambie, que nada avance, que siga todo igual.

Sería bueno que como dirigencia política, en la cual orgullosamente me incluyo, asumamos la responsabilidad de dar los debates de los temas trascendentes, sin falsas correcciones y sostenido en reales convicciones. De esa manera ganamos todos. Por el contrario, si seguimos en la hipocresía, perdemos todos, ya que nunca afrontamos los verdaderos desafíos que tiene la provincia y nos quedamos en la mera especulación mezquina y sectorial. Algo así como arrastrar agua para el propio molino, sin importarme nada más, o peor aún, creyendo que, si echo la culpa de todo a mi adversario, me libero de mi responsabilidad.

Muchas veces se ataca a la política por estas incoherencias y en realidad termina siendo un ataque absolutamente injusto ya que, podemos afirmar que hay en Mendoza y en el país, verdaderos políticos, con los pantalones y las polleras bien puestas. Personas que ejercen la actividad política haciéndose cargo de lo que realmente piensan y dicen y hacen siempre en armonía.

Alguien por ahí decía que los buenos son muchos más que los malos, lo que ocurre es que los malos hacen mucho más ruido. Es hora que los buenos, los coherentes, los que se bancan su opinión en público y en privado, los no-hipócritas, hagan más ruido.

De ese lado estaremos aportando para que la política pueda ser una poderosa herramienta de transformación y progreso social.

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