Los desafíos de la globalización

La globalización es uno de los fenómenos civilizatorios más importante de nuestra era y que está en pleno desarrollo. Pero como casi todas las palabras que expresan los fenómenos sociales complejos van perdiendo significado : es importante por tanto resignificarla o deconstruirla como le gusta decir a los filósofos.

Al mismo tiempo quisiera conectar este fenómeno con el de la actuación de los "servicios de inteligencia " dentro de un país, porque me da la impresión que nuestros dirigentes, especialmente el presidente y el ministro de defensa, no tienen claro el momento al que asistimos.

El gobierno nacional argentino afirma que no debe hacerse inteligencia interior. Que la inteligencia nacional es para detectar los posibles enemigos externos o hechos que afecten la seguridad nacional.

Obviamente que este pensamiento responde al intento de enfrentar la Doctrina de la Seguridad Nacional (vigente en los 70 y parte de los 80) la cual centra su análisis de "inteligencia en el control" del territorio nacional y que transformó al comunismo en el único enemigo que había que investigar y exterminar. También pretende acabar con la conocida práctica de ciertos gobiernos de hacer inteligencia sobre la oposición para luego a través de extorsiones llamadas "carpetazos" lograr algunos objetivos políticos.

Estas concepciones parecen no tener en cuenta que estamos asistiendo a un mundo en pleno proceso de universalización y que estas doctrinas, aparte de estar desactualizadas, implican consecuencias que pueden ser suicidas para el interés nacional.

En primer lugar, debemos decir que el concepto de globalización, repetido hasta el cansancio por políticos, periodistas y empresarios, implica solamente para ellos que todo el mundo está interconectado y que se ha creado un mercado mundial. Esto es verdad pero, lo que caracteriza esencialmente a la globalización es "el paso de información por todo el globo en tiempo real". Cuando hablamos de información no nos referimos únicamente a noticias sino también a cualquier tipo de dato que usemos en nuestra vida cotidiana : una transacción financiera, un mensaje en clave, un mail, un giro de divisas, una llamada telefónica con teléfonos no registrados... esto es información. Las vías por la que esta información recorre el globo son las cada vez más potentes y veloces fibras ópticas y satélites de modernísima tecnología.

Esto implica que la globalización traspasa las fronteras nacionales y los Estados Nación, tienen cada vez menos soberanía, menos control sobre el territorio que dicen gobernar.

Debemos decir que este fenómeno, fue denominado "internacionalización" del mundo. Después de la Segunda Guerra Mundial, los bancos y ciertas multinacionales empezaron a conectar sus sistemas informáticos con sus filiales por todo el mundo occidental constituyendo una telaraña entre sus casas matrices y sus sucursales. La caída del socialismo real extendió la red a todo el globo y China, con su capitalismo de Estado y proceso de modernización tecnológica, también se integró a esta telaraña.

Esta red de fibras ópticas y satélites, fue posible por la vertiginosa revolución tecnológica que se llevó a cabo en el mundo a partir de los 80.

Como toda gran innovación se comienza en el campo militar y Reagan pretendía volver obsoleto el arsenal nuclear soviético. Entonces lanzó el proyecto de la "Guerra de las Galaxias o Iniciativa de Defensa Estratégica", que consistía en un dispositivo que detectaba, a través de un satélite, el momento en el que el misil enemigo partía de su silo y entonces el satélite emitía un mensaje a la base propia más cercana que enviaría un misil antimisil que eliminaría, en el aire, el arma enemiga.

Este mecanismo de información, misil que sale satélite que lo detecta, mensaje a la base más cercana y disparo del misil-antimisil, debía hacerse instántaneamente para poder cumplir con el objetivo de exterminar el arma enemiga y hacer obsoleto el peligro soviético.

Ya en el campo civil este desarrollo, dio origen a la revolución de las comunicaciones que hizo que el globo se llenara de fibras ópticas y satélites que circulan por todo el mundo sin respetar la soberanía de los estados naciones. Empresas, bancos, financieras, fondos de inversión, fondos buitres, medios de comunicación, redes de narcotraficantes, de asociaciones religiosas, de terroristas, de partidos políticos. podían actuar libremente en todo el planeta.

Frente a esto, una autoridad nacional argentina debería saber que estos actores globales están actuando en nuestro país , y mientras mas débiles son los estado y menos control tienen sobre estas actividades, más fácil se hace su tarea. Por lo tanto un gobierno serio deber saber que hacen bancos y financieras, que son profesionales en las fuga de divisas, operación que se hace desde computadoras. O las empresas que viven del contrabando usando vías fronterizas siempre cambiantes y llenas de originalidad. Recordemos los túneles del chapo Guzman para llevar cocaína de éexico a EEUU.,y después a través de bancos y paraísos fiscales lavar su sucio dinero.

Las sectas religiosas protestantes que participan en golpes de Estado y se sabe son financiadas por la CIA (las biblias de Trump, Bolsonaro y Añez son impresas en la misma editorial). Las fundaciones alimentadas por los fondos buitres. Las operaciones de los servicios de inteligencia extranjeros que se hacen dentro de nuestro territorio.

Recordemos el tejido de servicios norteamericanos , israelíes y argentinos que actuaron en el asesinato-suicidio de Nisman. Por lo tanto un gobierno no puede negarse a tener información de las actividades de estos grupos. Porque en realidad están atentando contra la gobernabilidad.

Analicemos el golpe de Estado en Bolivia. Evo ni siquiera se enteró que estaba gestándose un golpe. No tenía inteligencia propia. La OEA, la embajada brasileña y estadounidense, los grupos protestantes de derecha y la hija de Trump en Jujuy ,estaban preparando el golpe. Dicen que el motivo era el litio. Creo que esto habla a las claras que realizar inteligencia interior es fundamental.

Por lo tanto el gobierno argentino debería dejarse de decir eslóganes y encarar la formación cuadros en inteligencia bien dotados, porque los enemigos son muchos y la tarea es difícil y siempre el Estado llega tarde. De lo contrario, habrá que hacer un acuerdo con Facebook que seguro tiene más información de los argentinos que la AFI.