Esos vinos Rosé, esas madres rosadas, este mes rosado

Poesía, madres y vino: la escritora Marcela Muñoz Pan hace un maridaje entre literatura y vitivinicultura en el Día de la Madre.

Marcela Muñoz Pan

Madre

Quiero la paz de tus costuras

para saber que la infancia

aún no ha partido

en los varietales de tu pollera

Un poco de tus manos

otro de tus ojos

umbilical hilo de esperanza

*del libro Ese vino que vino por mí

En el día de la madre, hoy, encuentro que todos los jazmines y las rosas rosadas han florecido como si ella desde lo infinito me estuviera regalando su perfume, el único que hace que vuelva a querer siempre su regazo y que sus besos impregnen mis ojos llorosos al sentir tanto su ausencia, voy caminando por la casa y encuentro ese rollito de tela de seda donde están mis primeros rizos envueltos con una cinta rosa. Todo se aclara en mi corazón y todo se queda quieto pidiendo una vez más su voz.

Todo es rosa, hasta un vino que degusté el día en que el Bonarda de San Martín Mendoza hizo una degustación y homenaje a las mujeres en su mes por la concientización del cáncer de mama, cada una de nosotras debía poner en un círculo rosa el nombre de las mujeres más importantes de nuestras vidas, yo obviamente puse el de mi madre y mi hermana que celebran juntas este día, pero sin mí. Todos los círculos plasmados en el vidrio de la Biblioteca Ricardo Rojas que se sumó a este encuentro de vinos, mujeres, poesía y brindis orando al cielo brillante y silencioso.

Esos vinos Rosé, esas madres rosadas, este mes rosado
Esos vinos Rosé, esas madres rosadas, este mes rosado

Al final de la tarde en primavera de este octubre rosa, donde las emociones florecen por las ventanas de las mujeres como poetas enamoradas, degusté un vino Rosé, elaborado por su dueña Luisina Scaglione, inspirado y creado para su madre Ivana González que ha luchado por la felicidad de su hija para que cumpla sus sueños; y ahí estaba el Rosé, elaborado con Bonarda de rojo pasión y fuerza, su acidez en boca le da esa fuerza y el aroma a flores blancas que recuerdan la ternura y el amor de su madre. Luisina ha crecido junto a sus abuelos maternos en Montecaseros aprendiendo todo sobre el universo el vino, como técnica especializada en enología comenzó a elaborar 1000 botellas por año con un enorme significado en cada elaboración, contando cada año una historia a través de los vinos. 

Esos vinos Rosé, esas madres rosadas, este mes rosado

Mi asombro fue creciendo cuando Luisina además me cuenta que hacen el reciclado de botellas, las juntan y las dividen en forma, color, grosor, luego las llevan al lavadero de botellas, se desinfectan y se empaquetan nuevamente en pallets, también utilizan etiquetas biodegradables, ella dice un pequeño aporte al medio ambiente, pero yo diría un gran aporte, una solución que llegó para quedarse.

Esos vinos Rosé, esas madres rosadas, este mes rosado

 ¡Cuánto puede lograr el amor! Cuánto puede generar una madre en nuestros corazones como para crear esos vinos que dan la inmortalidad a los momentos, a las razones, a los abrazos de las madres mayúsculas y las hijas fieles a sus esperanzas en las uvas de la pasión, un camino rosado que va abriendo almas entre las viñas sanmartinianas, como lo que me pasó a mí cuando probé ese vino Rosé "Sangre Italiana", mi piel emocionada como una canción de cuna y las rosas de en mi escritorio que dejó vaya a saber, un colibrí al pasar.

Gloria

La gloria de mi madre

medida de una vida

de siestas sin prisa

que va cosechando

las uvas del dolor

en crepúsculos traslúcidos

Cuando estás cerca de mí

no hay páramos

ni pies descalzos de agua

*del libro Ese vino que vino por mí"

Esta nota habla de: