#MendoExit: Una Mendoza independiente (para qué)

La independencia tributaria como inicio de un proceso autonómico y luego, más. Es la teorización que hace el abogado Alejandro Jofré sobre el MendoExit.

Alejandro Jofré

La salida de una Mendoza institucional, trabajadora, y pujante, de un País anárquico, prebendario y con el respeto a las leyes de Burundi, puede ser constitucionalmente imposible. Lo que no debería ser imposible es que Mendoza puje por una situación de mayor independencia respecto se los constantes pifies de los gobiernos nacionales, el exceso de impuestos y la mala administración. 

Esta discusión histórica, sobre el excesivo peso de un centro deficitario y desproporcionadamente poblado por funcionarios que toman decisiones en contra de las necesidades de las provincias productoras, podría superarse con algunos acuerdos y cambios de legislación. En primer lugar, debemos lograr que Mendoza tenga independencia tributaria, es decir, administrar su propia economía productiva estableciendo sus impuestos, recortando las facultades nacionales de imponer tributo. 

Hay que eliminar IVA, Ganancias, Impuesto al Cheque, etc, y sostener los Ingresos brutos como único impuesto a la producción. 

Con autonomía tributaria, Mendoza podría ser más atractiva para empresas que buscarán un lugar con seguridad jurídica e institucional junto con impuestos razonables para instalarse. 

Los candidatos a presidente y el propio Alberto Fernández han insistido en disolver el impuesto provincial de ingresos brutos, cuando en realidad debería ser al revés. Parte de lo recaudado debería ir a la Nación quién administra la seguridad nacional y otras funciones, pero siempre con el poder impositivo en la provincia. 

En segundo lugar, Mendoza debería tener independencia en la firma y acuerdo de paritarias y salarios del sector privado. Debería sostener su propio esquema de acuerdos salariales para poder diseñar su sector productivo, esto es fijar las pautas de salario y ordenar la discusión entre mendocinos, sin la injerencia de las cámaras empresarias son sede en Buenos Aires y los sindicatos nacionales. 

Los acuerdos productivos dentro de la provincia facilitarían el tratamiento de zonas inhóspitas o promocionadas, que necesitan de acuerdos laborales específicos por la actividad y ubicación de los mismos. Un comercio ubicado en un lugar alejado como Uspallata o con un sistema productivo quebrado como Santa Rosa, no debería tener el mismo convenio y escala salarial que un negocio de Palermo en Buenos Aires. Hoy lamentablemente sufren el mismo trato. 

Finalmente, Mendoza debería contar con su propio sistema de moneda, es decir, un esquema que le permita separarse del Peso (Peso Ley, Austral, Peso Convertible, Peso o lo que sea que lo siga reemplazando en el futuro) y tener una economía basada en los recursos propios y no la especulación. 

Hoy la existencia de los bitcoins y el excelente resultado que generó el Petrom (única cuasi moneda que pagó más de su valor), permiten pensar en un esquema monetario más estable, sin la injerencia del débil peso y el distorsionado dólar. Si bien son propuestas heterodoxas, no quita del centro de la discusión estos temas que hacen al desarrollo de cualquier economía, y si Mendoza pretende una verdadera salida a las constantes postergaciones a la que es sometida por los gobiernos nacionales, que siguen sosteniendo el déficit fiscal y la prebenda, es necesario poner en agenda estos temas fundamentales para el crecimiento de la provincia.

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