El Plan Pac-Man de LLA: deglutir al PRO para seguir con los dos "sabores" K, CFK y Kicillof
La expresidenta, vicepresidenta, diputada y senadora, va por una banca provincial bonaerense en un distrito en donde no puede perder jamás: se acabaron los desafios y la épica. Milei se come al PRO y sigue buscando platillos políticos, hasta llegar a Kicillof, el otro "sabor" del kirchnerismo.
La Libertad Avanza parece aceptar con gusto lúdico la nominación de Cristina Kirchner para ser diputada provincial bonaerense no tanto como un juego de ajedrez político, sino como una petanca o, directamente, el tradicional juego de bochas, en donde una piedra intenta golpear a la otra.
Al final de cuentas, uno no existiría sin el otro: LLA necesita que sobreviva lo que quería "matar" para venderse al electorado como lo único capaz de contener su retorno, y el kirchnerismo se levanta desde la prometida tumba una vez más, para contener el proceso metamorfósico que está en el ADN peronista: mutar hacia donde va el poder y volverse su principal referente.
La mismísima CFK sufre espasmos de mileísmo cuando les pide a los militantes, ahora, que hablen de "eficacia" del Estado y no sigan mendigando cargos y acciones financiadas con los impuestos de todos. Lo mismo le pasó cuando los Kirchner ordenaron odiar a Jorge Bergoglio y, de golpe, entre el humo blanco vaticano, frenó a la multitud reunida en Tecnópolis ante la noticia de la imposición de Francisco, y dio con el brazo en alto la contraorden de amarlo y apropiárselo, inclusive.
LLA -como lo describiera Darío Lopérfido el domingo en su columna- es ya una reconfiguración de viejos dirigentes del peronismo que "la vieron". Desde Sebastián Pareja hasta Cristian Ritondo, todos se saben la marchita de memoria, por más que la hayan guardado en un bolsillo para siempre o hasta una nueva oportunidad. Dios dirá.
Y también están los otros, los realmente nuevos, los hartos, los que se cansaron del manoseo. Pero se verá quiénes quedan flotando después de que la terraja política termine de hacer la rosca: ellos o la casta propia, que parece querer empoderarse y sabe cómo hacerlo.
La expresidenta, vicepresidenta, diputada y senadora no va a revertir ningún resultado como desafío político, sino que se apoltrona sobre lo seguro. La ahora célebre Tercera Sección Electoral es un pedacito muy minúsculo del país, corazón del Conurbano, y está compuesta por 19 municipios y concentra cerca de 5 millones de votantes, de los cuales aproximadamente un tercio (1.660.000) están en La Matanza y Lomas de Zamora. También se encuentran Berisso, Cañuelas, Ensenada, Presidente Perón, Punta Indio y San Vicente. En la mayoría de estos distritos gobiernan intendentes peronistas, desde sectores ortodoxos hasta La Cámpora, con circuitos donde superan el 70% de los votos, mientras sus competidores apenas alcanzan el 15%.
Frente a esto, se vislumbra un fenómeno que podríamos denominar Pac-Man, con perdón de su creador, Toru Iwatani, que jamás podría haber imaginado la utilización simbólica de su creación dentro de la política argentina.
Podríamos decir que así como La Libertad Avanza se come al PRO, una vez incorporado a su cuerpo hambriendo lo que busca es deglutir al kirchnerismo, yen sus dos "sabores" (muy similares): cristinismo o kicillofeado. Y la estrategia pareciera ser que es ganándoles por mucho fuera de su mapita superpodoroso del suburbio porteño, en todo el resto de "la Provincia", como se le llama al territorio bonaerense.
El asunto es qué pasará cuando le toque el turno de la digestión: qué tipo de deposiciones generaría. Pero ese es otro cantar, muy posterior a las elecciones, aunque más vinculado a la vida de la gente: qué resultados daría un triunfo o una derrota del mileísmo a la cotidianeidad argentina.
Pero en el mundo del juego de la política, la ludopatía de estos "pibes" que rodean a Javier Milei y a su socías política, Karina, ya que él no sabe - no quiere - no le gusta el tema, no es tan difícil: nacieron con un joystick en la mano y no importa la serie o evolución de la máquina en su poder, ya que el poder de maniobra y la resistencia al fracaso, ya lo tienen incorporado.
El país asistirá, entonces, una vez más, a un jueguito que se disputa solo alrededor del Puerto de Buenos Aires.