El autor de "Cónclave", Eric Frattini, sobre Francisco: "Quiso, pero no pudo, o quiso y no lo dejaron"

Falta poco para el comienzo del cónclave en donde se elegirá al sucesor de Francisco como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. En ese contexto, el escritor y especialista en temas vinculados a la Santa Sede, Eric Frattini, escribió un libro titulado "Cónclave, la Iglesia después de Francisco". En diálogo con el programa "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, el escritor se refirió a su nueva obra y también al legado de Francisco.

"Este libro está escrito en junio del 2024. Lo que pasa es que Planeta no quiso publicarlo hasta que no finalizase el pontificado de Francisco con su retirada, con su renuncia o con su fallecimiento. El día 21, cuando fallece el papa, se anuncia a las 10:15 de la mañana y yo comienzo a escribir el último capítulo. Terminé a las 12 de la noche, el martes ya tenía Planeta el nuevo capítulo, incluidos las otras ocho editoriales europeas que van a publicar el libro al mismo tiempo. El lunes está ya el libro en la calle, 15.000 ejemplares en la calle", señaló Frattini.

El escritor señaló que en su obra realiza un análisis desde el puntos de vista político: "Cómo el pontificado de Francisco quiso y no pudo, o quiso y no le dejaron. Yo siempre creo que Benedicto XVI lo que había hecho había sido un pequeño agujero en ese gran muro que es el Vaticano, que por lo menos por ese agujerito se permitía que empezara a entrar la luz. Y digamos que Benedicto, siendo tan mayor dijo ‘ya lo dejo por lo menos que entre la luz para que el próximo Papa lleve a cabo más o menos las reformas que la Iglesia necesita'. Y en eso llegó Francisco. Mi libro hace todo un análisis de las guerras cruentas y sangrientas que ha habido en el Vaticano para que esas reformas, que la Iglesia tenía que acometer y que incluso el papa Francisco dijo que iba a acometer, yo creo que el papa Francisco ha muerto con una espina clavada de que esas reformas no fueron posibles".

Sobre los cardenales elegidos por Francisco, Frattini señaló que estos 108 no responden ciegamente a sus deseos: "Entre los cardenales elevados por Francisco al cardenalato está, por ejemplo, Fridolin Ambongo, que es el cardenal de Kinshasa. Los africanos sí que van a entrar en bloque en el cónclave, es decir, con disciplina de voto. Y el cardenal Ambongo fue el que primero que pidió permiso a Francisco para no dar la comunión a los homosexuales en los países africanos. Y segundo, hizo una declaración diciendo que la homosexualidad era una enfermedad que había que erradicar del planeta. Pero ha sido elevado por Francisco: no nos hagamos lío, de los 108 cardenales que ha elevado Francisco, hay muchísimos conservadores".

Sobre los temas pendientes que dejó Bergoglio, el escritor señala algunas iniciativas que luego no se concretaron: "Dijo que venía con la tarea de reformar la curia vaticana, a la que Benedicto denominaba ‘la gangrena de la iglesia', y no lo ha conseguido. Francisco llegó con la tarea principal de cambiar y modificar la estructura financiera de los departamentos vaticanos, y no lo ha conseguido. Llegó con la idea de trabajar en la doctrina para que los divorciados pudieran volver al seno de la iglesia y comulgar, cosa que no ha conseguido".

En esa línea, agregó: "Él llegó también al pontificado con esa famosa frase ‘¿Quién soy yo para juzgar a los gays?' Perfecto, pero es que él no ha creado ningún documento pontificio para ordenar a los miles y miles de sacerdotes en todo el mundo que todavía se niegan a bautizar a niños que tienen dos papás o dos mamás, o de tener una mamá porque ha sido ese niño nacido bajo inseminación artificial. Entonces, el Papa, que da tantas frases rimbombantes para los periodistas, uno dice ‘bueno, pues venga, haga algo'. Pero no hay nada, no ha dado ningún paso con respecto a eso".

A su vez, marcó que algunas decisiones venían del sector más conservador: "Lo que le llaman el triunvirato que está formado por Raymond Burke, Robert Sarah, y Gerhard Miller, le han hecho una guerra atroz, incluso utilizando la figura del Papa Emérito, en la cual Ratzinger se ha visto muchas veces agarrado por una manga y por la otra".

Sobre el futuro, el especialista señaló que al cónclave ingresarán tres sectores muy claros: "Uno, los seguidores del triunvirato, que van a entrar en el cónclave creo que bastante fuertes; luego está el sector absolutamente liberal, liderados por el cardenal Hollerich de Luxemburgo, que es el cardenal que ha propuesto que se rebaje la cuestión moral con respecto a la homosexualidad, o que se empiece a pensar ya en un papel mucho más activo de la mujer en el mundo del catolicismo; y luego están los sectores que son seguidores de Francisco, pero que van a exigir al nuevo Papa que se mantenga un poco más formal con respecto a la línea doctrinal de la iglesia católica, que no se intente apartar tanto como le pasó a Francisco".

Además, marcó que tal vez uno de los problemas que tuvo Francisco fue que, al pretender apartarse tanto de la doctrina, no pudo moverse "ni un ápice". A su vez, mencionó que las negociaciones políticas se dan "antes del cónclave": "En las congregaciones generales, que son reuniones lideradas y organizadas por el Colegio Cardenalicio. Y luego están las murmuraciones, formadas por murmurados, que son reuniones informales que se pueden dar en el salón de tu casa, como puede ser un reservado de un restaurante donde se junta un cardenal español con un cardenal francés y ahí se negocia políticamente: ‘Si yo presento un candidato a sumo pontífice, ¿tú me apoyarías?' Y entonces el otro puede decir ‘vale, pero entonces nosotros nos quedaríamos con la Congregación de la Doctrina de la Fe y la Congregación de los Obispos'. Se negocia políticamente. Un cardenal me dijo ‘cuantas más congregaciones y murmuraciones, menos fumatas'. En el cónclave está terminantemente prohibido hacer proselitismo".

A su vez, restó importancia a la primera votación: "El día 7 no es importante: empieza por la tarde la misa y luego hay una votación pero le llaman votación de tanteo, que es donde todo el mundo vota más o menos a quien a ti te gusta. Y a lo mejor en esa primera votación pueden salir 30 nombres. Luego el día 8 ya la cosa se pone más seria: en las cuatro votaciones del día 8 ya ahí la situación ya se vuelca más. Y luego el día 9 yo calculo que ya debería haber papa".

Recordando el cónclave anterior, Frattini señaló que él apuntaba a Angelo Scola, poderoso Arzobispo de Milán, pero que Bergoglio ya se había convertido en un candidato sólido desde el 2005: "El bloque que le apoyaba era tan hermético que eso impide que cualquier otro candidato pueda tener quórum suficiente para ser elegido a Pontífice. En un momento Bergoglio le pide a sus seguidores que dejen de votarle y que por favor voten a Ratzinger. Bergoglio ya se veía en el 2005 que más o menos podía ser elegido a papa".

Finalmente, señaló que en esta oportunidad no hay un candidato claro y que cualquiera puede ser el nuevo Papa: "Los que está dando la prensa española yo se los rebato: Tagle entra con un serio problema porque era el presidente de Cáritas y el Papa Francisco lo apartó por la mala organización de Cáritas; Peter Erdo, de Hungría el problema que tiene es su proximidad con Víctor Orbán y eso le puede provocar que los sectores más liberales dentro del cónclave no lo van a apoyar. Cuando me dicen ‘haz quinielas', yo digo ‘pues cualquiera de los 133 que van a entrar en el cónclave'.", concluyó.