La atomización libertaria no les da poder, sino una efímera sensación testimonial

Los resultados de este domingo dejan mucha tela para cortar, sobre todo para los sectores que apoyan al presidente Javier Milei, pero que no se ponen de acuerdo entre sí.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Los resultados de las elecciones de este domingo en San Luis, Chaco, Jujuy y Salta dan una primera y relevante conclusión: el entusiasmo por representar a Javier Milei con alguna lista, con o sin su autorización, solo calma deseos particulares de esos grupos, pero no suma poder.

Los mileístas que ganaron lo hicieron solamente en donde iban en un frente con los partidos que respaldan al Presidente.

En definitiva, ganaron los que gobiernan las provincias y que, además, dialogan con Milei.

El resto, representa una experiencia testimonial que les puede dar energía para seguir creciendo a futuro, pero si hoy no colocan concejales, diputados o senadores, amenaza con que esa "pila" se agote a poco de andar, en medio de su inexperiencia política y las ambiciones cruzadas por lideras esos espacios.

El caso de San Luis: mileístas sueltos versus alianzas organizadas. No ganan nada si van dispersos.

El caso de San Luis: mileístas sueltos versus alianzas organizadas. No ganan nada si van dispersos.

El mileísmo se ha atomizado más allá de la rienda corta que pretende darle a sus partidarios Karina Milei. La rigidez ha llevado a que se multipliquen los mileísmos en pequeñas propuestas que terminan distribuyendo los votos sin sumarlos a un sector capaz de conducir la voluntad de ese electorado.

Se pudo ver en Chaco un triunfo claro de la alianza del gobernador con LLA. En el resto del país se observan pequeños intentos de instalarse que han obtenido algún caudal de votos, pero insuficientes para echar raíces.

También es un dato fuerte que, como es el caso del Chaco, LLA reemplaza en la evocación de los ciudadanos a lo que representó el PRO en Juntos por el Cambio, por lo que el macrismo es ahora el espacio que se presenta como una gran incógnita en las provincias.

Todo ello arroja una primera conclusión: si los libertarios no se encauzan en forma organizada y continúan en su vocación individualista de preservar múltiples espacios, la idea que tanto defienden de dar la "batalla cultural" implosionará en batallitas por protagonismo que los hará licuarse definitivamente en la política argentina.

Esta nota habla de: