La polémica por Ramón Carrillo llega a Mendoza: "Hay que cambiarle el nombre al hospital"

La periodista y documentalista, autora de libros sobre el peronismo Silvia Mercado, experonista ella también, manifestó su asombro sobre la condición adjudicada a Carrillo. Desilusionada, fundamentó por qué quitarle los homenajes. Lo que difundió Uki Goñi.

G. Conte y S. Montiveros
Silvia Mercado.

Silvia Mercado.

"Se nos cayó Perón, Evita, ahora Ramón Carrillo. A los experonistas no nos queda nadie", tuiteó la periodista Silvia Mercado, documentalista del partido en el que militó y que plasmó en los libros "El relato peronista" (Sudamericana) y "El inventor del peronismo" (Planeta). Fue en solo un fin de semana, según su relato. "Hablé con el periodista Sergio Serrichio y le conté todo lo bueno que sabía de Carrillo, pero me informó del libro 'La política sanitaria del peronismo', de Karina Ramacciotti, en donde revela su condición de racista y homófobo y no lo podía creer, pero está documentado que es así", contó este mediodía.

Mercado descartó de plano que el sanitarista de Perón y primer ministro de Salud que tuvo Argentina sea digno de homenaje, en billetes o en cualquier otra cosa. En este punto, se animó a señalar que el hospital mendocino que le rinde culto en Las Heras "debería cambiar de nombre". "Realmente es lo que creo. No es tolerable el racismo en un médico. Hasta el autoritarismo llego, fascinación con el nacionalismo incluso. Pero racismo: definitivamente no. Creo que hay que desterrar a Carrillo como símbolo positivo", tuiteó al responder la referencia del diálogo con este medio.

Mercado, en su diálogo, indicó que "se me acaba de caer el último ídolo peronista" insistió. "Apenas arrancás con la investigación histórica se te caen todos a pedazos. Yo vengo del peronismo y soy una persona sensible. Tenía una buena imagen de Carrillo porque le renunció a Perón en un tiempo de mucho poder, porque se quería hacer del peronismo una especie de religión, volviéndolo más autoritario en medio de una situación económica muy difícil". 

La polémica por Ramón Carrillo llega a Mendoza: "Hay que cambiarle el nombre al hospital"

En su relato, Mercado contó que "Perón fue profundizando el relato peronista poniendo a Evita como una santa, sus imágenes puestas en una gran cantidad de lugares y promovió ese posicionamiento desde el poder de comunicación del Estado. A Ramón Carrillo, que venía del nacionalismo de derecha le cayó mal porque él no era de claque que rodeaba a Perón y se fue al exilio. Cuando le intento explicar a Perón que eso estaba mal, el General lo tomó muy mal, se asustó y se fue del país con la excusa de que estaba enfermo".

El hospital Carrillo, en Las Heras.

El hospital Carrillo, en Las Heras.

Mercado contó que "Carrillo tenía un buen pasar económico, se fue y murió en la ciudad de Belém do Pará en el norte de Brasil en una situación muy desgraciada: en total soledad y en absoluta pobreza. Ese enfrentamiento que tuvo con Perón y toda la obra en materia sanitaria, hizo que tuviera un gran respeto por él. Pero la investigación histórica revela otra cosa. A partir del billete de 5 mil pesos empiezan a salir notas y descubro por Sergio Serrichio que la investigadora Karina Ramacciotti había documentado, hace ya diez años, tal calificación sobre Carrillo".

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"Me enteré de cosas que no estaba preparada para conocer: no nos queda ni Ramón Carrillo a los peronistas", exclamó. Le sorprendió que Carrillo haya sido racista. "Quería hacer -contó- como los nazis, un pueblo de gente totalmente perfecta".

La periodista e investigadora histórica sostuvo que "es probable que hay habido algo de época que hereda Perón. Pero su problema es que gobernó cuando el Eje ya había caído. En términos históricos, ya se sabía del Holocausto cundo Perón llego al gobierno. Esas imágenes en su iconografía de hombres y mujeres perfectas pueden tener también un perfil racista", analizó.

"He leído el libro 'La auténtica Odessa' de Uki Goñi, que es muy importante, y él también aborda el tema", subrayó. Goñi, periodista y escritor, corresponsal en Buenos Aires de The Guardian, contó hoy también más datos:

- "El doctor SS Carl Vaernet llegó a Argentina en 1947 y trabajó en el ministerio de salud bajo las órdenes directas del ministro Ramón Carrillo".

- "Durante la Segunda Guerra, Vaernet inventó una 'cura' para la homosexualidad. Logró convencer al líder SS Heinrich Himmler que se podría ganar mucho dinero con su invento. Himmler lo autorizó para experimentar sobre prisioneros homosexuales en el campo de Buchenwald".

- "La 'cura' consistía en la implantación de una glándula artificial que expedía testosterona. No debe sorprendernos que tras el doloroso procedimiento varias de sus víctimas se declararon 'curados' de su homosexualidad y que habían empezado a pensar en mujeres".

- "Durante la investigación para mi libro 'La auténtica Odessa' encontré un documento del ministerio de salud que decía que en 1949 venía 'desempeñandose con funciones de médico, estando adscripto a la órdenes directas del señor ministro', Ramón Carrillo".

- "Gracias en parte a sus funciones como colaborador directo de Carrillo, Vaernet recibió la ciudadanía argentina. Su Legajo Personal en el ministerio de salud de Carrillo era el número 11.692. Su sueldo era de 1500 pesos mensuales".

Volviendo al diálogo con Mercado, consideró que "el hecho de que se trate de racismo y no solo de una actitud comunicacional es muy fuerte". "El tema -indicó- es que si después del Holocausto se sigue pensando igual, es porque sos nazi, no es aceptable esa situación".

"Me pregunto: ¿Perón nunca se manifestó a favor del Holocausto porque estaba a favor? Tuvo gestos de mandar el primer embajador a Israel, o el mismo Carrillo que tuvo un médico judío. ¿Fueron gestos para confundir?", planteó Mercado.

En torno a los peronistas que hoy le quitan importancia al hecho de la condición racista, sostuvo que "lo de Carrillo se trata de un desprecio por la vida humana, por el ser no perfecto, por el discapacidado. Esa posición de Carrillo es muy intolerable".


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