¿Quién paga si el pliego de Ariel Lijo no es aprobado?

Senadores que iban a firmar el dictamen, ahora se hacen los distraídos. Aún los que firmaron, no quieren decirlo. "Nadie quiere quedar pegado". Peligran Cúneo Libarona y hasta Santiago Caputo si no logran sacar la designación del polémico juez. La lija de Lijo.

Silvia Mercado
Periodista acreditada en Casa Rosada

El pliego de Ariel Lijo aún no logró las 9 firmas necesarias de la Comisión de Acuerdos del Senado, paso ineludible para que llegue al recinto, donde el cuerpo podrá ratificar -o no- la designación.

Es una situación difícil de explicar. El juez federal creía tener los votos necesarios para superar fácilmente la primera instancia de su nominación, pero algunos respaldos que se contaban seguros, de repente, no están. Nadie se sabe exactamente por qué.

Todo es muy curioso. Fuentes bien informadas estaban convencidas de que los dos senadores del bloque UCR (Martín Lousteau y Eduardo Vischi, quien reemplazó transitoriamente a Maxi Abad) votarían a favor. Que lo mismo haría Guadalupe Tagliaferri, senadora del PRO alineada con Horacio Rodríguez Larreta. Que todo el kirchnerismo lo haría.

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Pero ahora nada parece seguro. Abad volvió de su viaje y ningún radical, ni Tagliaferri, ni siquiera todos los miembros del mayoritario bloque de Unión por la Patria firmaron hasta ahora. Solo cinco estamparon sus firmas, el libertario Ezequiel Atauche, Juan Carlos Romero, ex Juntos por el Cambio, el peronista Carlos (Camau) Espínola y dos más, que podrían ser Sergio Uñac (UxP-San Juan) y Claudia Ledesma (UxP-Santiago del Estero).

El kirchnerismo asegura que nadie del Gobierno se comunicó con ellos. Cerca del senador José Mayans no están convencidos de dar ningún paso en ese sentido si desde la Rosada alguien no se comunica con el gobernador Gildo Insfrán.

En paralelo, Cristina Fernández de Kirchner no le dio a ninguno de los suyos el aval para que respalden el pliego. Aparentemente, ni habló con ellos sobre el tema. Se comenta que hubo conversaciones entre el senador Wado de Pedro con Guillermo Garat, el gerente de relaciones institucionales de YPF y socio de Santiago Caputo, pero el exministro del Interior no es miembro de Acuerdos ni es la persona de Cristina para negociar nada en esa Comisión.

El caso Lijo quedó tan expuesto en la conversación pública, que ningún radical se anima a confesar que votará por él. Hay quienes aseguran que el electorado radical de Mendoza, Santa Fe, Córdoba, CABA, les pide a sus dirigentes que no voten por él. Que son interpelados en la calle y les piden precisiones de sus próximos pasos en torno al polémico juez.

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Esta presión es la que llevó a Lousteau a resistir su respaldo, actitud donde lo estaría acompañando Tagliaferri que, aunque es del PRO, compartieron la boleta de senadores en Juntos por el Cambio y están proyectando, junto a Rodríguez Larreta, una opción política para el 2025 y, sobre todo, para el 2027.

La escena es desopilante. Resulta que ahora nadie está a cargo de las negociaciones, la mayoría se hace el distraído, miran para otro lado, y todo indicaría que están esperando que sea el kirchnerismo el que se exponga en una alianza con Milei. El único que hasta ahora dejó los dedos marcados en la operación es el propio Javier Milei, que fue el que mandó el pliego para su tratamiento.

El futuro puede ser trágico. En el Ministerio de Justicia hay voces que aseguran que si no se logra ese objetivo no solo Mariano Cúneo Libarona tendrá que renunciar, sino que el mismísimo asesor Caputo se verá obligado a seguir sus pasos.

A esta altura, se comenta, hasta al Presidente le gustaría sacarse ese pliego de encima, no haber firmado nunca la designación que necesita el aval del Senado para hacerse efectiva. Teme la implosión del Gobierno.

"Está exagerando, no sería la primera vez que un Presidente envíe un pliego que es rechazado. Y no es necesario llegar a eso, podría simplemente no tratarse más, y dejar la Corte como está, hasta que haya nuevas condiciones", le dijeron a Memo.

Pero ahí el enojado sería el juez. "Ariel no va a perdonar que se lo deje solo, en medio del vendaval de rechazos", explican en otro ámbito.

No es fácil entender cómo hizo el Gobierno para armar semejante berenjenal. En esta instancia, cada bloque se retira disimuladamente de cualquier compromiso, que, por otra parte, nadie en el oficialismo le solicitó.

El único que se ríe es Mauricio Macri, quien desde el minuto uno le dijo al Presidente que se trataba de un error. Ah.

Y alguien más, el senador Francisco Paoltroni, cada vez más convencido de que cuanto más ruido se haga, menos posibilidades existen de que salga la designación del polémico juez. ¿Está haciendo campaña? ¿Diseñará un partido nacional? ¿Quiere construir una candidatura liberal sin Milei? ¿Sin saberlo, estarán los libertarios haciendo la campaña de Paoltroni?

Ahora, será decisión del Ejecutivo manejar los tiempos. No tiene por qué someterse al escarnio de la derrota. Si no consigue las firmas, puede dormir tranquilo en la Comisión, apostar a que se hable de cualquier otra cosa y moverlo cuando quiera. No tiene plazos. Claro que, si alguien se enoja o aprovecha la debilidad oficialista, puede venir un nuevo capítulo de esta, la miniserie sobre la lija de Lijo.


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