Cómo manejar un desajuste en el deseo sexual con la pareja

En esta nota, Ann O'Brien, terapeuta individual y de pareja explora este problema y ofrece algunos caminos de solución ya que una diferencia en el apetito sexual es una fuente común de tensión para las parejas.

Muchas parejas comienzan a notar, en algún momento, una división en la forma en que abordan la intimidad. Puede haber momentos en los que estés al lado de tu pareja y el silencio entre ustedes se sienta más pesado de lo que solía ser. Tal vez hayas estado queriendo más conexión sexual y te sientas frustrado por la distancia. O tal vez eres tú quien siente presión, preguntándote por qué no puedes igualar el nivel de deseo de tu pareja.

Un término para esto es discrepancia de deseo: cuando uno de los miembros de la pareja busca más conexión sexual que el otro. Es probable que la discrepancia en el deseo afecte a todas las relaciones a largo plazo en diversos grados. Es una dinámica común y totalmente natural. En mi trabajo como terapeuta de parejas, veo que este tema aparece a menudo, a veces manifestándose abiertamente, otras veces oculto bajo capas de tensión o frustración tácita.

Desafortunadamente, muchas parejas dudan en hablar de ello. La incomodidad, la vergüenza o la creencia de que la brecha es irreparable mantienen el tema bajo llave. Sin embargo, si se aborda de manera reflexiva y con cuidado, una discrepancia en el deseo puede ser una oportunidad para profundizar la comprensión en una relación, generar confianza y reavivar la conexión.

El deseo sexual fluye y refluye

El deseo no es una fuerza estática. Más bien, para muchas personas, sube y baja dependiendo de las fases de la vida y las circunstancias individuales. Las experiencias estresantes, como convertirse en padre primerizo, luchar con grandes demandas profesionales o navegar por la pérdida pueden frenar el deseo. Por otro lado, los períodos de autodescubrimiento y confianza en uno mismo o los momentos de nueva intimidad pueden encender el deseo. Incluso alguien con un nivel relativamente constante de deseo sexual es probable que experimente algunas fluctuaciones con el tiempo. Ahora, junta a dos personas durante años, y las probabilidades de que sus niveles de deseo permanezcan perfectamente alineados son escasas. La discrepancia en el deseo puede surgir en cualquier etapa de una relación. Pero para muchos, en los primeros días de una relación, el sexo a menudo se siente sin esfuerzo: la novedad alimenta la emoción y los factores estresantes externos aún no se han entrometido. A medida que las exigencias de la vida se multiplican, el equilibrio puede cambiar.

Cuando no se habla, una brecha en el deseo puede crecer silenciosamente y desgastar la conexión de una pareja. Pueden aparecer sentimientos de rechazo, resentimiento o distancia. Pensemos en una pareja (ficticia), Alex y Jamie. En sus primeros días juntos, su conexión sexual era eléctrica. Pero últimamente, Jamie ha estado rechazando los avances de Alex, abrumado por el trabajo y otras responsabilidades. Como resultado, Alex comienza a sentirse poco importante e inadecuado y comienza a acercarse en un tono desesperado. Jamie se siente más apagado y comienza a ver el sexo como una tarea. Alex entonces expresa su frustración impetuosamente; Jamie se retira aún más. Esta es una historia que es común en la terapia de pareja, pero no tiene por qué terminar en la distancia.

En esta guía, describiré algunas formas de navegar hábilmente por las diferencias de deseo. En algunas temporadas de una relación, lo mejor que una pareja puede hacer es manejar bien una discrepancia reduciendo la tensión y la distancia en medio de las continuas diferencias en el deseo. Esta guía te ayudará con eso. Pero también compartiré estrategias adaptadas específicamente a cada pareja: la que tiene un nivel de deseo más bajo y la que tiene un nivel más alto. No hay una cantidad "correcta" o "incorrecta" de deseo sexual; No es que uno de los miembros de la pareja tenga la culpa. El objetivo aquí es una mayor comprensión de ti mismo, de tu pareja y de la dinámica entre vosotros.

Puntos clave

  1. Es común que uno de los miembros de la pareja busque sexo más que el otro. Los niveles de deseo sexual difieren y fluctúan naturalmente con el tiempo. La discrepancia en el deseo puede afectar la conexión de una pareja, pero también puede presentar una oportunidad para la reconexión y una comprensión más profunda.
  2. Reflexiona sobre tus sentimientos y creencias sobre el sexo. ¿Cómo reaccionas al pensar en el sexo con tu pareja y qué crees sobre el sexo en general? Considera cómo estos y otros factores podrían afectar tu deseo y si desearías que algo fuera diferente.
  3. Explora los sentimientos y creencias de tu pareja. Haz preguntas abiertas sobre su relación con el sexo. Demuéstrale que lo aceptas tal y como es y que sientes curiosidad por su mundo sexual interior.
  4. Traza un mapa de cualquier patrón sexual negativo. Observa si puedes reconocer los comportamientos típicos y las reacciones adversas que ocurren cuando surge el tema del sexo. Asigne un nombre a estos patrones e interrumpa con respuestas de validación.
  5. Si tienes menos ganas: experimenta con los pedales de 'freno' y 'acelerador'. Reducir el estrés o abordar cualquier dificultad de salud física o mental puede ayudar a aumentar el deseo. También lo puede hacer impulsar la intimidad emocional rutinaria y explorar nuevas vías hacia el placer.
  6. Si tienes un deseo superior: reconsidera los juicios críticos. Tener un mayor nivel de deseo sexual no te hace culpable, ni una pareja merece tu juicio por tener un deseo más bajo.
  7. Si tienes un deseo más elevado: investiga tu respuesta a los deseos insatisfechos. La frustración externa puede interferir con la intimidad emocional que ayuda a ambos miembros de la pareja a sentirse sexualmente comprometidos. La masturbación y la pornografía pueden proporcionar alivio, pero ten cuidado de que no reemplacen la inversión en tu vida sexual con tu pareja.

¿Qué hacer?

La clave para abordar bien la discrepancia en el deseo radica en cambiar el tono del juicio a la curiosidad. A medida que avanza en esta Guía, imagínese a sí mismo como un explorador, recopilando información con amabilidad y apertura.

Reflexiona sobre tus sentimientos y creencias sobre el sexo

En primer lugar, aconsejo mirar hacia adentro. Tu objetivo aquí es fomentar la autoconciencia y la capacidad de guiarte hacia un estado emocional más tranquilo y arraigado. Acércate a este proceso con delicadeza, con la curiosidad como guía, buscando comprender mejor y abogar por tu mundo interior. (Es posible que desee probar esto solo primero, antes de abordar la discrepancia de deseo en una conversación con su pareja).

Empieza por notar las reacciones que tienes cuando piensas en el sexo con tu pareja en general. Algunos ejemplos de posibles reacciones podrían ser: "Me siento avergonzado"; "Es como si estuviéramos desconectados"; 'Estoy a gusto'; 'Estoy intrigado'; - Me siento con ganas. Alternativamente, puedes preguntarte qué adjetivos te vienen a la mente cuando piensas en el sexo con tu pareja. Algunos ejemplos pueden ser 'emocionante', 'juguetón', 'trascendente', 'aterrador', 'sucio' o 'aburrido'.

A continuación, examina algunas de las creencias que tienes sobre la sexualidad. Pensando en tu experiencia con el sexo, pregúntate: ¿cuáles son algunas de las cosas que crees sobre el sexo y el deseo sexual, qué significa el sexo y cómo debería o no debería ser? Ejemplos podrían ser las creencias de que "se supone que las mujeres no deben querer sexo", que "se supone que las mujeres deben estar disponibles para el sexo", que "se supone que los hombres deben querer sexo en cualquier momento y en cualquier lugar", o que "el sexo es una parte importante (o no importante) de la vida".

De estas reflexiones pueden surgir diversas reacciones, sentimientos y creencias. Date un poco de espacio para reconocerlos. Escribir sobre ellos en un diario puede ser útil. Considere: ¿de dónde podrían haber venido? ¿Cómo han moldeado tu deseo sexual?, ¿crees que lo han sofocado o encendido? ¿Hay algo que prefieras creer en su lugar?

Como terapeuta de parejas, he visto que el deseo de las personas por el sexo con su pareja también puede ser moldeado por:

  • su propio bienestar físico y mental;
  • experiencias sexuales previas con otras parejas;
  • la relación más amplia con su pareja actual; y/o
  • La calidad del sexo que han tenido con su pareja actual.

Por lo tanto, te sugiero que reflexiones también sobre cómo tu deseo sexual podría verse afectado (o no) en cada uno de esos dominios. Luego, repasando todo lo que has reflexionado, considera si hay algo que podrías cambiar o dejar ir, o que podrías querer cultivar.

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