Un intendente se quebró al recibir el protocolo de "manejo de cadáveres" en la emergencia

Cada comuna recibió un manual de procedimientos provisorio desde la Nación a la espera de las alteraciones que pueda hacer la Organización Mundial de la Salud. La conmoción de un jefe comunal en plena tarea.

Los municipios recibieron un manual de "procedimiento para el manejo de cadáveres de casos de covid-19", que aunque no quieran nunca tener que consultar, deben conocerlo y estar listos para su implementación.

Ante tal situación y, entrevistado por LV10, el intendente de San Rafael, Emir Félix, se mostró consternado. "Será porque hemos recibido las instrucciones sobre cómo manejar los fallecimientos...", justificó cuando hizo una reflexión personal en torno a la continuidad o no de la cuarentena: "Que se haga todo lo que se tenga que hacer", dijo, para subrayar que ante una consulta de su hijo que quiere que vuelvan las clases porque debe rendir un examen, le respondió que "no importaría perder el año si conservamos la vida, que es lo más importante".

Félix, sondea la posibilidad de que dos hoteles se transformen en centros de alojamiento y hoy los va a recorrer personalmente para ver cómo pueden ser utilizados en la emergencia. Asimismo, planteó la novedad de que puedan alojarse en hoteles al personal sanitario que trabaja en la lucha contra el covid-19 para que no entren en contacto con otras personas.

Además, indicó que la Municipalidad de San Rafael está colaborando para que los 29 centros de salud que existen allí puedan recibir las emergencias de otro tipo, no vinculadas al coronavirus, y despejar así el hospital Teodoro Schestakow, referente en la emergencia en la zona sur.

El procedimiento para manejo de cadáveres

Introducción 

No existe por el momento una guía específica para el manejo de cadáveres de personas fallecidas por COVID-19, pero puede ser de aplicación lo contemplado en las Directrices de la Organización Mundial de la Salud publicadas en 2014 sobre Prevención y control de las infecciones respiratorias agudas con tendencia epidémica y pandémica durante la atención sanitaria, que incluye un apartado de Recomendaciones sobre el cuidado de los difuntos y un Anexo de Servicios funerarios y autopsia. 

Aunque no hay evidencia sólida hasta la fecha del riesgo de infección a partir de cadáveres de personas fallecidas por COVID-19, de acuerdo a lo observado para otros virus respiratorios y por el principio de precaución, se considera que estos cadáveres podrían suponer un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo con ellos. 

Los cadáveres de personas fallecidas por COVID-19 deben ser considerados como cadáveres del Grupo II según lo establecido en el documento de Manejo Seguro de cadáveres del Ministerio de Salud de la Nación (Categorización de infecciones en cadáveres según riesgo de contagio y modo de transmisión). 

1 Las recomendaciones contenidas en este documento se han elaborado en respuesta a la situación epidemiológica actual y con el conocimiento disponible hasta la fecha, y podrán ser revisadas ante cambios en el contexto o nuevas evidencias Recomendaciones para el tratamiento de cadáveres Traslado desde la sala de internación o espacio de aislamiento: El cadáver debe ser transferido lo antes posible al depósito después del fallecimiento. Antes de proceder al traslado del cadáver, debe permitirse el acceso de los familiares para una despedida sin establecer contacto físico con el cadáver, ni con las superficies u otros enseres de su entorno o cualquier otro material restringiéndolo a los más próximos y cercanos. 

Las personas que entren deben tomar las precauciones de transmisión por contacto y gotas, siendo suficiente una bata desechable, unos guantes y una mascarilla quirúrgica. Las personas que participen en el traslado del cadáver deberán contar con equipos de protección personal adecuados, similares a los recomendados para el personal de salud que atiende casos en investigación, probables o confirmados para infección por COVID-19 según disposiciones vigentes y cumplir con las normas de bioseguridad dispuestas por ley a tal fin, respecto de quienes manipulan materiales biológicos potencialmente infecciosos. 

El cadáver debe introducirse en una bolsa plástica de alta densidad, impermeable y con cierre hermético, debidamente identificada como material infectocontagioso, que reúna las características técnicas sanitarias de resistencia a la presión de los gases en su interior, estanqueidad e impermeabilidad. La introducción en la bolsa se debe realizar dentro de la propia habitación de aislamiento. Esta bolsa, una vez cerrada y con el cadáver en su interior, se deberá pulverizar con desinfectante de uso hospitalario o con una solución de hipoclorito sódico que contenga 5.000 ppm de cloro activo (dilución 1:10 de una lejía con concentración 40-50 gr/litro preparada recientemente). 1 Manejo seguro de cadáveres. Guía para el equipo de salud. ISSN 978-987-26627-0-7

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