Massa le quitaría el eje minero a San Juan para dárselo a Salta
Si bien Salta no es una de las principales provincias mineras del país, como San Juan y Catamarca, tiene una política activa y estable en regulación para el sector. El gobernador Sáenz fue compañero de fórmula presidencial de Massa.
Gustavo Sáenz, el gobernador de Salta, fue uno de los pocos que se engancharon con el "operativo clamor" que generó Sergio Massa a su alrededor para acceder al ministerio en el que empieza su acceso personal al Poder Ejecutivo (ya había ministros, secretarios, subsecretarios y muchos más de su sector). Ahora recibirá premio, o al menos eso discuten en el sector minero. El mandatario salteño fue su compañero de fórmula presidencial en 2015.
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Es que se romperá la tradición de tener a San Juan como representante de la minería por excelencia y Salta pasará a ser no solo "La linda", sino la "niña bonita" del sector, con gente de Sáenz al frente de la cartera encargada de la planificación de la política de minerales.
¿Massa es minero o antiminero? En provincias mineras, es minero. En provincias antimineras, antiminero. Ya cuenta su situación con Mendoza en Memo el periodista Edu Gajardo (clic aquí).
Según consignó el portal especializado en temas de energía Econojournal, en los últimos días le ofrecieron la Secretaría de Minería a Flavia Royón, actual titular de esa cartera en Salta, aunque todavía no hay nada definido. La actual secretaría Fernanda Ávila volvería al gobierno del catamarqueño Raúl Jalil. El litio podría tener un rol relevante en la propuesta exportadora de Sergio Massa, pero recién en cinco o seis años se sumarían más proyectos a etapa de producción.
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Si bien Salta no es una de las principales provincias mineras del país, como San Juan y Catamarca, tiene una política activa y estable en regulación para el sector. Además, el informe de febrero de 2021 de Fraser la resalta (junto a San Juan) como una de las zonas más atractivas para las inversiones mineras en Latinoamérica. Por la situación política de Mendoza subordinada a la capacidad de movilización de los grupos ecologistas antimineros, ese mismo informe casi se burla de la ridícula posición mendocina.
