Cuánto es el gasto militar

Hubo en el mundo un aumento del 6,8% con respecto a 2022, y fue el mayor incremento interanual desde 2009 y situó el gasto mundial en el nivel más alto jamás registrado por el SIPRI.

El portal de datos Statista dio cuenta de la dimensión del gasto militar en el mundo y, centralmente, de su crecimiento.

Las últimas cifras publicadas por el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI) revelan que el gasto militar mundial aumentó por noveno año consecutivo en 2023, alcanzando un total de 2,44 billones de dólares. 


Cuánto es el gasto militar

Este aumento del 6,8% con respecto a 2022 fue el mayor incremento interanual desde 2009 y situó el gasto mundial en el nivel más alto jamás registrado por el SIPRI.

África fue la región que registró una mayor subida interanual en el gasto militar (22%), seguida por Europa (16%). 

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De acuerdo con el reporte, el aumento del gasto militar mundial en 2023 "puede atribuirse principalmente a la guerra en curso en Ucrania y a la escalada de las tensiones geopolíticas en Asia y Oceanía y Oriente Medio". 

El gasto militar aumentó en las cinco regiones geográficas, y los mayores incrementos de gasto se registraron en Europa, Asia y Oceanía y Oriente Medio.


Infografía: Aumenta el gasto militar en el mundo, especialmente en África | Statista Más infografías en Statista

Fuerzas armadas más poderosas del mundo y gasto militar - Datos estadísticos

El reciente estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, así como entre Israel y Gaza, ha vuelto a situar en la palestra a la seguridad mundial. No en vano, en 2022, el gasto militar mundial rebasó por primera vez en las últimas dos décadas los 2,2 billones de dólares estadounidenses, según datos facilitados por el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Este valor representa un 2,2% del PIB global y supone un incremento de un 97% respecto al gasto de comienzos de siglo. Lógicamente, no todos los países tienen el mismo protagonismo en esta inversión, en la que el tamaño de las fuerzas militares, el desarrollo económico, la innovación tecnológica y el prestigio estratégico resultan decisivos.


¿Cuáles son los ejércitos más poderosos del mundo?

La pregunta puede responderse desde diferentes prismas, pero los candidatos a ostentar el primer puesto son siempre los mismos: Estados Unidos, China y Rusia; curiosamente los tres que también cuentan con más ojivas nucleares. En este sentido, la última edición del Global Firepower Index (que analiza de forma conjunta 60 variables en las fuerzas armadas de 145 potencias) sitúa al ejército estadounidense a la cabeza del listado, seguido de cerca por Rusia y China. Y es que, si se atiende al nivel de equipamiento, Estados Unidos es claramente superior. Y no solo esto. Además de estar dotado de armas de última generación, se encuentra a la vanguardia en sectores claves como el aeroespacial y el de las telecomunicaciones. Ahora bien, desde el punto de vista del número de efectivos militares, China gana por goleada con 610.000 soldados más que el país de las oportunidades y 1,2 millones más que la nación gobernada por Putin.

Cuánto es el gasto militar


¿Cuáles son los países con mayor gasto militar?

Para mantener unas fuerzas armadas de tal magnitud, hace falta dinero, y mucho. Traducida esta afirmación en cifras, EE. UU. destinó nada menos que 877.000 millones de dólares de su presupuesto anual a fines militares en 2022; más que el PIB total de Suiza o Emiratos Árabes Unidos. Sus grandes rivales, China y Rusia, fueron un poco más comedidos ese último año: el gigante asiático invirtió tres veces menos que el Tío Sam y Rusia diez veces menos.

No obstante, han de analizarse otros factores como la variación interanual, la evolución de las inversiones durante la última década o su impacto sobre el PIB para obtener una fotografía completa. El ya mencionado conflicto bélico ruso-ucraniano ha servido de revulsivo para que Rusia y Ucrania abriesen sus monederos (especialmente este último, que incrementó su gasto un 640% comparado con 2021 y un 1.661% con 2013). El esfuerzo económico del estado eslavo es enorme, llegando a sacrificar un 34% de su PIB para este fin en 2022, frente a Rusia, Estados Unidos o China, que destinaron un 4,1%, un 3,5% y un 1,6%, respectivamente. En relación a los integrantes de la OTAN, curiosamente tampoco Estados Unidos obtuvo la medalla de oro en base al porcentaje de su riqueza nacional dedicado a defensa el ese año, sino que un país mediterráneo le tomó la delantera.

El gran negocio de la disuasión

En un tablero geoestratégico como el actual -marcado por la transición de un modelo unipolar liderado por Estados Unidos hacia otro multipolar capitaneado por varias potencias emergentes- la disuasión es sinónimo de éxito, por lo que los ejércitos necesitan ser armados y renovados continuamente. Así pues, no sorprende que decenas de aeronaves, barcos y vehículos blindados figuren entre las peticiones de la mayoría de las fuerzas armadas, hasta el punto de representar casi un 70% del total de las exportaciones mundiales de armamento entre 2018 y 2022. Los grandes beneficiados de esta estrategia defensiva son, por una parte, las empresas proveedoras y, por otra, los países exportadores. Esto bien lo saben las cinco naciones que suministran más de tres cuartas partes de las exportaciones mundiales, de las que un 40% son acaparadas por Estados Unidos. De hecho, su volumen de envíos ha crecido un 14% entre los periodos 2013-2017 y 2018-2022, debido en gran parte a la canalización de muchas órdenes de compra que, de no haber sido por las sanciones de guerra, hubieran ido destinadas a Rusia (segundo en el listado con una cuota del 16%). En el polo opuesto, el de las importaciones, también queda reflejado este escenario de enfrentamiento entre ambas potencias, puesto que los dos principales importadores, India y Arabia Saudita, se nutren mayoritariamente de la cuna del vodka y del padre del rock & roll, respectivamente. Por su parte, China se cuela en el quinto escalón hacia el podio, con una cuota de importaciones del 4,6%, más de cuatro quintas partes provenientes también de Rusia. 

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